Lily y James montados en un árbol... (8)
Bien, la publico ahora porque al fin, después de tanto tiempo, he quedado satisfecha con el resultado. He borrado palabras y puesto otras y pienso que me quedó algo decente al final.
Ya saben el blablabla de siempre y espero lo disfrúten.
Autor: aisatnaf
Fandom: Harry Potter
Claim: James/Lily
Tabla: Sentidos
Advertencias: ninguna que yo sepa.
A veces, Lily sueña con manos sin dueño que recorren su cuerpo con deseo y algo más que no sabría definir. Una boca que siempre tiene sed de más y que bebe su esencia de a poco y con pasión mal disimulada. No piensa mientras duerme, solo siente dedos ásperos y caricias que le hacen temblar.
Al levantarse en la mañana, sus manos sudan y las sábanas están revueltas, Lily siente que sus mejillas se tiñen de un rojo leve por la vergüenza y las malas pasadas de su subconsciente.
Porque esos sueños solo son eso, pasadas que pronto quedarán olvidadas entre las páginas viejas de los libros en la biblioteca y la comida recién hecha de los elfos al desayuno. Que el hombre sin rostro de sus sueños (pasadas de tu subconsciente, Lily, por Merlín) no usa lentes ni tiene el pelo negro azabache como el de James Potter.
Porque ella no quiere que sea él. Porque es algo prohibido, algo que a ella le da miedo querer porque no lo entiende, y todo aquello que ella no logra comprender no puede ser parte de su vida.
Lily es racional. Piensa antes de actuar y James es algo que rompe todas sus reglas, es espontáneo y no piensa en las consecuencias, es apasionado y sorpresivo. Es rudo de una manera elegante y a Lily le da miedo que con solo mirarla, atraviese todas aquellas barreras invisibles que ha logrado levantar en siete años.
-Lo he vuelto a hacer, Remus.
Siente miedo de que la vea así. Con las mejillas encendidas y con la vergüenza surcando sus ojos verdes que de un tiempo a esta parte solo brillan cuando lo ven aparecer por un recodo. Y no quiere eso, solo quiere desaparecer por un momento y dejar de pensar en él y en sus manos grandes y ásperas que la acarician sin cesar en sus sueños prohibidos.
-Son cosas que pasan, Lily. No puedes controlar tus sueños.
-Pero no debería soñar esas cosas ¿Entiendes? Él no tiene ningún derecho a hacer eso.
-Él no hace nada, Lily.
-Sí que hace, Remus, James existe y eso es más que suficiente.
Y lo es, porque con solo mirarla, le hace sentir débil. Provoca que todo lo que le importa de verdad no le preocupe en momentos como ese, en el que el mundo se detiene y solo existen él, ella y muchos sueños nada castos.
Lily suelta el aire que ha contenido sin darse cuenta, al entrar al comedor y darse cuenta de que James (¡Potter, Lily, Potter!) no está ahí. Eso era lo que quería, claro, pero no puede evitar sentir que algo se desvanece en su interior y que todo se vuelve un poco más pequeño y ensordecedor.
Se sienta frente a Remus y se sirve un poco de leche caliente y canela en la copa. Los olores la inundan de a poco y el sabor del chocolate y las naranjas del budín le saben tan dulce después del trago amargo del sueño con James (¡Potter!).
No sabe cuanto tiempo transcurre desde que atraviesa ese umbral, pero las esperanzas de una mañana tranquila caen sobre ella como un balde de agua fría al verlo entrar con la camisa del uniforme fuera del pantalón y con una sonrisa coqueta instalada en el rostro.
Cierra los ojos y agacha la cabeza para no mirarlo. Las mejillas se le tiñen nuevamente tras su pelo al recordar las manos recorriendo su cuerpo, y en ese preciso momento, siente que algo le rasga la ropa y se siente desnuda e indefensa entre tantas personas. Entre los profesores. Entre Remus, Sirius y Peter. Entre él.
James se sienta a su lado y la tela de su pantalón roza con la piel desnuda de su pierna derecha que es lo único que deja entrever la falda del uniforme. Solo es una leve caricia, pero Lily empieza a confundir los colores y a sentir que algo se funde y se vuelve líquido en un lugar más abajo que su estómago.
¡No puede ser, no!
-¿Lily?
