Mentir
Diclaimer: Todos los personajes y lugares le pertenecen a J.K Rowling.
Personaje: Theodore Nott.
Palabras: 332
Vicio: # 12 Mentir.
Todo está cambiando, y para bien o para mal su destino quedará sellado en uno de los dos bandos. En Slytherin todos dicen que su lealtad está con el Señor Oscuro, que esperan el comienzo de la revolución más extraordinaria de ese siglo. Muchos dicen que la justicia llegará después, y la supremacía de los sangre limpia resurgirá. Tendrán privilegios sobre todas las demás razas, sucias en su mayoría. Y con el tiempo, es lo que aseguran todos, esa escoria será eliminada.
Podrá haber sangre, entrenamientos y desgracias, pero la victoria favorecerá a ellos: a los siempre puros, a los más antiguos.
Eso es lo que se oye en la Sala Común, desde que Theodore entró en su sexto año. Los cambios de afuera, tanto en el mundo mágico como en el muggle, y adentro ya se sienten, se ven y pronto se volverán comunes.
En Slytherin le son realmente fieles al Señor Oscuro, afirman los más sensatos por lo bajo y los más osados por lo alto.
Pero Theodore se ha dado cuenta de un punto que ellos ignoran y al que se debería dar importancia. Porque ese punto hace la diferencia entre las palabras y los pensamientos.
Todos mienten. Entre más alta sea la voz, mayor es la mentira. En realidad no hay distinción alguna entre los que hablan en susurros.
La mentira es grande, y es sostenida por el miedo de cada uno. Jamás han enfrentado situación parecida a lo que se está formando a las afueras del castillo, en el mundo real. Están confundidos, no saben qué pensar, cómo actuar y mucho menos qué decidir.
La guerra es grande y ellos pequeños, ¿Cuánto vale su vida y la vida de aquellos que les importa comparada con el valor de la guerra y el valor del triunfo?
Las pérdidas serán inevitables, y ellos aún no pueden llegar a comprenderlo. El miedo les quita el raciocinio, y sólo queda mentir.
Todos mienten, pero no importa -se murmura Nott-. Nada importa.
Personaje: Theodore Nott.
Palabras: 332
Vicio: # 12 Mentir.
Todo está cambiando, y para bien o para mal su destino quedará sellado en uno de los dos bandos. En Slytherin todos dicen que su lealtad está con el Señor Oscuro, que esperan el comienzo de la revolución más extraordinaria de ese siglo. Muchos dicen que la justicia llegará después, y la supremacía de los sangre limpia resurgirá. Tendrán privilegios sobre todas las demás razas, sucias en su mayoría. Y con el tiempo, es lo que aseguran todos, esa escoria será eliminada.
Podrá haber sangre, entrenamientos y desgracias, pero la victoria favorecerá a ellos: a los siempre puros, a los más antiguos.
Eso es lo que se oye en la Sala Común, desde que Theodore entró en su sexto año. Los cambios de afuera, tanto en el mundo mágico como en el muggle, y adentro ya se sienten, se ven y pronto se volverán comunes.
En Slytherin le son realmente fieles al Señor Oscuro, afirman los más sensatos por lo bajo y los más osados por lo alto.
Pero Theodore se ha dado cuenta de un punto que ellos ignoran y al que se debería dar importancia. Porque ese punto hace la diferencia entre las palabras y los pensamientos.
Todos mienten. Entre más alta sea la voz, mayor es la mentira. En realidad no hay distinción alguna entre los que hablan en susurros.
La mentira es grande, y es sostenida por el miedo de cada uno. Jamás han enfrentado situación parecida a lo que se está formando a las afueras del castillo, en el mundo real. Están confundidos, no saben qué pensar, cómo actuar y mucho menos qué decidir.
La guerra es grande y ellos pequeños, ¿Cuánto vale su vida y la vida de aquellos que les importa comparada con el valor de la guerra y el valor del triunfo?
Las pérdidas serán inevitables, y ellos aún no pueden llegar a comprenderlo. El miedo les quita el raciocinio, y sólo queda mentir.
Todos mienten, pero no importa -se murmura Nott-. Nada importa.