Descansaba tranquilo, como cualquier otra noche, soy un país tranquilo, políticamente correcto. Por eso no me esperaba nada de lo ocurrido, estábamos bien, todo estaba bien. Un ruido seco y frío azotó mi conciencia. Un crujir de la tierra que ya no recordaba… Y vino el dolor, dolor punzante que se extendió por mi costado justo casi a la mitad de mi cuerpo, primero lentamente y fue aumentando en intensidad hasta enloquecerme. DOLOR DOLOR DOLOR.
Todo se movía y me retorcí sobre mi mismo presionando el lugar, intentando protegerlo, protegerme, mientras el dolor aumentó, invasivo, desde aquel punto hacia todo mi costado y mi torso, por poco y se me desarma el ombligo. Las heridas profundas se pusieron a flor de piel y se abrieron paso como yagas. Entonces la sangre. MI sangre. Comenzó a extenderse en un hilo que se engrosaba por la zona en mi costado mientras yo caía al suelo casi convulsionante. DOLOR DOLOR DOLOR.
A mi mente volaron recuerdos pasados ¿Cómo pude haberlo olvidado? Había estado tan tranquilo… ¡Maldita enfermedad! Decidía atacarme justo ahora!..
No sé cuanto tiempo había transcurrido cuando Michelle, ‘La gordis’, como me gustaba llamarla a veces, entró corriendo y me ayudó a semiincorporarme ya que no podía ponerme en pie…
-Manuel..? ¿Manuel? ¿Estás bien? MANUEL!- la oí gritarme con preocupación… Iba a ser tan difícil dejarla irse en pocos días más. Asentí débil con la cabeza, sintiendo ese malestar frío que me calaba ondo, claramente aún no miraba mis heridas…
Se levantó rápido abandonándome en la habitación, al parecer la prensa le esperaba afuera. Todos querían saber que había sucedido… Los de la ONEMI, que vendrían a ser como mi centro de diagnostico, ni siquiera me habían ido a mirar y le dijeron que todo estaría bien - “No hay riesgo de Tsunami, tranquila…”- NO! Mierda! NO! Si lo hay! Yo lo sé YO ME CONOZCO!.. Si hubiesen entrado a mirarme habrían visto la sangre en mi costado que comenzaría a regarse en cualquier momento… mi sangre, mis ríos, MI mar (Por mucho que esto pueda picar al boliviano).
Yo me conozco, el pueblo puede olvidarse, pero yo sé. Y los ancianos también!.. La desesperación me invadió al oír el comunicado mientras seguía encerrado en mi mismo sin fuerzas para gritar, sin poder comunicarme, avisarles. Demasiado confundido como para reclamar, demasiado inconsciente para despertar, demasiado herido para ir a gritarles la verdad, para interrumpirla… Demasiado asustado, demasiado dolido, demasiado herido… demasiado, demasiado.
¿Por qué? Estabamos tan bien, TAN bien… ¿Por qué justo ahora? ¿No podía haberse esperado unos 15 días para que le tocara en el cambio de gobierno? Pero ¿No habría sido peor entonces? Con niños en clases, con gente trabajando… aunque de noche.
Pobre Michelle… Y ni siquiera puedo sentirme lo suficientemente mal por ella. Con este dolor y esta confusión no tengo tiempo para eso… No tengo fuerzas para nada.
Los gritos, la sangre me regó el costado de pronto ¡LO HABIA OLVIDADO!.. Por la cresta! Y se venía la fiesta veneciana. Acababa de pasar la semana lebulense hacia poco, ¡ERA NOCHE DE VIERNES A SABADO! ¡La costanera! ¡El festival de viña!.. ¡Todas partes weón! ¡Qué mierda! ¡Nos fuimos a la cresta..!
Las alarmas se encendieron rojas mientras yo me iba a negro, o quizás lo estaba hacía rato, ¡Demonios! No entiendo nada, no escucho nada, la gente habla a mi alrededor. Sé que Jones me observa, que mis vecinos se han alarmado. Hasta Antonio ha vuelto a poner su mirada en mi, Bonnefoy, los Vargas, la mitad de esos europeos de estirada homosexualidad e incluso los asiáticos como Honda o Yao. Todos hablan y no comprendo, no escucho, ni siquiera puedo sentirme a mí mismo y la gordis trata de tranquilizar al mundo mientras yo me sacudo en nuevas convulsiones que ya no siento realmente.
Confusión, dolor, sé que la gente corría, las olas arrasaron sin piedad. Los autos se apresuraban, la carretera se abrió, las pasarelas cayeron, los puentes, mis piernas estaban adormecidas hacía rato y no sentía parte de ellas desde que la conexión se cortó.
A medida que recupero la razón he sentido venir nuevos ataques, nuevos remezones, un poco más suaves y cortos que el primero, pero no lo suficiente como para que no significasen nada… Lo poco que quedaba en pie cayó también, y las olas de pánico se extendieron como pólvora en el pueblo herido con cada nueva sacudida…
Me dicen que han ofrecido ayuda, ya sé que la mirada del mundo se detuvo en mí por un momento. Sé que mi ataque tuvo una particular repercusión en la mayoría. Aunque aún desconozco del todo a qué nivel, sé que ha sido tan rápido que, de hecho, ellos mismos se enteran todavía de todo. Sé que algunos me miran con rencor, con preocupación y otros con lástima, hasta hay quien se regocija (¡vaya enfermos!)… Sé tantas cosas tan claro, cómo sé que nadie puede curarme…
Y ellos… ellos también lo saben. Yo debo pararme solo al final, por más ayuda que me ofrezcan, nadie tiene vendas suficientes para mí. Mi enfermedad no tiene cura ni la tendrá nunca… Sólo-sólo creí poder jugar a ser feliz un rato luego de tanto lío, creía que al fin podría estar bien aunque fuese un momento.
… Pero Chile cambia de golpe. Para variar.
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*Corre de un lado a otro con los brazos en alto* WIII LO PUBLIQUEEE WIIII!!! o.O hem... eso. Es lo primero que escribo mas 'oficialmente' de latinhetalia... los otros han sido cortitos como de entre 100 y... pocas palabras mas xDU! como los aregle luego los publicaré tambien o_oU...
APAPACHOOOSS!!!