Me comí un pedazo de tarta de cereza sentado en la mesa de la cocina. Mi madre siempre horneaba pastel de cerezas para mi cumpleaños. Todos los años después de que mi padre la trajera a casa el día que nací. Según mi madre, mi padre era descuidado con las mujeres y el dinero, gustaba del alcohol de buena calidad y bebía en exceso. Suena a hombre desesperado. Supongo que los tres pasteles de cerezas que compró bajo los efectos del alcohol fueron deliciosos. Mis padres se divorciaron apenas dos meses más tarde de haber comido aquellos pasteles de cereza, pero no recuerdo como me sentí por aquel entonces, solo que mi padre era un completo alcohólico. La verdad es que nunca me causó problemas. Simplemente se quedó atascado en este estilo de vida que mi madre y yo le brindábamos. Perfectamente seguro, acogedor y sencillo. Eso consiguió acabar con él.
-Ah, por cierto, el sistema de alarma del jardín sigue apagado, pero supongo que no importa
Mi madre se puso en pie lentamente, estaba empezando a subir de peso y su cuerpo se hacía cada vez más lento.
-Si un gato se acercara al jardín, la alarma empezaría a sonar y el Departamento de Asuntos Públicos vendría de inmediato. Sería bastante engorroso
El uso de la palabra -engorroso- se hacía cada vez más presente en su forma de hablar.
-De todas maneras, parece tan joven -dijo volviendo a la pantalla- me resulta imposible creer que pueda ser un riesgo tan alto para el vecindario-
VC. Un V-chip era un chip para los individuos violentos. En el pasado era el nombre que recibían los chips de silicio que se usaban en los televisores estadounidenses para restringir el acceso a ciertos tipos de programación. Si se instalaba en un televisor, se podía establecer para evitar escenas especialmente violentas etc. Si no recordaba mal, el nombre vino de la FCC estadounidense en 1996.
Pero en Nº 6 el VC era algo mucho más serio. A las personas declaradas culpables de asesinato, intento de asesinato, robo o asalto se les implantaba ese chip en el cuerpo, a través del cual un ordenador podía rastrear la ubicación del preso. VC se había convertido en una especie de -registro familiar- para alguien que ha cometido un crimen atroz.
-Me pregunto que habrá hecho para merecer el chip.
Si seguía portando el chip, el sistema de búsqueda podría localizarlo fácilmente, entonces deberían ser capaces de apresarlo sin alertar a los ciudadanos. Sin embargo el asunto había llegado tan lejos que fue informado en un comunicado público, instaurando el toque de queda tras la huida del VC, con lo cual, seguramente era imposible localizarlo.
¿Podría haberlo inutilizado auto disparándose…?, no, eso no es razonable.
Para ser la primera vez que veía una herida de bala, estaba claro que había sido causada desde cierta distancia. Si el chip hubiera estado en su hombro y hubiera querido retirarlo, la herida resultante hubiera sido mucho más serie acompañada de una quemadura. Sin duda habría sido mucho peor de lo que vi.
-A pesar de que hoy es tu cumpleaños, está siendo bastante aburrido, ¿verdad?
Mi madre suspiró mientas salpicaba de perejil el guiso que estaba cocinando. Últimamente había desarrollado el hábito demasiado frecuente de describir las cosas como -aburridas-.
La verdad es que ambos nos parecíamos bastante. Los dos éramos neuróticos y socialmente ineptos. La gente que nos rodeaba simplemente eran buenas personas y no daban problemas. Tanto mis compañeros de clase como el resto de la población eran bastante tranquilos, intelectuales y de buenos modales. Nadie usaba jamás la violencia verbal o física. Dentro de esta comunidad no había cavidad para gente extraña. Por supuesto, todo el mundo tenía acceso a la atención sanitaria fuera cual fuese su dolencia. En un mundo donde todos disfrutaban de una tranquila y pacífica vida, mi madre junto con muchos otros iba aumentando de peso progresivamente y cada vez más añadía a su vocabulario diario palabras como -engorroso- o -aburrido-.
Rómpelo.
Destrúyelo.
¿Destruir el que?
Todo.
¿Todo?
La cuchara se me resbaló de la mano.
-¿Te pasa algo?, te ves disperso
Mi madre me miró. Su cara redonda de pronto esbozó una sonrisa.
-¡Qué raro es verte tan distraído!, ¿Te traigo otra cuchara?
-No, gracias, no te preocupes
Intenté forzar una sonrisa. El corazón me latía tan rápido que dolía. Me bebí el vaso de agua mineral que tenía delante de un solo trago.
Herida de bala, sangre, VC, ojos grises, ¿Qué demonios era todo esto? Esas cosas nunca habían existido en mi mundo hasta hoy. ¿Por qué aparecieron en mi vida, así de repente?
