Fandom: Prince of Tennis.
Claim: Atobe Keigo/Kamio Akira (Destiny Pair).
Tabla:
Tabla MomentosTema: #16 - Antojo.
Título: Antojos para Kamio.
Resumen: Kamio siempre tiene antojos, por suerte Atobe siempre está para calmarlos.
Advertencias: Shonen Ai. ¿OoC? Un poco, sí.
Rating: PG-13.
Disclaimer: Prince of Tennis no me pertenece, pertenece a su respectivo creador, en este caso Konomi Takeshi. Solo uso unos poquitos personajes para dejar volar la imaginación <3
Atobe Keigo, de veinte años, miraba a su novio entrecerrando los ojos. Para luego suspirar y escuchar la nueva petición que le tenía el pelirrojo. Estaba tan acostumbrado a los antojos de su novio que a esas alturas ya ni siquiera le importaba que el joven le despertase a mitad de la noche porque quería alguna cosa. Generalmente, y por gracia divina, siempre tenían la cocina bien provista de lo-que-fuese-que-quisiera Kamio aquel día.
- Bien, dime, ¿qué es ésta vez?- preguntó Atobe, observando los ojos de Kamio brillantes. No sabía si por el sueño (porque eran las 2 de la mañana) o si por la ilusión.
- Fresas con crema- sonrió alegremente Kamio Akira, de diecinueve años. Estaba muy feliz por tener un novio tan considerado como Atobe. Aunque Atobe realmente hubiese preferido un novio que no tuviese antojos la mitad del día. Pero, amaba a Kamio, así que estaba bien.
- ¿Sabes? Si fueses una mujer, los antojos me asustarían. Doy gracias a dios de que no eres una mujer- comentó Atobe, mientras levantaba un teléfono que estaba a un lado de la cama matrimonial y hacía el pedido de su novio.
- ¿No te gustaría tener un bebé? Incluso si no quieres, siempre te diviertes haciendo el proceso- sonrió divertido, a lo que Atobe le miró antes de reír entre dientes.
- Haz pasado mucho tiempo con Oshitari, le diré que debe dejar de verte- sentenció, para luego levantarse al escuchar que tocaban la puerta. Recibió la bandeja de plata con las fresas con crema y se le extendió a su novio.
- Gracias Keigo, eres el mejor novio del mundo- le sonrió el pelirrojo. Atobe suspiró, para luego volver a taparse con las sábanas pero vio el rostro de su novio muy cerca y cuando iba a preguntarle qué quería sintió que Kamio introducía una fresa a su boca.
Atobe masticó y luego sonrió de medio lado, al menos, su novio siempre compartía sus antojos con él. Se inclinó hasta Kamio y le besó, para luego compartir las fresas tranquilamente. Realmente, amaba a ese pelirrojo, y estaba pensando en que definitivamente no lo cambiaría por alguien que no tuviese antojos.