Axel/Frieda

Nov 18, 2007 16:25

Más, más, más para
utena_89 :]

Autor:
cleuchi 
Fandom: Freedom (RPG).
Pareja: Axel/Frieda.
Tema: 9. Calabaza.
Palabras: 594.

Era 30 de octubre y, por algún oscuro motivo, a Frieda se le había metido en la cabeza decorar el Sankt Fremont siguiendo la estadounidense estética de Halloween. Así que, con mucho secretismo y sigilo, se coló en las cocinas y robó un cuchillo, pues su uso estaba obviamente restringido -en la mayoría de los casos prohibido- a los internos. En cuanto a la calabaza, logró que sus padres se la trajeran. Si la única hija que te queda está metida en un reformatorio y, tras casi dos meses sin dirigirte la palabra, lo primero que te dice es que le consigas una calabaza, tú vas y se la traes sin preguntar por o para qué.

Hacía un tiempo que Axel y ella habían dejado de compartir habitación -o celda, según se viera-, pero Frieda todavía creía ser capaz de encontrar, en la multitud de intoxicantes olores distintos, el de él. Esa mezcla entre gel barato, desodorante y algo que debía ser colonia de Armani, porque si no no sería tan jodidamente orgásmica.

De modo que entró en esa habitación con la calabaza bajo el brazo y el cuchillo escondido en el profundo bolsillo de la sudadera que llevaba, unas tres tallas por encima de la que le correspondía. Sabía que Harley no aparecería en un buen rato, así que tenía todo el tiempo del mundo. Se dejó caer al suelo, sentándose al estilo indio, y comenzó su tarea.

Veinte minutos después, contemplaba su obra con el labio inferior temblándole. En las películas parecía tan jodidamente fácil, maldita sea. Lo único que había conseguido ella era una especie de naranja máscara de Jason.

La pulpa de la calabaza rezumaba por los agujeros que el cuchillo, guiado por esa mano inexperta, había practicado. Frieda observó con odio la enorme fruta, odio y algo más, mezcla destilada de rabia y enfado corroyéndole las entrañas.

Rompió a llorar mientras acuchillaba la calabaza, culpable de todos sus males, una y otra vez, sin ton ni son, sin un propósito como hacía escasos minutos, sólo con algo que le quemaba por dentro, algo para lo que la palabra ‘furia’ se quedaba corta.

Las lágrimas seguían cayéndole como cascadas de aguamarinas incluso cuando no quedó nada de la calabaza por destripar, sólo un jugo anaranjado salpicando paredes y suelo y sudadera y melena. Sin soltar el cuchillo, se dejó resbalar lentamente hasta tocar el suelo con el pecho, abrazada a sí misma, a falta de otra persona que lo hiciera.

Cuando Axel la encontró, seguía en esa posición fetal, los hombros todavía convulsionados de vez en cuando por un esporádico sollozo, y el cuchillo, siempre el cuchillo, rodeado por los inflexibles dedos.

- ¡Frieda! -oyó la exclamación como algo lejano, muy lejano. Como si estuviera bajo el agua y él no.- ¡Frieda! ¡¿Qué te pasa?! ¡¿Te has hecho daño?!

No respondía. Se le habían bloqueado los sentidos, oía las palabras pero no captaba su significado. No lograba articular algo coherente. Ni siquiera había sido capaz de tallar una puta calabaza en condiciones.

- P… ¿por qué tienes un cuchillo? -notó que Axel se agachaba a su lado y le pasaba un reconfortante brazo alrededor de los hombros.- ¿Qué has hecho, Frieda? ¿Qué has hecho?

El llanto arreció. Finalmente dejando caer el cuchillo, Frieda se giró a la velocidad del rayo y se aferró con todas sus fuerzas a un Axel boqueante y sin aliento. No decía nada, sólo quería seguir escuchando ese confortador ‘Shh, shhh’ y esa mano que le acariciaba el pelo sin importarle que estuviera manchado de pulpa de calabaza.

Autor:
cleuchi 
Fandom: Freedom (RPG).
Pareja: Axel/Frieda.
Tema: 23. Culpa.
Palabras: 455.

- Hola, Axel. -era la primera vez desde eso que se acercaba a él motu proprio, así, casualmente, sólo para hablar.- Axel, tengo que decirte algo. -ah, ahí estaba. Siempre había una razón.-
- ¿Sí?
- No sé cómo decírtelo… -Frieda miró al suelo y, si no hubiera sido ella, Axel hubiera dicho que estaba avergonzada. Alzó las cejas interrogante, esperándose un ‘Me he hecho un piercing en el ombligo’ o un ‘Me voy a teñir el pelo de rubio’.- Tenía un retraso de tres semanas, así que fui a la enfermería y me hice el test… Estoy embarazada, Axel.
- ¿Qué? ¿Embarazada? -sintió una descarga de adrenalina que le recorría las venas, y un nudo en el estómago que se hacía más y más grande a cada segundo que pasaba.- No tiene gracia, Frieda.
- No estoy bromeando.

