PARA:
DahnkDE PARTE DE: Amigus anonimus
Título: Relajación Loki style!
Fandom: Vengadores.
Personajes: Loki, Iron Man, Thor, Hulk.
Raiting: K.
Resumen: de cómo Loki encuentra un lugar para relajarse y casi pierde el honor en el intento.
Disclaimer: los Vengadores pertenecen a Marvel Comics.
Advertencias: ninguna.
Relajación Loki style!
Loki no sabía qué era más aburrido, si estar en la cárcel o ser rey de Asgard. Era por demás irónico: tantos años de constantes esfuerzos para que, al final, todo terminara con él sentado en el trono firmando un montón de medidas que, estaba seguro, el Congreso de Asgard sólo le enviaba para molestar - ¿realmente era necesario avisarle del impuesto a los trineos que contaran con más de 8 renos? -. Suspiró frustrado y, aprovechando que no había nadie, se desparramó por el trono. ¿Qué podría hacer para sacudirse ese letargo? Desganado, tomó su cetro y pasó su mano sobre la esfera de cristal que lo coronaba.
- Mmm… ni si quiera hay nada - se quejó tras revisar sus más de cien canales y descubrir que sólo había repeticiones de series que ya había visto (por cierto, muchas de ellas durante su estancia en prisión). ¿Cómo podían seguir pasando la versión de los sesenta de Spiderman? Suficiente tenía con ver en Facebook los memes que hacían de ese súper héroe y de los que, a juzgar por la cantidad que tenía en su muro, el Doctor Doom era fan.
Cuando se disponía a apagar su televisión, algo llamó su atención. En el canal de las noticias pasaron imágenes de los Vengadores participando en la inauguración de un centro recreativo para los abnegados servidores de la humanidad afiliados a SHIELD. Loki se indignó mucho. ¿Qué derecho tenían para gozar de esos privilegios? Su único trabajo era salvar un planeta que ni siquiera metía las manos para defenderse. En cambio él - de manera ilegal, claro está - debía administrar un reino y velar por el bienestar de los asgardianos. Eso sí era desgastante.
Furioso, Loki arrojó su cetro y se levantó. Él también tenía derecho a divertirse y eso iba a hacer. Total, siempre podía descongelar a Odín y volver a embaucarlo en cuanto regresara. Se disponía a salir de la sala, pero fue interrumpido por una voz:
- Su Alteza, los colonos de la unidad habitacional “Cumbres del Wallhala solicitan audiencia…”
Loki tuvo que controlarse para no soltar la letanía de maldiciones que tenía en mente y, tras aplicarse el hechizo que le permitía usurpar a su padrastro, respondió:
- Qué amable, dígales que pasen.
Bajo la apariencia de Odín, Loki escuchó las quejas de sus súbditos. Sería un largo y aburrido día.
*
Había pasado una semana desde que Loki vio el anuncio del centro recreativo y, al fin, tenía tiempo para poner en marcha su plan. ¡Era genial ser un mantenido - ejem… un miembro de la realeza asgardiana - de nuevo! Mientras viajaba a la Tierra, se preguntó qué disfraz debía adoptar para que fuera admitido sin problemas. ¿A quién podría secuestrar? Sabía que sus habilidades histriónicas eran buenas, pero no estaba seguro por cuánto tiempo podría ser amable y respetuoso si se hacía pasar por el Capitán América; o si se rebajaría al estado de animalidad si elegía a Hulk. Y, aunque siempre podía ingeniárselas para engañar a Thor y asumir su personalidad como lo hizo con Odín, Loki tenía el deseo de intentar algo diferente. Tras repasar sus opciones se dio cuenta que, de entre los Vengadores, el que más se acercaba a su manera de ser era la de Tony Stark, mejor conocido como Iron Man. ¿Cómo no había reparado en ello antes? Ambos eran bien parecidos y tenían una aguda conciencia de sí (o, como los mortales solían decir, eran egocéntricos y arrogantes), sin olvidar su habilidad para sacar provecho de situaciones aparentemente desesperadas. En definitiva, pensó, Tony Stak era su mejor apuesta. Una vez librado el primer obstáculo, quedaba por diseñar una buena estrategia para engañar al escurridizo Iron Man. ¿Qué podría hacer?
