El asesinato

[alexiei]

El asesinato de Isaías Carrasco me llevó a dudar de si escribir o no el post anterior. Para qué. Al final lo he hecho porque quizá sea la mejor respuesta ante el terrorismo: continuar; no como si nada, pero sí continuar.

Arcadi Espada ha reflexionado sobre esto en la última entrada de su blog. Os copio un fragmento, duro pero significativo, porque

Comments

[_ariom_]

Aquí hasta el último mono quiere sacar provecho del muerto antes de que se enfríe. Cada partido barre para casa. Y hasta el bueno de Arcadi Espada lo usa subrepticiamente para criticar a los líderes políticos y considerarse así un escalón moral por encima de ellos.

[mashnun]

Me sumo a tu crítica: Espada parece que representa el Supremo Bien y la Sabiduría Política en sus escritos, como que está por encima de los políticos. Y en el fondo (no muy en el fondo) se deja llevar por sus filias y fobias más a menudo de lo que quizá debiera.

[alexiei]

La vida es así y se mezcla lo trágico y lo trivial: ayer quería escribir de estas cosas tan graves al mismo tiempo que participaba como apoyo desde casa -buscando en libros y google- de mi equipo en la Gymkhana que organiza el Ayuntamiento todos los años, compuesto, entre otros, por aseituno, flipor y la mujer de esbirro. Así que, por comodidad, recurrí en ambas entradas al copypaste en lugar de decir las cosas por mí mismo. Temo que eso haya distorsionado un poco la entrada por la personalidad y el tono excesivo del autor de la cita. Sería absurdo que negara a estas alturas mi simpatía (intelectual) por Espada, como que mashnun negara su antipatía (también intelectual), de la que ya hemos hablado. Soy consciente de los problemas del discurso de Espada, que son los apuntados por mashnun: excesivo dogmatismo en ocasiones, y un elitismo ni siquiera disimulado. Otra cosa es que en el contexto de la España de hoy donde todo el mundo se la coge con papel de fumar y se apunta siempre a la baja, a mí no me parezcan especialmente graves. Pero existen. En cualquier caso,

[mashnun]

Bueno, estoy de acuerdo en que, con tanta corrección política de por medio, la sinceridad es de agradecer. Con respecto al fondo: la condena rutinaria es más importante de lo que parece (aunque sea sólo porque, si no la efectúas, te ilegalizan el partido; otro asunto es la licitud de la Ley de Partidos, que me parece un espanto antidemocrático, pero bueno), y la unidad táctica (el Pacto Antiterrorista no dejaba de ser una táctica de unidad) es lo que más ha debilitado históricamente en lo político al terrorismo.

[mashnun]

Por una vez no voy a estar de acuerdo contigo: Arcadi Espada me parece un peñazo, y además me suele dar muy a menudo la sensación de que tiene de librepensador menos de lo que él pretende. Lo veo muy predispuesto a buscarle cinco pies al gato a determinadas personas / instituciones / situaciones. En este caso concreto, la frase de Ibarretxe no será la más afortunada del mundo (ETA no ha podido perder algo que nunca tuvo, está claro), pero de ahí a afirmar su inmoralidad y villanía me parece que hay un mundo: el señor Ibarretxe condenó claramente y sin paliativos el atentado, y Espada se deja llevar por su antinacionalismo con más frecuencia de la que debería.

[alexiei]

Aprovecho tu doble participación para hablar sobre Espada arriba, y aquí de Ibarretxe :)

Yo al principio decía lo que tú: Ibarretxe condena claramente y sin paliativos luego... Y es verdad. Pero me he tenido que rendir, con tristeza, a la evidencia. Para empezar, fíjate el grado de brazo que se han tomado los nacionalistas de tanto darles la mano, que casi implícitamente parece que le agradecemos a Ibarretxe que condene un atentado con dureza. Pero esto es lo de menos. El problema de fondo es que esa es la estrategia del nacionalismo vasco desde hace mucho tiempo (no se si deliberada o inconsciente): condenar los atentados de ETA -aunque sólo si son verdaderamente graves, nunca el terrorismo callejero- con las palabras más duras pero haciéndolo como si ETA fuera una cosa rara, ajena, una especie de desastre natural que se abate sobre Euskadi -y quién puede estar a favor de un desastre natural-, separándola radicalmente de todo el entramado político y social que le permite pervivir. Ibarretxe condena a ETA (estaría bueno que le

[mashnun]

Ibarretxe en concreto es un impresentable, en eso estamos de acuerdo los dos. Lo que no quita que su posición es difícil: estar de acuerdo en lo ideológico con una banda terrorista, y querer estar en desacuerdo en lo metodológico, debe de provocar cierta esquizofrenia. En cualquier caso, la reclamación independentista es lícita (aunque ser nacionalista a estas alturas, por muy de moda que esté, viene a ser tan lógico como declararse de la escuela Sturm und Drang).