#Tabla Ilusoria, 02 Paso a Paso
Autor: meztli_lu
Fandom: Real Personal Fiction
Claim: Personaje, Shirota Yuu
Tabla: Ilusoria
Tema: #02 Paso a Paso
Disclairmer: Esto es un slahs. El protagonista no me pertenece.
Nota: R-17 (orgía y hentai)
Resumen: Es un sueño. Como todos los sueños, siempre son extraños, ajenos, complejos y surrealistas. En esté caso, sueña con lo mismo todos los días.
Así que en un sueño por cual sea el caso, el OOC esta permitido, claro, sin perder la esencia de nuestro amado protagonista. De cualquier manera, siempre es bueno que den su opinión.
Dedicado a las fans de U-kun. Ya quisieran muchas estar en ese sueño pervertido lol.
Así somos los humanos.
Paso a paso
“Camine. Su pueblo lo espera, majestad” Esa voz, la misma voz desde hace tres meses, me agobia, persigue, quiere matarme, pero no hace nada. ¿Eso es el miedo?
¿Yo un príncipe? No es más que otro capitulo de mi vida, otra farsa, un acto. Estoy rodeado de encantamientos momentáneos. ¿Por qué estoy pensando así? Ni si quiera puedo escribir en prosa. ¿Qué es una prosa?
“Mire Esteban, su pueblo lo alaba, ellas le llaman, lo desean, mueren por sus ojos, sus labios. Añoran comerlo vivo” Ella habla tan perversamente, no puedo contradecirla.
Me tiene atado a un trono de caoba y oro, huele a humedad y la gente no deja de gritar.
-No soy un príncipe, estás loca. ¡Maldita psicópata!-murmuro, nadie me escucha, su voz ronca inunda la plaza. Una hermosa plaza.
Construcciones de madera, mármol y piedra lisa rodean al palacio. Listones, flores, terciopelos y palomas cubren la plaza. ¡Que sueño más hermoso! Un cielo extenso que brilla por si mismo, las gaviotas lo cruzan, huyen al sonido de las campanas. Cierro los ojos, trato de captar cada detalle y el aroma de las praderas con un viento fresco. Desde que era niño no soñaba algo tan perfecto. Ella puede hacer lo que quiera…
La audiencia interrumpe mi pasado. Sus gritos, las voces llamándome por mi segundo nombre… No es que me incomode, casi no lo uso, muy pocos lo conocen o saben pronunciar. Mi cuerpo es débil, mis músculos se entumen y me pesan los parpados. Me marea el sol. ¿Por qué me duele la cabeza?
“Es su corona, manténgase quieto. Es su fiesta. Hoy es el día de San Esteban”
-¿De que hablas…? me siento cansado, sácame de aquí, loca.
Ella no conoce la piedad ni la conciencia. Durante estos meses gusta de atormentarme y remover mis viseras cada que le place. Perra maldita ¿quien jodidos eres? Su sombra se mueve bajo mis pies, su cabello enmarañado no me deja mirar su rostro. Veo borroso. La gente sigue clamando. Ellas también.
Las trompetas me despiertan, doy un salto sobre la silla. Ella ríe divertida. A causa de ello, noto mejor a mi alrededor. Las mujeres están al frente, vestidas con trajes regionales. Son de colores y huelen a flores húmedas.
“Elija una, tiene que comer”
-¿Comer? No tengo hambre-respondo de mala manera. Sin embargo, no puedo dejar de observarlas.
Son hermosas, distintas una de la otra, nada con las mujeres de mi país; aunque hay algunas que me miran con desden. ¿Sabrán lo que pienso de ellas? Las otras me sonríen, parece piedad o lastima. Tal vez es a causa de la droga, pero ellas parecen tan perfectas. Las quiero a todas.
“Las tendrá mi señor, todas son suyas” Dice como si fuera su dueña. “No mi señor, es usted el amo. Elija a quienes desee” Odio que lea mi mente; desaparece.
Mi cuerpo se mueve en contra de mi voluntad, doy pasos torpes. Siento el sueño sobre mis piernas y trato de sostenerme en pie. Bajo las escaleras con torpeza. Cierro los ojos y caigo sobre sus manos. Sus risas me aturden, siento sus manos por todo mi cuerpo. La camisa y mi voluntad caen al piso. ¿Comer? Ellas tienen hambre. Me dejo llevar, de cualquier manera carezco de fuerzas. Tocan mi cabello con rudeza. Arañan mis piernas, muerden mis muslos. Hasta dejarme sin dignidad y sin ropa. El tacto de sus manos calienta mi piel. Sonrío inconciente. Parece como si quisieran arrancar mi piel. Algunos cabellos ya están en sus manos. Me hechizan sus plegarias. Todas hablan de un amor claustrofóbico. ¡Éste no soy yo! ¿Por qué hablo así? Sus cabellos bajo mi abdomen producen cosquillas. Sus dientes rozan mi miembro. Quisiera gritar, escapar.
Una tras otra, montan sobre mí o mi cadáver. Las oigo gemir, gritar. Me besan desesperadas y su saliva queda como laca en mi piel. Mis dedos se entumen dentro de ellas. No puedo respirar, ese aroma a mujer cauteriza mi nariz. Las tomo, no sé cuantas son, que importa. A cada una las haré pedazos como si fueras tú. Sé que me observas, te gusta verme como un salvaje. Para ti soy una bestia. Una marioneta sin cerebro y carente de sentido común. No soy un súper hombre. ¿Quién habla por mí?
Rompo a las muñecas en pedazos, una a una caen al suelo, claman por más. Besan mis pies, ruegan por otra ronda. Las ignoro, me aburrí, quiero regresar a mi habitación, abrazar a los perros, contarle a Jun las insanidades de mi mente. Piso restos humanos que quedaron a mis pies. Sin darme cuenta, mi cuerpo se cubrió de sangre. ¡Dijiste que no había sacrificios! La banda no deja de tocar.
-¿Qué miras estúpida? ¿No eres feliz?-le digo a ella. Sentada a los pies del trono, me observa sin ningún gesto.
A causa del rayo de sol, no puedo distinguir sus facciones.
“¿Ese es el verdadero tú? Me asustas” Salé corriendo y desaparece de mi vista. “No se puede ser muy bueno, pero tampoco tan malo. Tu dualidad te domina, siempre, aun que trates de huir de ella. Yo estaré hay, a diario, para recordarte que tan mortal eres…” La escuché decir hasta que su voz se fundió en la pared.
Resignado subo las escaleras. Llama mi atención los códices en cada peldaño. Al llegar a la cima. La gente se marcha, escapan a esconderse de nuevo, bajo las pierdas, en los muros, entre las ventanas y los rincones. Poco a poco las ciudad se derrite como todos los días a causa de un rayo del sol.
Bueno, más alegorías cósmicas.
Gracias por leer y espero se entienda tanta metáfora e imágenes. Tomando en cuenta que se trata de un sueño que le sucede a diario.
Siento si no fue más erótico, pero tengo planeada otra cosa.