*
En cierta ocasión, durante una comida en honor a su madrastra, Thor había sacado su I-pod para ambientar el festejo. Loki se molestó. Cuando él escuchaba su música a alto volumen en su habitación - realmente, ¿qué tenía de malo Miley Cirus? -, alguien llegaba a pedirle amablemente que le bajara. En cambio, nadie se opuso a que Thor les compartiera el nuevo disco de Katy Perry. Y eso no fue lo peor.
- ¿Quién canta? - preguntó Odín quien, como siempre, había bebido más de lo que debía.
- Katy Perry padre - respondió Thor.
- A ver… - Thor pasó el aparato a Odín quien, en cuanto lo vio, soltó una gran carcajada.
- ¡Ja, ja, ja, ja! ¡Pero si es Loki! ¡Loki! - agregó dirigiéndose a su hijo adoptivo que, por su parte, estaba lanzando mentalmente más de mil maldiciones a Thor - ¡No me habías dicho que participaste en La Voz Asgard! ¡Ja, ja, ja!
Fue humillante, recordó Loki, y durante meses, cuando caminaba por los pasillos del palacio, no había nadie que no murmurara alguna canción de Katy Perry en cuanto lo veían pasar. Afortunadamente, las estupideces de Thor y el escuadrón al que pertenecía llamaban más la atención y, pronto, ninguno de sus súbditos hablaba del incidente. No obstante, ¿quién iba a pensar que ese parecido sería su puerta a un reconocido spa? Lo único que hizo fue aplicarse un hechizo para “retocar” ciertos rasgos que Katy Perry tenía y él no.
Para su sorpresa, lo demás fue bastante sencillo. En cuanto entró, fue abordado por Tony Stark, quien no podía creer que el centro de recreación para héroes hubiera sido distinguido con la presencia de una estrella tan reconocida. A continuación, le invitó a ir por un trago en el bar y, mientras Stark le presumía las últimas novedades de su compañía, Loki lo hechizó. Fingió estar muy contrariada porque su acompañante se había desmayado sin motivo aparente y, tras encerrarlo en la enfermería y asegurarse de que no despertaría en las siguientes veinticuatro horas, Loki, al fin, pudo deshacerse de su disfraz de cantante pop para adoptar el de millonario excéntrico.
Al salir de la enfermería, Loki fue tratado espléndidamente. Iron Man debía estar muy cansado para colapsar en medio de una conversación con Katy Perry, ¡Katy Perry!, por lo que los empleados debían asegurarse de proveerle un trato excelente. Recibió masajes, tuvo una sesión de aromaterapia, fue al taller de pintura y le aseguraron un lugar preferencial en el restaurante. Para su desgracia, fue ahí donde comenzó el desastre.
Loki degustaba tranquilamente un filete de pescado a las finas hierbas acompañado de un buen vino blanco y, sin que hubiera podido evitarlo, Hulk y Thor se sentaron con él.
- Saludos, Tony Stark.
Loki no pensaba encontrarse tan pronto con su hermanastro y, lo que era peor, tanta relajación había embotado sus sentidos.
- Hombre de Hojalata no responde.
- Tal vez no se encuentre repuesto de su incidente, Hulk. ¿Cómo se siente?
- No muy bien… - tuvo que admitir Loki. Se maldijo. Acababa de recordar que una regla primordial de las personas orgullosas como él era no aceptar su debilidad, salvo en casos donde se pudiera sacar provecho de ella. La expresión de Hulk le sugirió que su error no pasó desapercibido.
- Hombre de Hojalata realmente se siente mal.
- Tony Stark - terció su hermanastro, preocupado - puede pedirle una licencia al Capitán Fury. Debe cuidar su salud.
Por su parte, Loki se estaba exasperando. Sus capacidades no estaban al cien por ciento y, si no era cuidadoso, podría ser descubierto en cualquier momento.
