Feliz Amigo Invisible Laynad3!
PARA:laynad3
DE PARTE DE: Amigus anonimus
Título: No Fornicaras
Fandom: Supernatural
Personaje/pareja: Dean/Castiel
Rating:NC-17
Resumen: Fornicar, la palabra suena tan anticuada y a la vez tan excitante, fornicara él, desde los dieciséis, este mandamiento le ha tenido sin cuidado (este o cualquier otro), fornicar se pregunta, como será follarse a un ángel, como será correrse con uno.
Disclaimer:Supernatural y todos sus personajes pertenecen a Super Kripke
Advertencias: malas palabras a diestra y siniestra e implicaciones sexuales.
Notas: podría decirse que este fic está ubicado poco antes del final de la temporada 5, aunque no hay spoilers (tal vez alguno ligerito).
No Fornicaras
Ha comenzado con las ganas de darle un par de golpes a Castiel, simplemente porque le saca de quicio el noventa y nueve punto nueve por ciento del tiempo, con las malditas apariciones a un milímetro de su nariz, dejándole percibir su aliento tibio y sus ojos azules en primer plano.
Sam le da el tiro de gracia, preguntándole una noche, con la autoridad de alguien que sabe algo que todos los demás no, si acaso tiene algún tipo de relación extra oficial con el ángel, el muy idiota, ha tartamudeado y se ha puesto colorado como adolecente cotilla (que lo es, una versión híper desarrollada y de casi dos metros, pero es un maldito mocoso cotilla).
Esto último es como una campana retumbándole en los oídos. Aunque se niega rotundamente a aceptarlo.
Y es que de ningún modo le atrae Castiel, le saca de quicio, le parece que extraña la manera en que afronta ciertas facetas del comportamiento humano, ha intentado en más de una ocasión enseñarle las bondades del pay de manzana y las hamburguesas con tocino, pero Cas lo mira una mueca de incomprensión (porque no hay manera de que nadie mire con asco el tocino o el pay, no señor), tampoco ha podido convencerlo de tomar una ducha caliente (no es que desee tenerlo desnudo y mojado, es solo que sentir el agua caliente relajando los músculos, es cojonudo) al parecer, para los ángeles no existe el concepto de higiene personal y por supuesto, no importe cuan jodido está el asunto, Cas jamás le ha aceptado un trago (y se pregunta con genuina curiosidad, como será un ángel ebrio), de hecho le mira con reprobación cuando sale completamente borracho del bar.
No se siente capaz de estar con alguien que no ame, los pays, el alcohol las duchas y las hamburguesas.
No hablemos del detalle del sexo, y lo suyo no es necesariamente la barba de medio día y el olor de cigarros, muchas gracias.
En ese momento y justo como si pudiese escuchar la tormenta de pensamientos en su cabeza, parece un como siempre inexpresivo ángel, con la corbata chueca y la camisa arrugada… a Dean le parece que no ha visto nada más apetecible en toda la noche.
Sacude la cabeza y saluda con un gruñido.
Es que es el jodido fin del mundo, o casi, así que se empina el enésimo whisky de la noche y le lanza una sonrisa lasciva a su compañero, se recrimina inmediatamente después aunque al parecer no capta la indirecta (maldita sea, es la primera vez que el encanto Winchester le falla) y la camarera se acerca, casi demasiado para rellenarle el vasito y Castiel se interpone y le pregunta si no debería estar en casa cuidando a su hijo en lugar de servirle alcohol a un hombre que claramente está a dos pasos del coma etílico.
La chica se retira indignada, por supuesto.
Dean gruñe de nuevo y el ángel lo mira, con esa mirada intensa que le hace pensar en rayos X, y lo hace sentir tan transparente que lo incomoda.
- ¿Es grosero mirar así a la gente sabes? -
El ángel lo ignora y empieza a levantarse, Dean lo mira sin la más mínima intención de irse, la noche es joven.
Pero antes de que pueda empezar siquiera a protestar (hay demasiado alcohol en su sistema) Castiel ya lo tiene apoyado en sus hombros y caminando a la salida, puede sentir el aliento cálido en su cuello y la piel se le eriza (aunque es más bien porque tiene frio, no por el aliento del ángel en su oído, para nada).
Y debe admitir muy a su pesar que tal vez ha bebido demasiado.
No está seguro de cómo han llegado al auto, pero no, definitivamente no va a conducir, y definitivamente no dejara a Castiel, ángel del señor, conducir a su nena (probablemente chocaran o algo parecido), se recuesta en el asiento y el mundo da vueltas.
Maldice a toda la corte celestial, a cada uno de lso demonios del infierno, a Sammy por sus suposiciones de niño genio y a Castiel por estar ahí tocándole la frente como si tuviese fiebre.
