Fandom: Prince of Tennis.
Claim: Tezuka Kunimitsu/Kaidoh Kaoru.
Tabla:
Tabla 30 besos.
Tema: #01 - Mira hacia acá.
Título: Nuevo mensaje.
Resumen: A mitad de la clase, le llegó un mensaje.
Advertencias: Shonen Ai. Post-series. Posible OoC mas no probable. Casi AU, supongo también. Fluff.
Rating: PG-13.
Disclaimer: Prince of Tennis no me pertenece, pertenece a su respectivo creador, en este caso Konomi Takeshi. Solo uso unos poquitos personajes para dejar volar la imaginación <3
Kaidoh Kaoru todavía recordaba sus días de instituto, a pesar de que ya habían pasado unos cuantos años de esos días. Recordaba la primera vez que había efectuado su tiro: Serpiente Bumerán, contra Kamio Akira. Recordaba, por supuesto, su partido de dobles con Inui Sadaharu donde había perfeccionado la Serpiente y la había clavado en la zona de individuales. Recordaba muchas cosas, como su partido humillante contra Echizen. Pero, lo que más recordaba, era a su Capitán.
Recordaba tan claramente el rostro perfecto de su Capitán que se avergonzaba de sí mismo, porque no podía creerse que pudiese ver ese rostro con tal claridad. Claro, que en realidad de sorprenderse no era. Después de todo lo que había pasado junto a Tezuka Kunimitsu nadie debería sorprenderse de que tuviese su rostro siempre presente. Le dolía la cabeza al pensarlo, puesto que apenas y habían hablado desde que Tezuka había dejado el equipo a su cargo y se había ido a Alemania.
Seguía pendiente de él, pues mientras él estaba estudiando en la Universidad, Kunimitsu se hallaba ganando campeonatos en diferentes categorías y de diferente dificultad. Estaba claro que no tenía demasiado tiempo para hablarle, y eso para Kaoru estaba bien. No necesitaba que Tezuka le hablase todos los días para saber que de todos modos pensaba en él. Y es que, después de todo, lo sabía.
Pocos se habían enterado -y por pocos, nos referimos a todo el equipo de Seigaku además de Sanada Genichirou, Yukimura Seiichi, Kirihara Akaya, Atobe Keigo, Kamio Akira, Ibu Shinji, Shiraishi Kuranosuke y Kintaro Tooyama- pero Tezuka y Kaidoh habían mantenido una relación que a pesar de la distancia había sobrevivido hasta esos mismos días. Claro, era una sorpresa para todos que Kaidoh soportase una distancia tan grande y que pudiese ver a Kunimitsu solo una vez al mes y ser feliz.
Pero, para Kaoru no representaba problema.
Kaidoh siempre había tenido los pies puestos sobre la tierra, y nunca había necesitado que Kunimitsu estuviese cerca diciéndole que lo amaba o algo parecido. Las pocas veces que se veían, ni siquiera eran necesarias las palabras -aunque que Tezuka hablase poco por regla general ayudaba a ese pequeño hecho- porque con miradas y gestos se decían todo lo que necesitaban decirse. Lo poco que hablaban se dedicaban a preguntas respecto a la carrera de Tezuka y al estudio en el caso de Kaidoh.
Cuando despertó aquel día, Kaoru sintió una ola de mariposas en el estomago que le hicieron aturdirse y no comprender a que se debía aquella sensación. Una sensación cómoda, por supuesto, pero igualmente extraña. Se levantó y duchó, con la misma sensación e incluso desayunó de la misma forma. Negando con la cabeza, puso marcha y camino para dirigirse a la Universidad.
Aunque a muchos les sorprendiese, porque todos esperaban que Kaidoh se dedicase al tenis como su novio, Kaidoh había optado por estudiar Pedagogía en Educación Primaria. Cuando le preguntaban acerca de su elección (sobre todo porque iba a tener que trabajar con niños, y nadie se imaginaba a Kaoru trabajando con niños) él solo decía: "Quiero enseñar, y disfruto de hacerlo. No veo nada malo en hacerlo". Por supuesto que alguien como Kaoru nunca se alejaba realmente del tenis. Seguía practicándolo en sus ratos libres (y su novio era profesional).
Llegó a su primera clase y entró al auditorio en el cual se realizaba. Vio a muchos de sus compañeros, entre ellos el mismísimo Kamio Akira quien había decidido estudiar lo mismo que él. Muchos habían seguido su misma carrera (o quizás no tantos). Kintaro Tooyama estaba en un año por debajo de ellos, apenas había entrado aquel año. Kirihara Akaya también estudiaba con ellos, pero siempre llegaba unos minutos después de ellos (casi rozando el tiempo límite). Kamio y Kaidoh sabían que a pesar de vivir con sus novios (Yukimura y Sanada) el chico todavía se desviaba continuamente.
A mitad de la clase, cuando estaban trabajando en grupos, llegó un mensaje a su celular y alzó una ceja de forma curiosa bajo la mirada de Kamio y Kirihara. "Mira hacia acá" decía el mensaje, y era de número desconocido. Los chicos que trabajan con él vieron como Kaidoh miraba hasta la ventana del auditorio y como una sonrisa aparecía en sus labios. Sorprendidos, giraron también y comprendieron el por qué de la sonrisa en el rostro del joven. Tezuka Kunimitsu estaba ahí.
La clase terminó con lentitud para el trío de estudiantes, y cuando Kaoru salió del salón, fue casi corriendo hasta donde Tezuka estaba esperándolo. Sí, puede que no necesitase verle todos los días, pero cuando lo veía necesitaba ir con él y pasar su tiempo juntos. Unió los labios con los de su novio, suspirando de placer en el proceso y sintiendo las manos de Tezuka en su cintura. Ni siquiera se dieron cuenta de que Atobe Keigo llegaba a ver a su novio así como los novios de Kirihara y veían con una sonrisa de lado el beso que ambos compartían. Kaoru se giró, apenas para verles y escuchó:
- Hey, mira hacia acá- antes de sentir un nuevo beso.