Cada uno de los trozos de persona que era se quemaron como en una gran hoguera de lágrimas, unas lágrimas de azufre que pican los ojos tan rápido, que escuecen la cara y la desfiguran.
Y esos trozos se han hecho una ceniza tan dulce que me la como como si fuera cola cao a cucharadas.
Cuando abra los ojos al amanecer, me daré cuenta de que me han roto
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Comments 4
y es una etapa larga pero algún día acabará.
por ahora, graciasgracias por anaranjarme más :)*
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una y otra vez.
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