El penultimo capitulo!! ~ Lo siento muucho por la tardanza. No es tan largo, pero al menos creo que explica algunas cosas :)
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‘Y en otras noticias, aun no se sabe nada acerca de aquel cruel y loco asesinato, ¿cierto?’
‘No, muchas personas creen que es obra de algo sobrenatural’
‘¡Ha! Las personas creen cualquier cosa…’
Y de pronto, la televisión de apagó.
Nino dejó su vaso en la mesa asustado, y caminó hasta la sala, ahí estaba Ohno dejando el control remoto sobre el sofá.
“¿Por qué hiciste eso?” preguntó Nino, era obvio que Ohno había apagado la televisión.
“¿Por qué ves esa clase de noticias? A mí no me gustan, reportar sobre la muerte de una persona no es bueno… ¿qué hay con el respeto?”
Nino solo permaneció callado ‘Como si yo tuviera la culpa de eso…’ pensó, pero en lugar de decirlo, hizo un puchero y se dirigió a la cocina, de nuevo, para comenzar a servir el desayuno.
Ya había terminado de servir ambos platos, cuando sintió unos brazos alrededor de su cintura. Unos suaves labios se posaron sobre su mejilla, y Nino sonrió.
“¿Qué haces?”
“El desayuno” respondió Nino.
“Luce delicioso…”
“Gracias”
Nino caminó de regresó a la cocina para tomar los vasos cuando un ruido en la puerta lo distrajo. “Creo que alguien llama” se escuchó la voz de Ohno desde el comedor “Iré a abrir”
Nino sacó el jugo del refrigerador, y apenas se escuchó el sonido de la puerta al abrirse cuando el sonido de otra vez fue audible hasta la cocina. Una voz chillona y entusiasmada.
“¡NINO-CHAAAAN!”
‘Oh por dios, Aiba’ Nino salió corriendo de la cocina. Ahí estaba el mayor, parado a un lado de Ohno quien miraba a Nino con cara de extrañado.
“Ehem…” Nino no sabía por dónde comenzar. “Bien él es mi amigo Aiba Masaki, Aiba él es Ohno Satoshi”
“Oh, ¿Ohno-san?, ¿Tu novio?”
Nino cerró los ojos, tratando de contener las ganas de golpear a Aiba en la cara, ¿por qué debía decir las cosas sin pensar siempre?
Sin embargo, cuando volvió a abrirlos, pudo ver una pequeña sonrisa en los labios de Ohno. Nino sonrió también.
“Si, Aiba lo es. Y la verdad es que, creo que debe estarse preguntando que rayos haces aquí en mi casa tan temprano” Nino hizo especial énfasis en toda la frase, esperaba que Aiba captara las cosas.
“Oh, verás. Yo siempre vengo a la casa de Kazu por las mañanas, desde que se compró su departamento. Somos amigos desde hace mucho tiempo así que siempre me gusta estar en contacto con él…”
“Y por eso vienes a robarte mi comida”
Ohno sonreía ante toda la discusión mientras terminaba su desayuno.
“¿Haces el desayuno? Yo quiero, me serviré” Aiba caminó dentro de la cocina buscando un plato en el cual servirse.
Nino llevó las bebidas a la mesa. “Lo siento” murmuró mientras se sentaba. “Aiba siempre viene por las mañanas, se me había olvidado”
“No te preocupes… Es gracioso”
Nino dejó salir un suspiro al escuchar un ruido como de platos en el suelo proveniente de la cocina. “No te preocupes” volvió a repetir Ohno, posando una mano sobre la del menor, sonriendo.
Al instante un plato se posó frente a las dos manos juntas. Era Aiba quien había llegado con su Omurice listo para comer.
“Los Omurice de Nino siempre son los mejores”
Nino volvió a suspirar. “Estás comiéndote el mío”
Aiba dejo de masticar, viendo su plato asustado. “No importa, me hare otro”
Se levantó y caminó hacía la cocina otra vez.
“Y, ¿qué harás hoy Ohno-san?” Aiba intentó abrir una conversación.
“Pues no lo sé, yo creo que…” Su teléfono había comenzado a sonar. Ohno lo sacó de su bolsillo y lo vio. Era un mensaje.
Los ojos de este se abrieron completamente asustados.
“Creo que debo irme ya”
“¿Ahora?” se escuchó la voz de Nino desde la cocina.
“Si, lo siento. Estuvo delicioso y fue un placer conocerte Aiba-san”
“Igualmente” respondió Aiba.
Ohno caminó hacia la puerta, al llegar se topó con Nino esperándolo.
“¿Ya te vas tan pronto?”
“Si, aún tengo algunas cosas del trabajo que hacer”
“Está bien”
Nino se inclinó hacia adelante para depositar un beso sobre los labios del mayor.