Y le dan ganas de saber cómo se sentirán los dedos ásperos en su cuello.
- Si no dejas de toquetearme tal vez te folle, y tal vez te guste… y tal vez me guste -
- los ángeles no follan, hay un mandamiento que dice no fornicaras -
Fornicar, la palabra suena tan anticuada y a la vez tan excitante, fornicara el desde los dieciséis este mandamiento le ha tenido sin cuidado (este o cualquier otro), fornicar se pregunta, como sera follarse a un ángel, como será correrse con uno. Cas se ha alejado y lo observa curioso (joder, como odia que lo observe) y quiere tocarlo también, casi le duelen las manos con la necesidad. Quiere hacerle decir más de tres palabras a la vez, quiere jalarlo de las solapas y probar sus labios, está seguro que sabe a tabaco, quiere quitarle esa ridícula corbata torcida y arrancarle la gabardina arrugada.
Jadea ante el solo pensamiento.
En este instante lo desea tan intensamente que le asusta, pero el exceso de alcohol lo ha desinhibido y no puede reprimir el impulso.
Sonríe al descubrir que tiene razón, sabe tabaco y los labios son ásperos, pero no hay respuesta, Cas está muy quieto y tiene los ojos muy abiertos.
La ha cagado y lo sabe.
Se separa y ladra una disculpa y la borrachera ha desaparecido de la impresión,
Ha besado a Castiel y este lo mira horrorizado. Mierda.
Esta seguro que desaparecerá sin decir más nada y se le encoge el corazón al pensar en que tan profundo puede ser el daño a su relación.
Pero de nuevo el ángel lo sorprende, chocan sus labios y sus dientes y el beso más espantoso de la historia de su vida (desde luego Cas no tiene idea de cómo besar).
Cuando se separan esta tan empalmado que sabe que con un roce podría ensuciar sus pantalones, Cas tiene los labios hinchados y los ojos brillantes, esta tan empalmado como el, reconsidera tal vez no necesite ni tocarse.
- Es ahora cuando me pides que sea gentil ¿sabes? -
Por supuesto no hay respuesta a la broma, pero si otro beso hambriento, que lo hace olvidar hasta su nombre, y le provoca un par de gruñidos.
Y no, esta noche no se folla a Cas, no por falta de ganas sino más bien por culpa de Sam que aparece en el momento más inoportuno y se ríe a carcajadas, cuando los descubre montándoselo en el auto.
DE PARTE DE: Amigus anonimus
Título: No Fornicaras
Fandom: Supernatural
Personaje/pareja: Dean/Castiel
Rating:NC-17
Resumen: Fornicar, la palabra suena tan anticuada y a la vez tan excitante, fornicara él, desde los dieciséis, este mandamiento le ha tenido sin cuidado (este o cualquier otro), fornicar se pregunta, como será follarse a un ángel, como será correrse con uno.
Disclaimer:Supernatural y todos sus personajes pertenecen a Super Kripke
Advertencias: malas palabras a diestra y siniestra e implicaciones sexuales.
Notas: podría decirse que este fic está ubicado poco antes del final de la temporada 5, aunque no hay spoilers (tal vez alguno ligerito).
No Fornicaras
Ha comenzado con las ganas de darle un par de golpes a Castiel, simplemente porque le saca de quicio el noventa y nueve punto nueve por ciento del tiempo, con las malditas apariciones a un milímetro de su nariz, dejándole percibir su aliento tibio y sus ojos azules en primer plano.
Sam le da el tiro de gracia, preguntándole una noche, con la autoridad de alguien que sabe algo que todos los demás no, si acaso tiene algún tipo de relación extra oficial con el ángel, el muy idiota, ha tartamudeado y se ha puesto colorado como adolecente cotilla (que lo es, una versión híper desarrollada y de casi dos metros, pero es un maldito mocoso cotilla).
Esto último es como una campana retumbándole en los oídos. Aunque se niega rotundamente a aceptarlo.
Y es que de ningún modo le atrae Castiel, le saca de quicio, le parece que extraña la manera en que afronta ciertas facetas del comportamiento humano, ha intentado en más de una ocasión enseñarle las bondades del pay de manzana y las hamburguesas con tocino, pero Cas lo mira una mueca de incomprensión (porque no hay manera de que nadie mire con asco el tocino o el pay, no señor), tampoco ha podido convencerlo de tomar una ducha caliente (no es que desee tenerlo desnudo y mojado, es solo que sentir el agua caliente relajando los músculos, es cojonudo) al parecer, para los ángeles no existe el concepto de higiene personal y por supuesto, no importe cuan jodido está el asunto, Cas jamás le ha aceptado un trago (y se pregunta con genuina curiosidad, como será un ángel ebrio), de hecho le mira con reprobación cuando sale completamente borracho del bar.
