(no subject)

Nov 27, 2007 23:14

Autor:
cleuchi  
Fandom: Freedom (RPG).
Pareja: Axel/Frieda.
Tema: 5. Historia.
Palabras: 180.

Todos tenemos una historia, y la de Frieda era más truculenta que la de la mayoría. Nacida en el seno de una familia humilde, con un padre alcohólico y electricista a tiempo parcial, una frustrada madre, enfermera, y la presencia de una hermana muerta unos años atrás siempre con ella, no era precisamente lo que se suele llamar una historia ‘feliz’.

La culpable de todo era Helga, en realidad. Siempre lo había sido. Era culpa suya que Frieda fuera una maldita drogadicta -y seguro que también tenía algo que ver con su bipolaridad-, que el señor Möersig se emborrachara día sí y día también, que atizara a su mujer en pleno delirium tremens, que ésta fuera una fumadora compulsiva. Que la única hija que les quedaba a los Möersig fuera una zorra de quince años con el pelo teñido y la nariz llena de polvos blancos.

También, seguramente, tenía la culpa de que Frieda tuviera el destino más retorcido, extraño y apocalíptico de la historia, improcedentes enamoramientos y polvos de los que arrepentirse incluidos.

El nombre de Axel entraba en ambas categorías.
Autor:
cleuchi 
Fandom: Freedom (RPG).
Pareja: Axel/Frieda.
Tema: 20. Abismo.
Palabras: 158.

Todos, todos y cada uno de nosotros, en cada momento de nuestras insignificantes y patéticas vidas, nos encontramos al borde del abismo. Abismos distintos, que vienen a ser el mismo: un abismo por el que todos, tarde o temprano, caeremos. No es una elección; no puedes escoger entre lanzarte a lo desconocido o quedarte en la cómoda y confortable seguridad de siempre. No. La decisión no es ésa.

La decisión es caer refunfuñando, pataleando, los ojos cerrados ante lo que se te avecina, o saltar por ti mismo, con el corazón y la mente abiertos y aceptando el porvenir.

Axel dio dos pasos al frente y se quedó mirando, dubitativo, el abismo que se abría a sus pies. Al otro lado estaba Frieda, con esa sonrisa suya que escondía mucho y decía poco. Casi como esperándole.

- Salta. -la oyó pronunciar, y luego la vio hacer el salto del ángel y lanzarse con los brazos abiertos al abismo.-

Y Axel saltó.

Autor:
cleuchi 
Fandom: Freedom (RPG).
Pareja: Axel/Frieda.
Tema: 19. Crisis.
Palabras: 864.

Hacía ya casi dos meses que había dejado de compartir dormitorio, aire y espacio vital con Frieda, pero seguía acordándose, de vez en cuando, de sus excentricidades, de sus rarezas. De ella. De cómo le gustaba utilizar más de un par de calcetines, aunque siempre los llevaba mezclados. De sus comentarios, en apariencia banales, que escondían una verdad disfrazada. De sus ‘¿Me peinas, Axel?’, pasando por su omnipresente colección de botas y la forma en que ordenaba -o desordenaba, mejor dicho- sus sombras de ojos, eyeliners y pintalabios a lo largo y ancho del cuarto de baño. De sus carcajadas en momentos inesperados, de sus salidas fuera de tono y de sus inexplicables, pero sumamente encantadores, cambios de humor.

Se la encontró un día que ya tocaba a su fin, fundiéndose el reducido horizonte que se veía desde el Sankt Fremont con el cielo anaranjado. Volvía de la sala en la que tenían lugar las visitas familiares, experiencias de persona a persona con una reja o un cristal por medio para los internos más difíciles. Ojos enrojecidos, maquillaje corrido y cabeza gacha: estaba llorando. Otra de sus crisis.

- ¿Frieda? -la llamó, no demasiado alto, tanteando el terreno. Si lo mandaba a la mierda… bien, tendría que insistir.-
- Qué. -vio cómo se secaba una lágrima imprudente, que había rebasado la frontera marcada por las pestañas y se dirigía mejillas abajo en dirección a la boca de redondeados y carnosos labios.-
- ¿Estás llorando?
- ¿Es esto un concurso de obviedades? -le contestó sin mirarle, quebrándosele la voz al hablar. Dios, ¿por qué tenía que ser tan cabezota y querer aparentar siempre fortaleza?-
- ¿Qué te pasa? -se detuvo, haciendo que ella se parara también. Se acercó un par de pasos, sin saber si aproximarse más era una buena idea. Sabía que podía cruzarle la cara de una hostia bien dada, refugiarse entre sus brazos o salir corriendo de repente. Ni siquiera sabía qué opción le asustaba más.- ¿Es por tus padres?