El chico de lentes la mira preocupado al notar como aprieta los párpados, y al abrirlos, siente que ese pedacito imperturbable de su mente ha llegado a su límite y que quiere explotar de la peor forma posible y causar más daño del necesario.
-Déjame en paz, Potter.
Se levanta y se va sin despedirse. Es temprano y las clases aún no comienzan, se apoya en la pared de piedra y respira hondo para calmarse y dejar su mente en blanco.
Solo hay manos grandes y chicos de lentes en sus sueños y Lily ya está cansada de luchar contra todo eso. De hacerse la fuerte para después ahogar sus penas escondiendo la nariz entre libros de Aritmancia y Encantamientos.
Se siente estúpida y desamparada cuando algo tan incomprensible como James se le mete en la cabeza y no encuentra forma alguna de sacarlo de ahí y poder respirar tranquila.
-¿Lily?
Solo es Remus, piensa. Lo ve al final del pasillo, larguirucho como él solo y con su nariz más grande de lo normal que seguramente huele a tinta insoluble todo el día. Se acerca a ella con pasos largos y se acomoda a su lado mirándola fijo con sus ojos llenos de ternura, experiencia y dolor.
-¡Oh, Remus!
Se lanza a su cuello y nota que huele a colonia de hombre y a crema de afeitar. La diferencia entre su barba y la de James, es que la de Remus no se ve tan áspera al tacto, solo es suave y asequible, como sus brazos y su cuerpo enclenque y de hombros caídos.
-¿No has pensado en hablar con él, Lily?
-No, Remus, no puedo aceptar que…
-Que te gusta James.
No quiere decirlo en voz alta, porque así retrasa un poco más la verdad aunque se siga mintiendo a sí misma. James, el de personalidad prepotente pero noble hasta la médula, había ganado ese juego creado por ella.
Y a Lily solo le quedaba afrontar las consecuencias.
En fin, para no dejar de hablar, decirles que hoy me entregaron mi prueba de "La Odisea" (un gran libro si no te obligan a leerlo) y me ha ido mejor de lo que esperaba, La mejor nota con mi mejor amiga *pose orgullosa* (he podido desacansar con tanto estres *U.U*)
Besitos y sean buenas personas, no hagan maldades y lean mucho xD
Ya saben el blablabla de siempre y espero lo disfrúten.
Autor: aisatnaf
Fandom: Harry Potter
Claim: James/Lily
Tabla: Sentidos
Advertencias: ninguna que yo sepa.
A veces, Lily sueña con manos sin dueño que recorren su cuerpo con deseo y algo más que no sabría definir. Una boca que siempre tiene sed de más y que bebe su esencia de a poco y con pasión mal disimulada. No piensa mientras duerme, solo siente dedos ásperos y caricias que le hacen temblar.
Al levantarse en la mañana, sus manos sudan y las sábanas están revueltas, Lily siente que sus mejillas se tiñen de un rojo leve por la vergüenza y las malas pasadas de su subconsciente.
Porque esos sueños solo son eso, pasadas que pronto quedarán olvidadas entre las páginas viejas de los libros en la biblioteca y la comida recién hecha de los elfos al desayuno. Que el hombre sin rostro de sus sueños (pasadas de tu subconsciente, Lily, por Merlín) no usa lentes ni tiene el pelo negro azabache como el de James Potter.
Porque ella no quiere que sea él. Porque es algo prohibido, algo que a ella le da miedo querer porque no lo entiende, y todo aquello que ella no logra comprender no puede ser parte de su vida.
Lily es racional. Piensa antes de actuar y James es algo que rompe todas sus reglas, es espontáneo y no piensa en las consecuencias, es apasionado y sorpresivo. Es rudo de una manera elegante y a Lily le da miedo que con solo mirarla, atraviese todas aquellas barreras invisibles que ha logrado levantar en siete años.
-Lo he vuelto a hacer, Remus.
Siente miedo de que la vea así. Con las mejillas encendidas y con la vergüenza surcando sus ojos verdes que de un tiempo a esta parte solo brillan cuando lo ven aparecer por un recodo. Y no quiere eso, solo quiere desaparecer por un momento y dejar de pensar en él y en sus manos grandes y ásperas que la acarician sin cesar en sus sueños prohibidos.