- ¿Licencia? ¿De qué hablas? - trató de sonar lo más socarrón que pudo - Es obvio que el equipo se cae sin mí.
Thor esbozó una sonrisa y Loki se alegró con él, pese a que los motivos eran distintos. ¡Al fin se expresaba como Iron Man!
- Es bueno tenerte de vuelta, Hombre de Hojalata - Hulk le dio unas palmaditas en la espalda. Loki, en tanto, hizo lo posible para ocultar el dolor que le causó esa muestra de afecto.
- Para celebrar, ¿qué le parece si vamos al sauna?
Loki conocía bien la mirada de Thor: no admitía un no por respuesta. Se preguntó si Tony Stark era inmune a esos ojos de cachorro a medio morir.
- Tengo uno en casa pero, en fin. Supongo que sería bueno para la convivencia del grupo.
Después de esperar a que Loki terminara de comer, partieron a su destino. Mientras se desvestían para entrar, Hulk comentó:
- No me agradan estos calzoncillos.
- Parece que el presupuesto de SHIELD se reduce cada vez más. Los del año pasado eran realmente cómodos. ¿Usted qué opina, Tony Stark?
- Tienes razón, Fury y compañía subestiman nuestras necesidades.
- Pero usted el encargado de escoger los modelos - repuso Thor.
¡¿Los Vengadores tenían ropa interior oficial?! ¡¿Y él era el encargado de escogerla?! ¡No podía ser! Desesperado, trató de salvar la situación.
-Fury no me consultó nada esta vez.
- Yo creo que él tiene los nuevos y no quiere compartir - aventuró Hulk.
- Tienes razón, amigo - repuso Thor - No me extrañaría de Tony Stark - y añadió con una sonrisa malévola - sugiero que se los quitemos.
Ni tardo ni perezoso, Hulk irrumpió en el vestidor. Loki estaba horrorizado, ¡los Vengadores eran unos incivilizados! Debía pensar en una estrategia y rápido. No podía dejar que descubrieran que su ropa interior era de manufactura asgardiana.
- ¡Atrápalo, Hulk!
“Y así se va mi día de relajación”, pensó Loki amargamente antes de pronunciar el conjuro de desvanecimiento. En tanto, los Vengadores se quedaron pasmados.
- ¿Hombre de Hojalata tiene el poder de desaparecer?
- No lo sé - respondió Thor - seguramente es una utilidad de los nuevos calzoncillos. Por eso no nos los quería dar. Digámosle a Fury que queremos los nuestros.
- Sí, digámosle - Hulk, que siempre había preferido las acciones a las palabras, manifestó su simpatía con la idea de Thor juntando sus dos puños.
“Tony Stark no será el único que tendrá necesidad de pasar una temporada en el spa”, se dijeron maliciosamente.
*
Loki regresó al palacio del Wallhala jadeando. ¡Esos bárbaros casi lo atrapan! Era una suerte que Thor y Hulk creyeran que Tony Stark, en tanto genio de la tecnología, era capaz de cualquier cosa, incluso de escapar sin dejar rastro. No obstante, no tuvo tiempo de reposar: frente a él se hallaban sus padres adoptivos.
- Hijo- comenzó Freya - ¡¿cuántas veces te he dicho que no debes congelar a tu padre?!
El aludido sintió que el dolor de cabeza que lo había aquejado en semanas anteriores, volvía.
- ¡Loki! - siguió Odín - ¡Me has faltado el respeto! ¡No puedo creerlo! ¡Con toda la educación que te hemos dado…!
Loki se resignó a que, durante la próxima hora, escucharía una retahíla de frases sobre el honor, la grandeza de la casa real asgardiana, los valores, el nuevo shampoo que Thor usaba para verse siempre radiante… Por ello, mientras fingía estar contrito por sus acciones, se propuso investigar a detalle la vida de los Vengadores pues, además de enterarse de sus puntos débiles, adquiriría información que le serviría para disfrazarse en su siguiente visita al spa, la cual, a juzgar por el tono de voz empleado por sus padres, sería pronto.