(no subject)
Diclaimer: Harry Potter no es de mi propiedad, le pertenece a J.K Rowling
Personaje: Theodore
Palabras: 256
Vicio: # 23 Soñar
Era una nueva vida. No sabía si sería temporal o en cambio se establecería permanentemente, en realidad no le importaba. Le bastaba con que estuviera a salvo de todo cuanto se desarrollaba en el otro continente, en la guerra apabullante que se resistía a todos los intentos de los magos por ponerle fin.
¿Huir de ella le convertía en un cobarde? Sí, dirían muchos, pero a él no le pesaba. Había hecho todo lo posible por sobrevivir, era algo innato tratar de mantenerse vivo, y refugiarse en otro país había sido la mejor opción.
El jamás se compenetró con alguno de los dos bandos. Hubiera preferido mantenerse al margen, pero no fue posible. No tuvo elección, y cuando menos lo esperó, formaba ya parte de las filas del Señor Oscuro.
Cuanto odió todo aquel tiempo que estuvo preso a las decisiones de ese poderoso pero extremista mago. Aquello no estaba hecho para él, era demasiado débil para lo que allí ocurría. Con todo y eso, logró escalar rápidamente a un alto mando. Pero nunca se sintió realizado y, cuando llegó su oportunidad, huyó.
Ahora exploraba la tierra a la que había llegado. Verde, exótica, fresca pero a la vez caliente. Un pequeño paraíso entre el mar y la civilización. Una pequeña Venecia. Era un país ideal para empezar de nuevo.
Tendría otro nombre, otro pasado, y toda una vida por rehacer.
Que aquel país dibujara para Theodore nuevos sueños. Él se perdería en ellos, soñando y volviendo a soñar, y con el tiempo olvidaría cómo despertar.
Personaje: Theodore
Palabras: 256
Vicio: # 23 Soñar
Era una nueva vida. No sabía si sería temporal o en cambio se establecería permanentemente, en realidad no le importaba. Le bastaba con que estuviera a salvo de todo cuanto se desarrollaba en el otro continente, en la guerra apabullante que se resistía a todos los intentos de los magos por ponerle fin.
¿Huir de ella le convertía en un cobarde? Sí, dirían muchos, pero a él no le pesaba. Había hecho todo lo posible por sobrevivir, era algo innato tratar de mantenerse vivo, y refugiarse en otro país había sido la mejor opción.
El jamás se compenetró con alguno de los dos bandos. Hubiera preferido mantenerse al margen, pero no fue posible. No tuvo elección, y cuando menos lo esperó, formaba ya parte de las filas del Señor Oscuro.
Cuanto odió todo aquel tiempo que estuvo preso a las decisiones de ese poderoso pero extremista mago. Aquello no estaba hecho para él, era demasiado débil para lo que allí ocurría. Con todo y eso, logró escalar rápidamente a un alto mando. Pero nunca se sintió realizado y, cuando llegó su oportunidad, huyó.
Ahora exploraba la tierra a la que había llegado. Verde, exótica, fresca pero a la vez caliente. Un pequeño paraíso entre el mar y la civilización. Una pequeña Venecia. Era un país ideal para empezar de nuevo.
Tendría otro nombre, otro pasado, y toda una vida por rehacer.
Que aquel país dibujara para Theodore nuevos sueños. Él se perdería en ellos, soñando y volviendo a soñar, y con el tiempo olvidaría cómo despertar.