Untitled.
Fandom: Axis Powers Hetalia
Claim: Dinamarca/Suecia
Advertencias: Ninguna~
Notas: Por fin update para 30vicios >_< !! Tengo otro prompt a medio escribir, pero no me he inspirado para el final xDu
Link a la tabla~
Nada se hace nunca por la razón correcta.
Dinamarca sujetó fuertemente la mano desnuda de Suecia. El contacto cálido de su piel le infundía valor, y en ocasiones como aquellas, sentados ambos a las orillas del mar báltico, se sentía capaz de decir y hacer cualquier cosa que en ningún otro momento se hubiera atrevido siquiera a imaginar.
-Te prometo...- le dijo, con la voz infantil que tenía un pequeño país en vías de desarrollo, y los ojos verdes y brillantes de Berwald se posaron en él. -...te prometo que algún día, todo esto será nuestro. Hasta donde alcanzan a ver tus ojos, y todavía más allá.
Y Suecia le sonrió. Suecia siempre sonreía para él, observándolo en silencio y apretando el agarre de sus manos sobre la arena. Ambos eran niños por aquél entonces, y Dinamarca, con la determinación de la juventud, se prometió a sí mismo que se esforzaría cada día, hasta que le dolieran las costillas y sus rodillas se doblaran, para convertirse en un país que pudiera ser digno del amor de Berwald. Para que su sonrisa siguiera siendo suya, siempre, y que nadie en el mundo se atreviera a opacar su luz.
Claim: Dinamarca/Suecia
Advertencias: Ninguna~
Notas: Por fin update para 30vicios >_< !! Tengo otro prompt a medio escribir, pero no me he inspirado para el final xDu
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Nada se hace nunca por la razón correcta.
Dinamarca sujetó fuertemente la mano desnuda de Suecia. El contacto cálido de su piel le infundía valor, y en ocasiones como aquellas, sentados ambos a las orillas del mar báltico, se sentía capaz de decir y hacer cualquier cosa que en ningún otro momento se hubiera atrevido siquiera a imaginar.
-Te prometo...- le dijo, con la voz infantil que tenía un pequeño país en vías de desarrollo, y los ojos verdes y brillantes de Berwald se posaron en él. -...te prometo que algún día, todo esto será nuestro. Hasta donde alcanzan a ver tus ojos, y todavía más allá.
Y Suecia le sonrió. Suecia siempre sonreía para él, observándolo en silencio y apretando el agarre de sus manos sobre la arena. Ambos eran niños por aquél entonces, y Dinamarca, con la determinación de la juventud, se prometió a sí mismo que se esforzaría cada día, hasta que le dolieran las costillas y sus rodillas se doblaran, para convertirse en un país que pudiera ser digno del amor de Berwald. Para que su sonrisa siguiera siendo suya, siempre, y que nadie en el mundo se atreviera a opacar su luz.