Sin duda, es una tontería. En el fondo pensar en ello me retrotrae unos cuantos (cada vez más vive dios) años atrás, cuando estrenaba unos zapatos. La intensidad de la emoción, el cuidado y el mimo con el que me entregaba a mantenerlos impolutos, al menos, los primeros días, y esa sensación de sentirme especial y bien
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Comments 8
Por cierto, lo de la cama es repetible cada vez que te compras sábanas buenas. ya verás, ya verás...
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Y la camita, madre mia, menudo cambio!
un abrazo.
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Un abrazo, por cierto te tengo que llamar para unos temillas.
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Llamame cuando quieras y a ver si nos vemos.
un abrazo
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a ver si poner fotos o alg, al menos de esa cristalera :)
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:-)
P.
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pero todo se andara
te vendras en feria?
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Espero que esa nueva cama vea mucha acción de la buena. ;) Yo la de matrimonio no la uso porque me recuerda a ella y duele un poquillo con lo de la distancia. Pero al dormir tan poco en esa y siendo la única habitación en la que no dejo entrar a Soma, siento muchos de esos pequeños grandes placeres que describes, sobre todo al cambiar las sabanas y dejarlo todo limpito y meterme. Es como un mundo a parte del resto de la casa entre tanto kaos y pelos.. -.-¡ Ofú los pelos.. Seguro que tú nunca tendrás un perro. xD Te daría un patatús. jaja
Ahora poco a poco ves dejando tu impronta en la casa, con lo básico sobra, con el tiempo seguro que se nota que es tu castillo aunque el rey ande fuera de casa. =)
PD: No te olvides del foso, ayuda a mantener a raya al caballero negro. xD
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