{trad. español} Default State Of Being - Capitulo 9.

Feb 20, 2014 16:06



Numero de palabras: 3,278
Beteado por yue_kissys <33 gracias a todos los que leen y comentan... y los que esperan un mundo para que actualice (?) btw perdón por la demora u_u no me golpeen pls. Disfruten la lectura..

nueve;
---Dos meses, 14 Días después del contacto inicial---
Kyungsoo no era feliz. No, en absoluto. Jongin era demasiado alegre, prácticamente, saltaba de alegría cuando lo empujaba del auto a pesar de las quejas del mayor. Nunca había sido bueno escuchando. La visión del conocido bar, hizo a Kyungsoo luchar contra el más joven, mientras lo sacaba a la fuerza del vehículo. La última impresión que tuvo del lugar no fue de las mejores, sabiendo que probablemente se había humillado a sí mismo, siendo el hazme-reír del dueño. No parecía poder desanimar a Jongin en lo más mínimo, Kyungsoo tuvo que preguntarse, si el más joven alguna vez se preocupaba por su estado emocional.

―Si estás intentado dejarme una cicatriz de por vida, lo has logrado. ¿Qué más quieres?

―Sólo quiero que conozcas a alguien.

Kyungsoo plantó sus pies firmemente en el piso en un intento de quedarse, pero Jongin era demasiado fuerte ―¿Recuerdas lo qué paso la última vez? ¿no?

El brillo en los ojos de Jongin fue suficiente para hacer a Kyungsoo ceder. Oh, definitivamente esto no era bueno. Sintió la tentación de seguir luchando pero ambos sabían que de todas maneras saldría perdiendo, por lo que su cuerpo quedó flojo, dejándose arrastrar hasta el lugar. Rápidamente echó un vistazo para detectar si había algún rastro de Kris, su estómago se asentó un poco, al no verlo por algún lugar. Al menos, quizás una pequeña parte de su dignidad permanecería intacta.

―Kyungsoo, me gustaría que conozcas a Baekhyun.

El mayor miró a la persona frente a él, vestido con ropa ajustada, prendas completamente llamativas y su pelo con gel ―Por favor, no me pidas que te la chupe.

Baekhyun y Jongin se rieron, pero Kyungsoo no le encontraba gracia. Aquí había un aura, y quería romperlo. Entrecerró los ojos ante el dúo, lanzando una mirada para ambos, antes de que su vista se estableciera en Jongin.

―No te preocupes tanto ―dijo su torturador, deslizando un brazo alrededor de su cintura ―Déjame compensarte.

Cinco minutos más tarde estaba completamente seguro de que iba a matar a Jongin. Lentamente. Una vez más estaba en la oficina de Kris, pero ahora, atado a una silla, con el ceño fruncido hacia el hombre que se encontraba frente a él mientras intentaba no prestarle mucha atención a la otra persona que deambulaba por la habitación. No habría sido tan malo si quizás solo fueran él y Jongin, o si sus pantalones siguiesen puestos, pero en realidad, sus pantalones y boxers estaban a la mitad de sus muslos, se sentía un poco expuesto. Sus uñas enroscadas en el plástico de la silla mientras intentaba aflojar la cuerda, alrededor de sus muñecas.

―¿No dije que cuidaría de ti? ―Dijo Jongin, casi susurrando y dejando caer su trasero en las piernas de Kyungsoo. El mayor se inquieto aún más, odiando la forma en que reaccionó, cuando las manos se fueron dirigiendo por la piel desnuda de sus piernas. Una oleada de escalofrió cubrió su piel y el hombre sobre su regazo, rió. Kyungsoo nunca sintió tanto disgusto en toda su vida, por una persona.

―No entiendo como esto entra en esa categoría ―dijo Kyungsoo, a través de sus dientes apretados, mientras un dedo se arrastraba abajo hacia su pene completamente suave. Por supuesto, no iba a quedarse así por mucho tiempo, si Jongin no lo llegase a detener, aunque no es probable que lo haga.

―Sólo confía en mí. Baekhyun es realmente bueno en lo que hace ―confianza, era la última cosa que Kyungsoo podría adquirir en estos momentos, pero había una cálida mano acariciando lentamente su polla a pesar de no querer calentarse tanto con esto.

―Y exactamente ¿qué es lo que él hace? ―un rubor de extendió desde su cuello hasta su rostro cuando gimió al terminar de hacer la pregunta. El tono exigente se fue en una dirección completamente diferente y sus caderas se movían nerviosamente en las garras de Jongin. Esto era totalmente injusto. Jongin sólo sonrió en respuesta y su estomago se sacudió. Todo lo que consiguió fue un beso, aunque haya sido un muy buen beso, enturbió su cerebro cuando Jongin acaricio su completa dureza.

―¿Listo?

Antes de que Kyungsoo pudiera responder, Jongin abandono su regazo y una ráfaga de aire fresco lo golpeo dejándolo tiritando en la silla. La forma en que Baekhyun fue caminando para llenar el espacio vació en la silla, le dejó una sensación diferente a las carreras de escalofrío que pasaban a través de él. Kyungsoo observó con cautela, sintiendo al pequeño hombre, que ahora se sentaba en sus piernas, destapando la botella de lubricante y frotando un poco sobre la punta de su pene. Era frió, por lo que se sacudió involuntariamente. Baekhyun murmuró una disculpa y le dio una sonrisa que reflejaba sinceridad. Algo que Jongin nunca hubiera hecho.