No se siente capaz de estar con alguien que no ame, los pays, el alcohol las duchas y las hamburguesas.
No hablemos del detalle del sexo, y lo suyo no es necesariamente la barba de medio día y el olor de cigarros, muchas gracias.
En ese momento y justo como si pudiese escuchar la tormenta de pensamientos en su cabeza, parece un como siempre inexpresivo ángel, con la corbata chueca y la camisa arrugada… a Dean le parece que no ha visto nada más apetecible en toda la noche.
Sacude la cabeza y saluda con un gruñido.
Es que es el jodido fin del mundo, o casi, así que se empina el enésimo whisky de la noche y le lanza una sonrisa lasciva a su compañero, se recrimina inmediatamente después aunque al parecer no capta la indirecta (maldita sea, es la primera vez que el encanto Winchester le falla) y la camarera se acerca, casi demasiado para rellenarle el vasito y Castiel se interpone y le pregunta si no debería estar en casa cuidando a su hijo en lugar de servirle alcohol a un hombre que claramente está a dos pasos del coma etílico.
La chica se retira indignada, por supuesto.
Dean gruñe de nuevo y el ángel lo mira, con esa mirada intensa que le hace pensar en rayos X, y lo hace sentir tan transparente que lo incomoda.
- ¿Es grosero mirar así a la gente sabes? -
El ángel lo ignora y empieza a levantarse, Dean lo mira sin la más mínima intención de irse, la noche es joven.
Pero antes de que pueda empezar siquiera a protestar (hay demasiado alcohol en su sistema) Castiel ya lo tiene apoyado en sus hombros y caminando a la salida, puede sentir el aliento cálido en su cuello y la piel se le eriza (aunque es más bien porque tiene frio, no por el aliento del ángel en su oído, para nada).
Y debe admitir muy a su pesar que tal vez ha bebido demasiado.
No está seguro de cómo han llegado al auto, pero no, definitivamente no va a conducir, y definitivamente no dejara a Castiel, ángel del señor, conducir a su nena (probablemente chocaran o algo parecido), se recuesta en el asiento y el mundo da vueltas.
Maldice a toda la corte celestial, a cada uno de lso demonios del infierno, a Sammy por sus suposiciones de niño genio y a Castiel por estar ahí tocándole la frente como si tuviese fiebre.
Y le dan ganas de saber cómo se sentirán los dedos ásperos en su cuello.
- Si no dejas de toquetearme tal vez te folle, y tal vez te guste… y tal vez me guste -
- los ángeles no follan, hay un mandamiento que dice no fornicaras -
Fornicar, la palabra suena tan anticuada y a la vez tan excitante, fornicara el desde los dieciséis este mandamiento le ha tenido sin cuidado (este o cualquier otro), fornicar se pregunta, como sera follarse a un ángel, como será correrse con uno. Cas se ha alejado y lo observa curioso (joder, como odia que lo observe) y quiere tocarlo también, casi le duelen las manos con la necesidad. Quiere hacerle decir más de tres palabras a la vez, quiere jalarlo de las solapas y probar sus labios, está seguro que sabe a tabaco, quiere quitarle esa ridícula corbata torcida y arrancarle la gabardina arrugada.
Jadea ante el solo pensamiento.
En este instante lo desea tan intensamente que le asusta, pero el exceso de alcohol lo ha desinhibido y no puede reprimir el impulso.
Sonríe al descubrir que tiene razón, sabe tabaco y los labios son ásperos, pero no hay respuesta, Cas está muy quieto y tiene los ojos muy abiertos.
La ha cagado y lo sabe.
Se separa y ladra una disculpa y la borrachera ha desaparecido de la impresión,
Ha besado a Castiel y este lo mira horrorizado. Mierda.
Esta seguro que desaparecerá sin decir más nada y se le encoge el corazón al pensar en que tan profundo puede ser el daño a su relación.
Pero de nuevo el ángel lo sorprende, chocan sus labios y sus dientes y el beso más espantoso de la historia de su vida (desde luego Cas no tiene idea de cómo besar).
Cuando se separan esta tan empalmado que sabe que con un roce podría ensuciar sus pantalones, Cas tiene los labios hinchados y los ojos brillantes, esta tan empalmado como el, reconsidera tal vez no necesite ni tocarse.
- Es ahora cuando me pides que sea gentil ¿sabes? -
Por supuesto no hay respuesta a la broma, pero si otro beso hambriento, que lo hace olvidar hasta su nombre, y le provoca un par de gruñidos.
Y no, esta noche no se folla a Cas, no por falta de ganas sino más bien por culpa de Sam que aparece en el momento más inoportuno y se ríe a carcajadas, cuando los descubre montándoselo en el auto.