Hay ocasiones en las que se te hace un regalo, un regalo de caja de cartón con motivos neoyorquinos, rematada en vinilo, que resulta tener dentro un pesadísimo pisapapeles de cristal. Una pieza cara, un envoltorio caro, ningún tipo de color, tonalidad, o intención real más allá del continente y contenido de firma. Cuando a ti te habría encantado un
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