Silencio. Ella seguía mirando al suelo, jugueteando con los anillos como una niña a la que han pillado haciendo algo malo. La creyó.

- P-pero, ¿cómo?
- No es culpa tuya, tranquilo. -la sombra de una sonrisa pasó por la cara de Frieda, tan breve que Axel creyó que había sido su imaginación.- Yo qué sé. Se rompería el condón y no nos daríamos cuenta… o igual se me olvidó tomar la píldora. No te preocupes.
- ¡¿Cómo que no me preocupe?! ¡Estás embarazada, y es mío! ¿O es que no es mío?
- … Es tuyo, Axel. Todo tuyo.
- ¿Y entonces? -el corazón le latía más rápido de lo que le había latido en dieciséis años. La angustia comenzaba a hacerse palpable a su alrededor.- ¿Qué vas… vamos a hacer?
- Levi me dijo que no puedo abortar, sería ilegal. No fue una violación, así que teóricamente la ley no me ampara en este caso.
- P-pero… ¡tiene que haber algo que puedas hacer! Quiero decir, ¿no supone un riesgo para tu salud o algo así?

Frieda se encogió de hombros, como si ya hubiera pensado en todas las posibilidades detenidamente, cosa que Axel dudó que hubiera hecho, en realidad.

- Y, además, ¡no puedes tenerlo!
- ¿Por qué no? -y la mirada que le lanzó fue la más dulce que Axel viera en esos ojos hasta entonces.-
- Bueno, quiero decir… ¡mírate! ¡Eres una yonki bipolar! ¡Tienes quince años! ¡Ni siquiera eres capaz de cuidar de ti misma, ¿cómo vas a cuidar de un niño?!

El labio inferior de Frieda temblaba. Genial, ya la había hecho llorar. La observó, como a cámara lenta, secarse las lágrimas con una mano de mordidas uñas pintadas de negro y dar media vuelta. Se alejaba, componiendo la sinfonía con el taconeo de sus botas de cowboy, y por más que él alargara la mano para detenerla, siempre quedaba fuera de su alcance. No así su voz.

- Feliz Día de los Inocentes, Axel.

Autor:
cleuchi 
Fandom: Freedom (RPG).
Pareja: Axel/Frieda.
Tema: 4. Dependencia.
Palabras: 322.

Cuando alguien pronunciaba la palabra ‘dependencia’ acompañada por el nombre Friederike Möersig, todos asumían que se trataba de droga. No andaban desencaminados, desde luego -si Frieda no se había metido algo, era porque no existía-, pero revelaba un completo desconocimiento sobre su personalidad, su forma de ser y de pensar.

Dependía de una hermana muerta unos años atrás, alguien que había sido su ejemplo a seguir y a no seguir a la vez, alguien a quien acabó imitando a pesar de todo. Dependía de unos padres que preferían hacer como si su estancia en el Sankt Fremont fueran unas simples vacaciones, unos padres más preocupados por el qué dirán que por el verdadero estado de la única hija que les quedaba. Dependía de los días de sol para estar alegre y de los días lluviosos para tener una excusa para la tristeza. Dependía de los cambios constantes que tenían lugar en su frenética vida: un nuevo agujero en la piel, un nuevo color de pelo, un nuevo par de botas. Dependía, cada vez más, de las sesiones semanales con Wang, en las que por un breve espacio de tiempo se le permitía ser ella misma, sin mordazas, sin ataduras. Dependía de sus queridas pastillas para la bipolaridad, a pesar de declarar que la volvían más tonta de lo que ya era, y de esconderlas cada tres días para volverse loca buscándolas. Dependía, también, aunque nunca se hubiera parado a pensar en ello, aunque no lo admitiese ni en el caso de que le fuera la vida en ello, de aquellos días en los que todavía compartía dormitorio y espacio vital con él. Y, sobre todo, más que ninguna otra cosa en el mundo, dependía de aquella tarde de verano en la que no sólo compartieron dormitorio y espacio vital, sino también cama.

Seguía colgada, enamorada como una perra de lo imposible, de aquella tarde de verano en la que Axel miró atrás.

#tabla simbólica, rpg: freedom: axel/frieda, autor: cleuchi

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