Tuve un presentimiento. Una premonición de que un gran cambio de aproximaba. Justo como un virus que se infiltra en una célula para modificarla o destruirla, algo que tal vez podría cambiar o incluso destruir mi mundo.
-¿Shion? ¿Te sucede algo?
Esta vez, mi madre me dirigió una mirada seria.
-Lo siento mamá. Estoy preocupado por mi informe, así que mejor iré a comer a mi habitación
Sin pensar en que le estaba mintiendo me puse en pie y salí de la estancia.
-No enciendas la luz
Dijo en voz baja justo cuando entré en la habitación. No me gusta la oscuridad, por lo que siempre suelo dejar las luces encendidas aunque no esté en mi habitación. Ahora todo estaba completamente a oscuras.
-Pero no puedo ver nada
-Eso es bueno
No podía moverme si no veía nada. Estaba congelado mientras sostenía en mis manos la bandeja con el postre y el guiso de mi madre.
-Eso huele bien
-Es estofado y tarta de cerezas
Le oí silbar en la oscuridad.
-¿Quieres un poco?
-Por supuesto
-¿A oscuras?
-Por supuesto
Poco a poco empecé a caminar. Le oí reírse por lo bajo.
-¿No sabes desenvolverte a oscuras ni en tu propia habitación?
-Lo siento, pero no soy muy nocturno. ¿Tú puedes ver en la oscuridad?
-A fin de cuentas soy una rata. Obviamente puedo hacerlo…
-VC103221
Ratón se congeló en el acto.
-Obtuviste un primer plano en la televisión. Eres famoso
-Jaja, pero definitivamente el real es infinitamente mejor, ¿no?. Oh, ese pastel está muy bueno
Me senté en la cama mientras mis ojos se acostumbraban a la oscuridad, poco a poco pude ver al ratón.
-¿Te escapaste?
-Por supuesto
-¿Y qué pasa con el chip?
-Todavía lo tengo
-¿Piensas en otra operación?, Dame un respiro…
-Pero…
-Estaré bien, de todos modos no funciona
-¿A qué te refieres?
-El VC es solo un juguete. Es fácil de romper
-¿Solo un juguete?
-Sí, un juguete. Para el registro, la ciudad entera es como un gran juguete. Un juguete barato que se ve bonito en apariencia
Ratón terminó de rebañar el plato de estofado y el pastel. Suspiró satisfecho.
-¿Así que estás seguro de que puedes escapar del centro de la ciudad donde la seguridad es mayor?
-Por supuesto
-Las personas que no están registradas en la ciudad están catalogadas como intrusos, y hay estrictos controles para detectarlos. Ese sistema se extiende por toda la ciudad
-No sabes nada. El sistema que tanto -adoráis- no es para nada perfecto, es más tiene un sinfín de agujeros
-¿Cómo puedes estar tan seguro de eso?
-Porque no soy parte del sistema como el resto de la sociedad. Vosotros no podéis ver más allá así que encajáis perfectamente con esta ciudad falsa y utópica, pero la realidad es bastante diferente. Bueno, al menos así lo veo yo
-No lo creo
-¿El qué?
-No creo que esta ciudad sea utópica
Las palabras se me escaparon casi sin pensar. Ratón se quedó en silencio. Solo había oscuridad delante de mí. No había indicios de su presencia. Al parecer, si que era un ratón después de todo. Un pequeño animal nocturno al acecho en la oscuridad.
-Eres raro
Dijo en un susurro mucho más débil que antes.
-De verdad
-Eres raro. Eso que acabas de decir no es algo propio de alguien de la alta elite. ¿No estarías en problemas si las autoridades de la ciudad se enterasen?
-Sí, supongo que sería un problema
-También acoges a un fugitivo que porta un VC y al que siguen las autoridades… eso también es un problema. Parece que te estoy causando bastantes problemas
-No te preocupes
De repente me agarró del brazo. Sus dedos delgados me aferraron fuertemente.
-¿De verdad estás de acuerdo con eso? Tus historias no son de mi incumbencia, pero me sentiría culpable si algo llegase a pasarte por mi culpa, si te arruinase la vida no creo que pudiera perdonármelo…
-Parece que tienes un fuerte sentido del deber
-Mi madre me crió para que no le causara problemas a otras personas
-¿Entonces te vas a marchar?
-Por supuesto que no. Estoy cansado y afuera hay un tifón. Ahora que finalmente consigo una cama, creo que dormiré aquí
-Hipócrita
-Mi padre me enseñó que hay un tiempo y un lugar para todo
Me soltó el brazo.
-Me alegro de que resultaras ser un bicho raro
Susurró Ratón.
-Ratón
-¿Sí?
-¿Cómo llegaste a Kronos?
-Eso es confidencial
-¿Puede que escaparas del centro penitenciario de la ciudad?
-Por supuesto que sí. Pero no me colé en Nº 6 por mí mismo. Me trajeron en contra de mi voluntad
-¿Te trajeron?