Frieda asintió con la cabeza mientras otra lágrima le resbalaba por la piel. Acercando una tímida mano a su rostro, Axel se la secó delicadamente con el pulgar.

- ¿Quieres… quieres venir a mi habitación y que hablemos de ello?
- No digas gilipolleces, Stephenson. -y encima volvía a llamarlo por el apellido. Había veces en las que Axel pensaba que podría matarla con sus propias manos. Pero luego ella levantaba la vista y lo miraba con esos ojos grandes y tristes, y se le caían los esquemas de un tirón.- Lo que necesito ahora son mis jodidas pastillas.
- ¿No las tienes? -no hubo respuesta.- ¿Las has perdido o qué?

Frieda se encogió de hombros.

- Me las habrán robado.
- Pero, ¿quién? ¿Harley? -preguntó extrañado. No conocía personalmente a la nueva compañera de celda de Frieda, pero sabía que no era mala gente.-
- No, ella no. Habrá sido Ben.

Ben. No Montana, sino Ben.

- Hey, ahora comparto cuarto con él. Puedo preguntarle.
- No hace falta que le preguntes. Me amenazó con quitármelas si no hago lo que me pide.

Axel tragó saliva. Prefería no saber qué era lo que Ben quería. Es más, le estaban entrando ganas de taparse los oídos con todas sus fuerzas, comenzar a cantar lo más alto que pudiese y echar a correr. Lejos de allí, lejos de ella y de sus palabras, que se le metían en la mente y daban vueltas como en una noria, una y otra vez. Una y otra vez. Una y otra vez.

- ¿Por qué no se lo dices a Wang?

Frieda rió. No era una risa feliz, ni alegre. Ni siquiera sarcástica.

- Porque esas pastillas las robé de la enfermería, y no creo que le haga mucha gracia si se entera.

Cerró los ojos para pensar con mayor claridad. Por más que trató de expulsarlas de su cerebro, las palabras ‘si no hago lo que me pide’ seguían rotando allí, obsesivamente. Una y otra vez. Una y otra vez. Una y otra vez.

- Está bien. ¿Sabes lo que vamos a hacer? Yo se las quitaré, ¿vale?

Frieda lo miró, viva imagen de la estupefacción. Axel comenzó a esbozar una sonrisita gallarda, que borró antes de que ella pudiera verla. Tarde, por supuesto, si bien no la oyó decir nada al respecto.

- Te vas a meter en un buen lío.
- No me importa.
- Por mi culpa.
- He dicho que no me importa, ¿vale?
- Te meterá la paliza de tu vida.
- No me da miedo lo que pueda pasarme.
- Pero a mí sí.

Axel dejó de mascullar por lo bajo para mirarla a los ojos durante un breve segundo, el tiempo en que tardó en darse cuenta de que ella también lo miraba, con esa incómoda fijeza tan característica suya.

- ¿Te pongo nervioso? -la oyó inquirir, soltando una suave risa. Superada la crisis, volvía a ser la de siempre.-
- Cállate. -no se lo dijo de forma desagradable, sino casi divertido.- Voy a recuperar tus pastillas, así que podías dejar de quedarte conmigo por un tiempo.
- Eso es imposible.
- Ya lo sé. -suspiro.- Pero tenía que intentarlo.

Y comenzó a alejarse con rumbo a su habitación. Donde, con toda seguridad, estarían esperándolo Ben y su bate de béisbol revientacráneos.

- Axel.
- Qué.
- Gracias.

Frieda cubrió de una zancada la distancia que los separaba y lo besó, leve, fugazmente, en los labios. Fue un beso de agradecimiento, un beso de cachorro, que no exigía nada a cambio. Sólo se daba y punto. Se recibía y punto. Y luego se separó y se largó en dirección contraria. Dando saltos.

#tabla simbólica, rpg: freedom: axel/frieda, autor: cleuchi

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