Una de las cosas buenas que tienen las redes sociales es que te enteras de cosas bastante interesantes, siendo esta entrada del blog de Alberto Espinoza Lopez que a continuación os paso:
"Crear grandes personajes es una de las obsesiones de los escritores y de los guionistas. Este elemento narrativo es, sin duda alguna, el pilar básico de prácticamente la totalidad de las historias que podrás encontrar en la literatura universal o, por el contrario, en el panorama audiovisual. ¿Cómo crees que nacieron los Walter White, Nick Brody, Harry Potter, Drácula, Gandalf o Dorian Gray?
A continuación te presento algunos consejos que, quizás, te sirvan para convertir ese personaje que te ronda por la cabeza en alguien verdaderamente creíble, empático y con gancho:
1. Carencias, debilidades. La imagen del héroe que vive en el lado blanco del yin-yang quedó aparcada en la historia de la narrativa hace muchos años. La sociedad ha madurado y los consumidores de ficción esperan conocer a personajes reales, a los que se puedan encontrar en la calle y que, como ellos, tengan problemas. Si quieres construir un personaje creíble, piensa en las debilidades o en las carencias que pueda tener y trabaja para que la persona que vaya a conocerlo mediante tu libro, tu guion o tu película, sienta esa imperfección latente dentro de la propia perfección de un personaje al que admirarán. Quizá te puedan servir los ejemplos de Carrie Matheson, la espía bipolar en Homeland; Walter White, el fracasado profesor de química con cáncer de pulmón; o el ardiente deseo de venganza de D'Artagnan tras el asesinato de su amada.
2. Familiar con problemas. El sentido de la protección es algo inherente a los seres vivos. Los humanos en particular lo hacemos con los bebés, pues en base a ello se edifica la supervivencia de la especie. Por eso, cualquier personaje que sienta que debe proteger a un débil ser querido generará de manera instantánea una sensación de empatía que, sin duda, te beneficiará.
3. Un secreto. El trasfondo de tu personaje es fundamental. Debes dibujar hasta el último detalle de una vida trabajada para que llegue a alcanzar cotas de realidad. Durante ese trabajo, piensa en qué secreto convertirá a tu personaje en un esclavo del mismo. Será, en ambos sentidos, su liberación y perdición. Recuerda, una vez más, a Walter White, protagonista de Breaking Bad, y su secreto... químico.
4. Sexo o violencia. Los más puros instintos animales se corresponden habitualmente con estos dos caracteres. El sexo (ejemplo de ello es Cincuenta sombras de Grey) y la violencia (millones de ejemplos en la narrativa mundial) suponen piezas clave, complementos de lujo incluso, a una historia con gancho.
5. Un buen nombre. Quizá te parezca una trivialidad, pero decidir un nombre adecuado para tus personajes es un acierto que vale su peso en oro. Robert Langdon, James Bond, Lex Luthor o Jack Bauer son sólo algunos ejemplos. Fíjate bien en las características comunes: cortos, usualmente de dos sílabas, muy sonoros, con letras de peso como la R o la J. De hecho, son muchos los autores que dicen que los personajes cuyos nombres comienzan por esas dos letras tienen más fácil lograr cierta relación empática con los lectores o los espectadores.
Estas son algunas de las claves fundamentales que deberás tener en cuenta a la hora de pensar en tus personajes para tus historias. ¿Te sientes capaz de crear al nuevo Sherlock Holmes?"
Fuente:
http://albertoespinosalopez.blogspot.com.es/2013/05/escribir-personaje.html Ahora la pregunta es, ¿os ha servido esto? ¿Hacéis algo parecido o tenéis otro método para su creación?