“¿Nos vemos después?”
“Si, yo te llamo”
Y sin más, Ohno salió del departamento de Nino.
“¿Y bien…?”
Nino se dio media vuelta, Aiba estaba detrás de él y sonreía de oreja a oreja.
“¿Qué quieres?, ¿Ya terminaste de comer?”
“¿Qué hacía Ohno-san aquí?”
“Aiba, no pienso decirte nada, así que ya no preguntes más…”
“¡Vamos! Soy tu mejor amigo… debes contarme”
“¡No!”
“¡Nino…!”
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Ohno entró a su departamento completamente asustado, mirando a todos lados en busca de alguien. Había tenido un horrible viaje de camino aquí, casi se había estrellado contra un auto y casi había atropellado a unos niños que cruzaban la calle.
Todo porque su mente no podía apartarse de ese mensaje que había recibido.
‘Ayúdame’ decía este. Pero no era eso lo que lo había preocupado, era la persona que había mandado el mensaje.
Parado a la mitad del pasillo, respiró profundo para intentar tranquilizarse y pensar con claridad. Por ningún medio posible esa persona podría mandarle un mensaje… No era posible… No… si solo…
“¿Shinigami-san?” Murmuró en medio de la semi-claridad de su casa.
“¿Qué?, ¿Ya vas a dejar de ignorarme?”
Ohno caminó despacio hasta su sofá y se dejó caer sobre él.
“¿Tu tuviste algo que ver con ese mensaje?”
Silencio.
“Parecía que te olvidabas por completo del plan…”
“Pero…”
“Yo solo pensé que tal vez él te diría eso si te viera… Aunque sería más apropiado algo como: ‘Tonto, deja de jugar y ayúdame’. Si, algo como eso sería mejor”
“¿Por qué? Eso no ha sido divertido”
“Tampoco lo que tú haces es divertido”
Ohno se levantó molesto. Nada de esto le parecía bien, pero sabía que no podía discutir con él, así que se dirigió a su habitación.
“¡Oye! Te dije que él quería hablar contigo”
“Ya deja de jugar, ¿quieres?”
De pronto, una fuerza extraña comenzó a jalarlo hacía aquella habitación a la que no había entrado desde hace meses. Intentó escapar, cerrar sus ojos para no ver lo que había hecho.
Pero sabía que todos sus esfuerzos eran inútiles, que al final… terminaría diciendo que sí.
Sin importar cuales fueran sus sentimientos por Nino.
Pero en cuanto lo vio ahí, tendido, sobre aquella cama. Su cuerpo tan frágil y delgado como nunca. A Jun ya no le quedaba mucho tiempo aquí.
Eso… Eso era lo que había tratado de decirle, ¿cierto?
Ohno suspiró, una lagrima resbalando por su mejilla.
No podía seguir haciéndole esto al menor, era demasiado egoísmo.
Tal vez, solo tal vez…
“¿No crees que ya va siendo hora de que recuerdes lo que querías al principio?”
Ohno observó el rostro perfecto pero pálido de Jun. Aquel rostro que tanto había amado y que había significado tanto para él hace años.
Pero ahora… No sabía cómo pensar acerca de él.
Jun sin duda estaba muy débil. Pero Ohno había hecho una promesa.
Y no lo había arriesgado todo para después renunciar, ¿o sí?
¿A cuántas personas había asesinado ya? Ohno no quería pensar mucho en eso.
Pero tal vez… Por algún motivo… Si podía abstenerse de hacerle daño a esta persona, solo a esta.
¿Jun lo amaba no? Sin importar que hiciera, y Ohno ya no quería que este sufriera más por su culpa.
“Está bien”
“Perfecto, entonces yo espero…”
“Llévatelo”
Ohno nunca pensó que diría esas palabras.
“¿Qué?”
“Llévate a Jun”
“¿Estás seguro?”
“Yo sé que el estará mejor sin mi”
“¿Qué? ¿Acaso esta es tu forma de hacerte sentir menos culpable? Tú lo mataste, ¿lo recuerdas?”
Ohno negó con la cabeza. No quería recordar nada de eso.
“Detesto a las personas que no cumplen sus promesas. Me has hecho perder mucho tiempo. Una persona como él, que está más muerto que vivo no me sirve en absoluto”
Ohno frunció el ceño.
“Así que… Como un castigo… Me llevare a ese tal Ninomiya también”
“¿Qué?”
“No seas tan egoísta. Rompiste una promesa con el también. Creo que es más que justo”
“Pero…”
“Tu escoges. O uno, o ninguno”
“¿Eso significa que… tengo que hacerlo? ¿Matar a Nino?”
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Listo ! Se que no es largo pero espero les guste (: Ya pronto terminare este Mini-fic! AL FIN!! y me quedan 2 por terminar n.n//
GPL~