-Son cosas que pasan, Lily. No puedes controlar tus sueños.
-Pero no debería soñar esas cosas ¿Entiendes? Él no tiene ningún derecho a hacer eso.
-Él no hace nada, Lily.
-Sí que hace, Remus, James existe y eso es más que suficiente.
Y lo es, porque con solo mirarla, le hace sentir débil. Provoca que todo lo que le importa de verdad no le preocupe en momentos como ese, en el que el mundo se detiene y solo existen él, ella y muchos sueños nada castos.
Lily suelta el aire que ha contenido sin darse cuenta, al entrar al comedor y darse cuenta de que James (¡Potter, Lily, Potter!) no está ahí. Eso era lo que quería, claro, pero no puede evitar sentir que algo se desvanece en su interior y que todo se vuelve un poco más pequeño y ensordecedor.
Se sienta frente a Remus y se sirve un poco de leche caliente y canela en la copa. Los olores la inundan de a poco y el sabor del chocolate y las naranjas del budín le saben tan dulce después del trago amargo del sueño con James (¡Potter!).
No sabe cuanto tiempo transcurre desde que atraviesa ese umbral, pero las esperanzas de una mañana tranquila caen sobre ella como un balde de agua fría al verlo entrar con la camisa del uniforme fuera del pantalón y con una sonrisa coqueta instalada en el rostro.
Cierra los ojos y agacha la cabeza para no mirarlo. Las mejillas se le tiñen nuevamente tras su pelo al recordar las manos recorriendo su cuerpo, y en ese preciso momento, siente que algo le rasga la ropa y se siente desnuda e indefensa entre tantas personas. Entre los profesores. Entre Remus, Sirius y Peter. Entre él.
James se sienta a su lado y la tela de su pantalón roza con la piel desnuda de su pierna derecha que es lo único que deja entrever la falda del uniforme. Solo es una leve caricia, pero Lily empieza a confundir los colores y a sentir que algo se funde y se vuelve líquido en un lugar más abajo que su estómago.
¡No puede ser, no!
-¿Lily?
El chico de lentes la mira preocupado al notar como aprieta los párpados, y al abrirlos, siente que ese pedacito imperturbable de su mente ha llegado a su límite y que quiere explotar de la peor forma posible y causar más daño del necesario.
-Déjame en paz, Potter.
Se levanta y se va sin despedirse. Es temprano y las clases aún no comienzan, se apoya en la pared de piedra y respira hondo para calmarse y dejar su mente en blanco.
Solo hay manos grandes y chicos de lentes en sus sueños y Lily ya está cansada de luchar contra todo eso. De hacerse la fuerte para después ahogar sus penas escondiendo la nariz entre libros de Aritmancia y Encantamientos.
Se siente estúpida y desamparada cuando algo tan incomprensible como James se le mete en la cabeza y no encuentra forma alguna de sacarlo de ahí y poder respirar tranquila.
-¿Lily?
Solo es Remus, piensa. Lo ve al final del pasillo, larguirucho como él solo y con su nariz más grande de lo normal que seguramente huele a tinta insoluble todo el día. Se acerca a ella con pasos largos y se acomoda a su lado mirándola fijo con sus ojos llenos de ternura, experiencia y dolor.
-¡Oh, Remus!
Se lanza a su cuello y nota que huele a colonia de hombre y a crema de afeitar. La diferencia entre su barba y la de James, es que la de Remus no se ve tan áspera al tacto, solo es suave y asequible, como sus brazos y su cuerpo enclenque y de hombros caídos.
-¿No has pensado en hablar con él, Lily?
-No, Remus, no puedo aceptar que…
-Que te gusta James.
No quiere decirlo en voz alta, porque así retrasa un poco más la verdad aunque se siga mintiendo a sí misma. James, el de personalidad prepotente pero noble hasta la médula, había ganado ese juego creado por ella.
Y a Lily solo le quedaba afrontar las consecuencias.
En fin, para no dejar de hablar, decirles que hoy me entregaron mi prueba de "La Odisea" (un gran libro si no te obligan a leerlo) y me ha ido mejor de lo que esperaba, La mejor nota con mi mejor amiga *pose orgullosa* (he podido desacansar con tanto estres *U.U*)
Besitos y sean buenas personas, no hagan maldades y lean mucho xD