Y a mi me hace ilusión la ilusión que te hace cada año. Me ha encantado la entrada. Tan profunda, tan sincera, tan sensata, tan interesante, tan didáctica...
Estoy de acuerdo (y además me parece un punto de vista muy interesante) en que la persona religiosa tiene que ser, en los aspectos en que se lo mande su fe intolerante. Ahora bien, la fe es una cosa completamente personal, por muchos dogmas que impongan las religiones, y uno siempre elige en qué creer.
Yo, por ejemplo, comparto con el cristianismo la creencia de que todos los seres humanos son hermanos, y que por tanto ninguno está ni estará jamás por encima ni por debajo de otro. Y soy un intolerante respecto a esta creencia, porque no estoy dispuesto a discutirla. Ahora bien, la iglesia católica (por poner un ejemplo) promulga una contidad de sandeces que no soy capaz de creerme, y no por ello dejo de considerarme una persona relativamente religiosa.
Iba a decir lo mismo que _ariom_. Claro que en el fondo todas las religiones tienen algún punto que no es opinable y por ello hay que ser intolerante. Pero cambia dónde se sitúa ese punto. No es lo mismo no tolerar ninguna alternativa a la afirmación "la mujer no tiene alma" que a la afirmación "todos los hombres son hermanos". Cuando se dice que la intolerancia es un defecto... Bueno, depende de qué sea lo que no se tolere, digo yo, ¿no? Porque yo hay un montón de cosas que no tolero. :P
No sabéis la alegría que me dais en vuestra defensa de la intolerancia bien entendida. Me confirmáis lo que sabía: que trato con personas sensatas y que piensan :) Porque ya está bien de chorradas del tipo "todo es opinable" y "todas las opiniones son respetables": en efecto, que las vacas no vuelan no es opinable, y la supremacía racial no es respetable. Por ejemplo
( ... )
La fe es personal, sin duda, pero hay muchas (¡muchas!) personas que la encuentran en el seno de una iglesia. Católica, pero pienso también -por casualidad conozco tres o cuatro casos- Evangélica. Y te puedo asegurar que esas personas, aunque la fe sea personal, al haberse "convertido" en el seno de una Iglesia, creen a pies juntillas todas y cada una de las cosas que dice dicha Iglesia. No razonan y llegan a las conclusión que les han dicho, sino al contrario: llegan a las conclusiones y luego buscan el razonamiento que las respalden
( ... )
En efecto, ese es el problema: la religión a la carta parece una cosa excesivamente poco consistente.
Lo que tú dices no es ni más ni menos que el agnosticismo, que, sin el menosprecio que hacen otros de los ateos, me parece una postura muy sensata, razonable y digna, en la que cada vez me siento más cómodo.
Con el poso intolerante del que hablo, recuerdo que en el colegio, de quien verdaderamente nos hablaban mal era precisamente de los agnósticos; nos los vendían como "pasotas", indiferentes, etc. En el fondo, el ateo tenía el prestigio, a los ojos del religioso, del "militante". Pero cada vez me doy más cuenta de que la opción agnóstica, la de reconocer la propia limitación a la hora de determinar algo así, me parece la más apropiada. Me identifico con la frase de García Márquez: "A veces, si lo pienso, me parece imposible que pueda existir Dios; a veces, si lo pienso, me parece imposible que no pueda existir Dios".
Tesis, tesis. Más que nada porque se me ha juntado con otro trabajo que tengo que entregar y me desbordé un poco. Pero bodonisans por su parte y vosotros por la vuestra me restituís a la cordura.
Comments 10
Me ha encantado la entrada. Tan profunda, tan sincera, tan sensata, tan interesante, tan didáctica...
Reply
(Pero me alegro de que te haya gustado tanto).
Reply
Yo, por ejemplo, comparto con el cristianismo la creencia de que todos los seres humanos son hermanos, y que por tanto ninguno está ni estará jamás por encima ni por debajo de otro. Y soy un intolerante respecto a esta creencia, porque no estoy dispuesto a discutirla. Ahora bien, la iglesia católica (por poner un ejemplo) promulga una contidad de sandeces que no soy capaz de creerme, y no por ello dejo de considerarme una persona relativamente religiosa.
Reply
Reply
Reply
Reply
(The comment has been removed)
Reply
Lo que tú dices no es ni más ni menos que el agnosticismo, que, sin el menosprecio que hacen otros de los ateos, me parece una postura muy sensata, razonable y digna, en la que cada vez me siento más cómodo.
Con el poso intolerante del que hablo, recuerdo que en el colegio, de quien verdaderamente nos hablaban mal era precisamente de los agnósticos; nos los vendían como "pasotas", indiferentes, etc. En el fondo, el ateo tenía el prestigio, a los ojos del religioso, del "militante". Pero cada vez me doy más cuenta de que la opción agnóstica, la de reconocer la propia limitación a la hora de determinar algo así, me parece la más apropiada. Me identifico con la frase de García Márquez: "A veces, si lo pienso, me parece imposible que pueda existir Dios; a veces, si lo pienso, me parece imposible que no pueda existir Dios".
Reply
Reply
Reply
Leave a comment