-Sí. Normalmente se le suele llamar -escoltaron- (bajo guardia armada, por supuesto)
-¡Escoltaron! ¿A qué sitio de la ciudad?
En el Bloque Oeste, se encontraba el centro penitenciario de máxima seguridad. La Oficina se encargaba de las solicitudes de permiso para entrar en Nº 6. Era fácil acceder para las personas con permisos especiales pero aquellos que no los poseían necesitaban al menos un mes tras presentar su solicitud. Y por si no fuera poco, la duración de la estancia tenía un tiempo límite. Naturalmente como había bastante lista de espera la gente se acumulaba en esa zona esperando su permiso con lo que por los alrededores habían bastantes hoteles, restaurantes, etc., a la par de bastantes personas que desarrollaban sus negocios allí. Yo nunca había puesto un pie allí pero parecía ser una zona bastante interesante. También había una cantidad mayor de delitos. Se podría decir que era una zona de alto riesgo para el resto de los ciudadanos de la ciudad. En el centro penitenciario el periodo de encarcelamiento, de entre un año y cadena perpetua, se determinaba en función de la edad y los antecedentes penales, así como la gravedad del delito. No había pena de muerte. Es cierto sentido, el Bloque Oeste era como una especie de rompe olas contra el crimen. Era la -primera línea de defensa- para que la delincuencia no entrara en la ciudad. Si un VC fue escoltado desde el interior del Bloque Oeste de la ciudad. ¿A dónde lo llevarían y con qué fin…?
Ratón se metió en la cama.
-Probablemente hacia la Gota Lunar
-¡La Torre Principal!
Me sorprendí.
-¿Por qué te llevaban al centro de la ciudad?
-No te lo voy a decir. Probablemente es mejor que no sepas nada
-¿Por qué?
-Estoy cansado. ¿Te importa dejarme dormir?
-¿Qué quieres decir con que es mejor que no lo sepa?
-¿Acaso puedes olvidarte de algo después de haberlo escuchado? ¿Puedes hacer como si nunca lo hubieras oído? ¿Puedes hacerte el tonto? Puede que seas inteligente, pero esa es una habilidad que solo los adultos suelen tener
-No sabes…
-Lo que tú digas. En cambio sí que debería hablar de lo de antes
-¿Eh? ¿De lo de antes?
-Lo del grito en la ventana
Me había visto. Mis mejillas me ardían.
-La verdad es que me asustaste. Acababa de colarme en el jardín y estaba pensando que hacer cuando asomaste tu cara por la ventana
-¡Espera un segundo!
-Entonces me acerqué para ver que estabas haciendo y me sorprendió cuando empezaste a gritar. Ver a una persona gritar bajo la lluvia…
-¡Cállate!
Salté encima del ratón. Pero acabé aterrizando sobre la almohada. Ratón voló hacia mí con una velocidad increíble apresándome las manos. Mi cuerpo hizo una brusca media vuelta y acabé cayendo sobre mi espalda con él sentido a horcajadas encima de mí fijando fuertemente mis dos brazos por encima de mí con una sola mano. Apretó las piernas sobre mi cintura. Mis dedos empezaron a adormecerse de inmediato. Todo fue muy intenso. Estaba siendo apresado sobre mi propia cama con tal fuerza que me era imposible ofrecer alguna resistencia. La cuchara del guiso apareció misteriosamente en la mano libre de Ratón. Puso el mango en mi cuello y lo arrastró a través de mi garganta.
-Si esto fuera un cuchillo…
Se inclinó sobre mí y me susurró al oído derecho.
-Ya estarías muerto
Los músculos de mi garganta se contrajeron. Pero… Wow.
-Guau, ¿Cómo hiciste eso?
-¿Qué?
-¿Cómo consigues reducir a alguien con tanta facilidad? ¿Puede que por los puntos de presión?
La fuerza que me inmovilizaba desapareció. Y al mismo tiempo el cuervo de Ratón se encorvó. Estaba temblando de risa.
-Definitivamente eres divertido. Muy divertido. Nunca se sabe por dónde vas a salir
Envolví los brazos alrededor de Ratón y los metí debajo de su camisa. Estaba ardiendo. Su piel se sentía caliente y sudorosa.
-Esto no es bueno… tienes fiebre. Deberías tomar un antibiótico
-No te preocupes… solo necesito dormir
-Acabarás más débil aún si la fiebre no desaparece. Estás ardiendo
-Tú también estás muy caliente
Susurró suavemente mientras respiraba profundamente.
-La gente es tan caliente cuando están vivos…
Se quedó dormido. Y antes de darme cuenta, yo también me quedé dormido sosteniendo su cuerpo febril.
A la mañana siguiente Ratón había desaparecido. La camisa a cuadros, las vendas, y el botiquín habían desaparecido con él.