Habitación de Adolphe - Media tarde

[cute_hyacinthe]

Había pasado varios días enfermo. Por momentos no podía abandonar la cama de tan débil que se sentía. Pero cada tanto, no podía evitar desobedecer las órdenes del médico y se paseaba aburrido sin saber qué hacer entre su habitación y la de su madre. Sus juguetes le producían un tedio horrible. Terminó rompiendo la mayoría de ellos en terribles

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[sandrinefilleul]

Entró sin llamar a la puerta esperando que Hyacinthe dormitase. Llevaba días postrado al sentirse delicado, ella iba un par de veces durante la jornada para ver como se encontraba.

Cuando cerró la puerta encontró al pequeño entre las sabanas de su cama algo alterado. Sandrine avanzó con prontitud hasta su lado tropezando levemente con una esquina de la alfombra.

-Monsieur, ¿Se encuentra bien? ¿Desea que llame al médico? ¿Necesita agua?- Preguntó nerviosa mientras se arrodillaba al lado del lecho.

[cute_hyacinthe]

El pequeño negó con la cabeza como respuesta a todas las preguntas de Sandrine. Con cuidado fingió que se acomodaba las sábanas mientras deslizaba la libreta debajo de su cuerpo.
Sonrió de repente, ocurrente.

- Mejor si quiero algo...Quiero un postre.

No tenía hambre, pero era una escusa perfecta para quedarse solo de nuevo y leer un poco más del diario de su madre.

[sandrinefilleul]

“¿Un postre?”

Se levantó con agilidad mientras miraba extrañada los restos del desayuno inacabado sobre su bandeja.

-Por supuesto, iré a las cocinas en busca de alguno.- Comentó mientras se dirigía hacia la salida. Aunque a mitad del camino se percató de que la alfombra con la que antes había tropezado estaba doblada, mal colocada. Agachándose para ordenarla reparó en un soldado de madera descabezado y sin brazos que asomaba bajo la cama.
Alargando el brazo lo tomó entre sus dedos, avanzó hasta la mesilla de noche y dejándolo allí reanudó su salida de la estancia en silencio, cerrando la puerta tras de si.

“Quizás ma pettite Hyacinthe sufra más de le que deja entre ver…”

[cute_hyacinthe]

Hyacinthe suspiró cuando Sandrine abandonó la habitación. Sacó el cuaderno forrado en cuero, y cuando se disponía a seguir leyendolo notó que un sobre asomaba de entre sus páginas. Lo tomó entre sus manos indolente, pensando que se trataría de otra pesada carta del rey.
Abrió grandes de asombro sus ojos claros cuando vió que se dirigía a él, y más aún cuando descubrió el remitente.

"Théodore...Ma cher Théodore. ¿Porqué mi madre me ocultó su carta?"

La abrió rápidamente y comenzó a leerla:

"La resolución de los asuntos que mencioné se ha dado antes de lo que esperaba, así que si lees esta carta es porque te la he entregado personalmente. Estoy muy emocionado, amigo, en pocos días nos veremos.""La carta es de hace una semana