•Serie: Axis Powers Hetalia
•Claim: Noruega/Reino Unido
•Corresponde a la
LISTA DE 10 PAIRINGS•Genero: Humor.
•Advertencias: Lime. Y hay otra bien WTH, pero si la digo se spolea el final ù_úU
•Beta:
yin_tiempo •Notas: es una historia unitaria para
10pairings , pero en realidad esto terminó siendo el 1º cap de un fic de 5 caps XDU
El Libro Mágico
- Todo está listo aquí.-anunció Reino Unido observando a su compañía, mientras terminaba de colocar unas hierbas dentro de un caldero algo pequeño.
- Aquí también.-respondió Noruega. Se encontraba en cuclillas dando el trazo final para completar el pentagrama del piso-¿Empezamos?
El ojiverde asintió y no tardó en colocar el caldero dentro del círculo. Entre tanto, el nórdico tomó el libro de sobre la mesa. El sentir el tacto con la cubierta rugosa, le recordó cómo habían terminado ambos haciendo eso.
Hacía unas dos semanas atrás, había encontrado un libro muy antiguo, repleto de hechizos y anotaciones referidas a brujería.
No era la primera vez que hallaba algo así, de hecho tenía una gran colección. Por esa misma razón sabía que aquel ejemplar era raro y valioso, pero para su mala suerte no contaba con ningún amigo que tuviera interés en ese tema o siquiera que pudiera ver criaturas mágicas.
Así, tres días atrás, mientras leía el libro en la sala de juntas -esperando a que todos los demás estuvieran allí e ignorando el parloteo de Dinamarca de que dejara ese libro mohoso-, pudo sentir claramente, en cuanto éste entró, la mirada verde e inquieta del otro europeo sobre él.
En ese instante, no tardó en llegar a la conclusión de que si quería mostrarle a alguien su hallazgo, Reino Unido era el indicado; había muchos hechizos interesantes que quería probar, pero existía uno en especial, para los veintinueve de febrero, que se moría por realizar. Su problema era que dicho conjuro necesitaba de dos personas.
Obviamente, en cuanto se lo sugirió, el inglés no se hizo rogar, incluso ofreció el sótano de su casa como lugar tranquilo para llevar a cabo el rito. El nórdico no vio malo aceptar la propuesta; allí no debería preocuparse de cierto danés merodeador. Aunque luego, cuando vio el lugar supo que era no sólo un buen lugar, sino uno perfecto.
También le agradó mucho el no haber recibido una mirada extraña por las ropas que solía usar para esas ocasiones; su capa azul era un poco diferente a la negra que el otro llevaba, empero le había gustado encontrar curiosidad en los ojos contrarios y no reproches.
Observó, por unos momentos, el estilo de corte de sus mangas, mientras recordaba que para ese ritual sólo estaban vistiendo las túnicas; ni zapatos llevaban.
- Faltan cinco minutos para medianoche.-le dijo el reinounidense, al ver que éste se había quedado divagando más de la cuenta; si no lo hacían ese día, deberían esperar cuatro años.
- Bien.-dijo el ojiazul, acercándose hasta quedar dentro del circulo-Enciende las velas.
El otro obedeció y comenzó a prender, una por una, las siete velas alrededor del pentagrama; había una octava, la cual se encontraba en sus manos.
Noruega extendió su mano libre para que el otro rubio la tomase: el rito había comenzado y éste no hubiera podido entrar al círculo sin invitación.
Luego comenzó a recitar las dos primeras estrofas, sin soltar el agarre con el otro; si lo hacía, su invitación quedaría anulada y el hechizo fallaría.
Reino Unido esperó en silencio, manteniendo la octava vela en alto, hasta que fue momento de arrojarla dentro del caldero, cuando las llamas de las otras siete empezaron a emanar humo negro.
Casi al instante, un espeso humo rojo empezó a salir del caldero, si bien no se elevó y al contrario comenzó a cubrir el suelo. Por lo pronto, el negro se mantenía flotando sobre ellos, cubriendo el techo.
- ¡Está funcionando!-exclamó emocionado el inglés al ver como prácticamente todo el piso había desaparecido; sólo se podía dilucidar el pentáculo, debido a que comenzaba a tomar brillo.
