¡Yay! ¡He vuelto! ¡Y con más Pre-Nath por fin! Oooh, treinta y tres páginas en total... Me siento orgullosa de mí misma XD
...Un día tendré que publicar la versión íntegra y editada UXD
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Su voz se apagó, y Win se dio cuenta de que se había distraído repasando con el dedo la piel rayada del felino. Pero todo estaba bien porque, como siempre, había una sonrisa pintada en sus ojos.
Winry se apoyó en su hombro para ver mejor al animal. Éste se estiró y maulló graciosamente, y se acomodó (aún más) sobre las rodillas del joven. "Es muy mono" comentó ella. "Podríamos adoptarl..."
"¡¡¡ALPHONSE ELRIC!!!"
...Ay.
Una pesada - y enorme - mano se posó delicadamente sobre su hombro, haciéndole pensar, y no muy descaminado andaba, que después de aquello necesitaría una prótesis en aquel lugar. Armstrong, desconocedor de aquel ínfimo detalle, recalcó su saludo con unas palmaditas amigables que sirvieron para propulsar a Al fuera del banco y dentro de la fuente próxima.
"¡AH, LA NUEVA GENERACIÓN!" exclamó, aparentemente inconsciente de su propia fuerza. "¡YA NO RESISTÍS NI UNA CARICIA! ¡MI ORGULLOSO PADRE, PHILLIP GARGANTOS ARMSTRONG, BIEN SE ENCARGÓ DE QUE SUS HIJOS CRECIÉRAMOS CON LA SALUD Y VITALIDAD QUE PROPORCIONAN LOS PAMATES EN EL DESAYUNO! ¡QUÉ LÁSTIMA QUE YA NO SE ENSEÑE ASÍ EN LAS FAMILIAS, ALPHONSE ELRIC! ¡TANTOS AÑOS SIN COMER NADA TE HAN DEBILITADO!"
Por el bien de su salud mental, Winry decidió no preguntar qué era un "pamate" y en su lugar dirigir su atención a temas de actualidad:
"Esto... Teniente... Disculpe, pero está usted estrangulando a mi marido..." dijo.
Afortunadamente esto distrajo al titánico militar de su discurso y permitió al chico, dicho sea de paso, recuperar el color normal de su cara. Dos segundos más tarde, no obstante, Winry se arrepintió de haber hablado al verse arrastrada al medio del torbellino de colores en que de repente se había transformado la plaza donde estaban. A Al por poco se le salieron los ojos de sus órbitas al ver a su joven y embarazada esposa dar vueltas por el aire a unos dos metros del suelo sujeta por los dos hercúleos brazos del Teniente Coronel.
"¡¡AH, LA SEÑORITA ROCKBELL!! ¡USTED SÍ QUE ES UN EJEMPLO DE VIGOR Y FORTALEZA! ¡¡PORTAR EN SU VIENTRE LA SEMILLA DE DOS HOMBRES!! ¡¡¡MIS MÚSCULOS CANTAN DE ALEGRÍA ANTE TAL MUESTRA DE VALOR!!!"
Ahora sí, Winry estaba segura de que Central entera sabía lo de su embarazo.
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Momentos antes de la puesta de sol, Edward entraba en su tienda de campaña dispuesto a cumplir con su deber y escribir una laaaarga carta a su familia contando las novedades del día. Con esa serían ya doce las que guardaba bajo la almohada, esperando tener el valor de enviarlas.
"Queridos Al, Win y ese bebé que está en la barriga:
Hoy he derribado un muro de tres metros de alto encima de seis hombres armados."
Pero, ¿cómo iba a mandar unas cartas que no hablaban más que de la mierda que estaba viviendo a los seres que más quería en todo el mundo?
"Era broma. Tan sólo fueron cuatro. Los otros dos no llevaban armas."
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Una hora y diecisiete minutos antes del crepúsculo, rotas ya las filas, la tropa del General Mustang se reunía en el campamento para reponer fuerzas tras la exhaustiva jornada. Los que desde luego no podían descansar eran los médicos, cuya tienda estaba más llena que de costumbre aquel día. Hawkeye misma tuvo que ser quien se desinfectara la herida siguiendo los consejos de uno de los encargados mientras éste atendía a otro enfermo. Lo que ya no tuvo tan fácil fue ponerse las vendas, por lo que cuando Havoc y Breda entraron en la tienda, se la encontraron luchando por ponerse dos metros de tela alrededor del hombro y mantener al mismo tiempo la toalla con la que se cubría el busto en su lugar. Havoc se apresuró a ayudarla.
"El disfrazarse de momia no le servirá para huir de aquí, Capitán" bromeó, consiguiendo una hermosa mirada asesina de Hawkeye. Una última vuelta a la venda, una tira de esparadrapo para sujetarla, y todo listo. Riza se levantó de la camilla y probó, sin éxito, a mover el brazo. Un pinchazo le indicó que quizás sería mejor dejarlo quieto.
"Capitán" - llamó Breda - "¿Viene a cenar con nosotros? Ahí fuera están encendiendo una hoguera, y..."
Sus ojos se detuvieron en la toalla más tiempo de lo que podía ser cómodo para la mujer. "...Aunque sería mejor que se pusiera algo encim..."
¡PLAF! La tela que cubría la puerta de la tienda voló milagrosamente hacia la cara del orondo militar, donde se estrelló con un sonoro estallido. Roy Mustang entró detrás con cara de pocos amigos.
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So there. Ahora necesito pensar una escena RoyAi no muy idiota... y un fic Nath/Lotte, just because.