Fandom: Haikyū!!
Claim: Kurō Tetsurō/Bokuto Kōtarō/Akaashi Keiji/Tsukishima Kei.
Tabla:
Tabla Misteriosa.Tema: #18 - Fortaleza.
Título: Tsukki's secrets.
Resumen: Akiteru sabía que su hermano estaba pasando por algo nuevo.
Advertencias: Yaoi. Poliamor. AU. Rating ??
Disclaimer: Haikyuu!! no me pertenece, pertenece a su respectivo creador. Solo uso unos poquitos personajes para dejar volar la imaginación <3
Akiteru conocía a su hermano como la palma de su hermano. Porque, aunque el pasado estuviese en su contra, Kei era un libro abierto para él desde que era un niño y seguía siéndolo. Conocía sus expresiones, sus preocupaciones, sus anhelos y deseos, y también sus decepciones. Y sí, sabía que él fue una en su tiempo por haberle mentido.
Como lo conocía, Akiteru sabía que su hermano tenía la mala costumbre de hacer alrededor de su corazón una fortaleza para que nadie la traspase y nadie pudiese dañarlo. Pero, apenas le vio cuando volvió a casa ese fin de semana, se dio cuenta que la fortaleza estaba derrumbándose alrededor de su hermano.
El rubio lo notó, porque era observador. Notó como la mirada de Kei se perdía más de lo que era costumbre, como se ponía nervioso por mensajes que llegaban cada cierto rato, como se sonrojaba cuando leía alguno, como intentaba ocultar lo más posible su sonrojo.
Akiteru lo notó, y se puso feliz pensando que su hermano por fin tenía a alguien importante para él.
Kei huyó a su habitación rápidamente, y Akiteru se quedó solo en el comedor después de cenar y sonrió divertido. Se fue disimuladamente a su habitación, aunque en realidad pasó frente a la habitación de Kei y ahí vio una nota.
“No entrar a menos que lo permita. Si eres Bokuto, Kuroo o Akaashi… Enserio, ¡NO ENTREN!”
Akiteru rio por lo bajo, y golpeó la puerta una vez antes de abrirla. En la cama, su hermano menor estaba acostado con la sábana cubriendo su rostro. El mayor se sentó a los pies de la cama, sabiendo que su hermano estaba despierto.
- Entonces… ¿quienes son Kuroo, Bokuto y Akaashi?
Akiteru esperó pacientemente, hasta que Kei salió de debajo de las sábanas e intentó mirarlo con odio.
- Mis novios…
- Ah, tus novios…
Akiteru sonrió, y después procesó lo que su hermano menor dijo.
- ESPERA, ¿QUÉ?
Kei rodó los ojos. Y mientras, justo fuera de la casa de los Tsukishima, Kuroo y Bokuto intercambiaban miradas mientras Akaashi los tomaba a cada uno por un brazo para llevárselos. No era buena idea pasar a ver a Kei esa noche, y probablemente ninguna en la que estuviese el hermano mayor de Kei.