- Sí, todo está saliendo perfectamente.-dijo el ojiazul antes de arrojar el libro al caldero.
Inmediatamente, las hierbas dejaron de arder, el humo de salir y el círculo mágico se volvió completamente brillante, expulsando la niebla rojiza afuera de sí.
Las miradas de ambos se encontraron y esa vez fue turno del británico de extender su mano para que el otro la sujetara.
Ahora que estaban tomados de ambas manos, sólo faltaba realizar el final del acto: contacto físico entre los involucrados; y debía ser quien no había recitado el hechizo el que lo diera.
El escandinavo medio sonrió al ver el leve sonrojo en su opuesto; realmente se estaba divirtiendo bastante con él. Siempre lo había visto como alguien ruidoso pero se estaba dando cuenta que sólo lo era si lo sacaban de las casillas. Obviamente como él no era ni Estados Unidos ni Francia…
Cuando notó que el ojiverde comenzaba a acercarse, sus pensamientos se cortaron y por reflejo cerró los ojos, al ver que el otro también lo hacía.
El rose los hizo estremecerse levemente, pero al segundo notaron que no era para nada desagradable: lentamente comenzaron a intensificar la presión, sus lenguas se encontraron dentro de la boca del nórdico y sus brazos se asieron fuertemente al otro.
Noruega estaba sorprendido, puesto que para ser que el británico comía cosas horribles, sabía demasiado bien y su forma de besar dejaba en claro que no tenía sus años en balde; ligeramente, se preguntó qué otras cosas igual de bien sabía hacer con esa boquita.
- Mmmgh…-gimió el reinounidense, contra los labios contrarios, cuando las manos contrarias sujetaron su trasero y cintura; al llevar sólo la capa, el contacto era más palpable.
Si fuera en otra situación se habría apartado al instante; nadie podía tocar sus regiones tan a la ligera. No obstante el libro pedía algo de contacto íntimo sin estipular qué tan intenso, por lo que ambos habían acordado que con tal de obtener resultados, comenzarían lento y luego irían aumentando el acercamiento, hasta que lograran su cometido. No importaba el tiempo que les llevara y los límites que debieran traspasar, ellos…
- ¡Ey, Arthur! ¡¿Cómo es posible que no haya más…?!
Al sentir luz entrar al sitio, ambos abrieron los ojos de golpe y medio viraron hacia la puerta de entrada, sin despegar sus labios por completo hasta pasados unos instantes: allí estaba Estados Unidos, asomando por la puerta, con un frasco de café vacio en sus manos.
- E-e-e-e-en la ala…alacena, en…el se…gundo estan…estante.-dijo el mencionado con algo de dificultad, sintiendo como su rostro se acaloraba cada vez más-Y si falta azúcar…ha-hay que abrir una nueva.
- Ah! Thank you, lady! ¡Continúen, por favor, no quise interrumpirlas!-exclamó el americano, antes de cerrar la puerta.
- ¡No, espera!-exclamó al instante, extendiendo uno de sus brazos hacia la entrada-¡No es lo que…gaaaaah!-chilló sorprendido al sentir las manos de Noruega presionar sobre sus pechos desnudos.
Un momento, ¿pechos? ¿Y cuándo exactamente su túnica había sido desatada y había caído por sus hombros?
Al instante, viró hacia el otro y quedó completamente atónito al ver la nueva apariencia del nórdico: el cabello largo, los labios más carnosos, las pestañas curvadas, interesantes curvas femeninas bajo su capa…
Rápidamente se llevó una mano a sus propios cabellos y sonrió al notar que también eran largos.
- Realmente funcionó.-dijo el escandinavo, sin salir de su asombro y sin dejar de masajear los senos ajenos.
Cosa que pudo seguir haciendo sin impedimento alguno hasta que unos dos minutos después el estadounidense volvió al sitio para preguntar otra cosa insustancial -ya que según él, la chica similar a Reino Unido, parecía saberlo todo- y el inglés no pudo aplacar más la vergüenza sólo porque eso se sentía bien.
Ya saben, Arthur es un guarro xD ¿y Norge? ¿Ustedes qué creen? >DDD
Por cierto, esto continuará en un FrUK + USA espiando y en una especie de IceNor + Den espiando 8DU