Baekhyun comenzó a frotar sus manos rápidamente, pero el escritor estaba un poco demasiado concentrado en el líquido espeso que estaba en su polla. Sus nervios aumentaban por cada segundo, dejó salir un gemido cuando una cálida mano se deslizó a lo largo de la cabeza de su pene y al costado. Sintió los labios de Jongin al lado de su cuello, el más joven, ahora estaba detrás de él para así poder besar su piel expuesta. Todo lo que Kyungsoo podía hacer era inclinar su cabeza hacia atrás y permitirle a Jongin salirse con la suya mientras las manos ágiles de Baekhyun comenzaban el lento proceso de tortura.

Ahora, Kyungsoo era quien recibía, de todas las pajas en su vida ninguna era como esta. La cual, podía ser una experiencia de la que se avergonzaría y llegar a ser condenado a las profundidades del infierno porque, era jodidamente increíble. Baekhyun era claramente un experto, sus largos dedos envueltos alrededor de su polla, acariciando con solo la cantidad suficiente de presión. Un pulgar tentándolo mientras se desliza por su hendidura antes de presionar un punto sensible por debajo de la cabeza, Kyungsoo gimió, empujando sus caderas por más, pero siendo incapaz de moverse. Jongin, empezó a susurrar cosas sucias al oído, el calor de su aliento deslizándose por su cuello, sólo se sumaba al ataque.

Cuando Kyungsoo sintió que se acercaba, los lindos dedos de Baekhyun se contrajeron en un círculo alrededor de la base de su pene y se mantuvo allí hasta que su respiración de calmó y sus gemidos murieron al ser sustituidos con un gruñido de frustración. Jongin y Baekhyun riéndose, pero una vez más, Kyungsoo, no le encontró gracia a ésta situación. Se había rendido de intentar liberar sus manos hace un buen rato, en estos momentos sólo quería bajar de la silla, haciendo que sus brazos se sacudieran en la atadura. Un gemido de placer escapo de sus labios mientras las caricias comenzaban otra vez, más rápido y más fuerte, estaba seguro de que esta vez podría venirse.

―Por favor ―quejó, sabiendo cuanto iba lamentar el sonar tan necesitado. Baekhyun estaba a punto de detenerse de nuevo, pero miró hacia arriba y corrió su mirada de Kyungsoo hasta Jongin en su lugar. Hubo un guiño y Kyungsoo casi sollozó, mientras sus muslos comenzaban a temblar. Se hundió más en la silla, ojos concentrados en el hábil deslizamiento de las dos manos alrededor de su polla, la sensación era demasiado buena. Tan jodidamente excitante. Jongin tomó su rostro y lo besó, lenguas trabadas hasta que finalmente llegó al clímax. La silla entera se movió cuando sus caderas intentaron levantarse y Jongin tragó cada gemido que se arrastraba desde el fondo de su garganta. Baekhyun lo acarició, hasta que Kyungsoo se calmó y Jongin pudo liberar su boca. ― Wow.

―Como puedes ver, dije que cuidaría de ti ―dijo Jongin con una sonrisa.

―Te odio.

Y aunque su primer encuentro fue mezclado con sexo ―lo que era culpa de Jongin― a Kyungsoo le agradó Baekhyun, lo suficiente como para formar una amistad real. Además Baekhyun, le dio a Kyungsoo algunos de los consejos más oscuros que jamás había recibido antes. ―Los hombres gays calientes son algo raros cuando encuentran a otro, es necesario cogértelo y elegir entre si deseas o no lamentarlo más tarde. Yo simplemente escogí no lamentar algo ―por supuesto, Baekhyun se había retractado de esa declaración para establecerse con el único, Chanyeol.

--- Día de hoy ---

En estos momentos el último lugar al que Kyungsoo quería ir, era al bar, pero una llamada telefónica de un frenético Baekhyun lo hizo ir de todos modos. Maniobro a través de un conjunto de gente, pasando sin molestias mientras estaba de pie la barra. Sus ojos arrastrándose a lo largo del lugar, el estomago revolviéndose del miedo de ver a Jongin, en algún punto del lugar. A pesar de que ahora sabía con exactitud, cuáles eran sus sentimientos hacia el más joven, no sería fácil. De hecho, seria condenadamente difícil permitir sentirse así y no entrar en pánico de negación. Lo que también significaba, que él quería estar lejos de su presencia. Lo último que necesitaba, era que Jongin lo descubriera.

El miedo enroscado en su estomago sólo iba empeorand gracias al bajo de la música vibrante a través de sus pies. También estaba el pequeño detalle de aquella noche con Sehun, que desconocía si Jongin sabia de ello o no. No es como que hubiese sido discreto acerca de ello, prácticamente estuvo comiéndose la cara del chico a dos puestos más allá de uno de los mejores amigos de Jongin. Pero no quería que Jongin se enterara. Incluso, si el más joven sólo pensara en él, sólo para follar, Kyungsoo estaba lo suficientemente perdido como para necesitar a nadie más que a Jongin. Fue tentado a pedir una bebida sólo para quitar todo pensamiento de su cabeza, pero Jongdae estaba ocupado y Baekhyun no estaba en alguna parte.

Se las arregló para llamar la atención del barman, su mano deslizándose a través de la madera para tirar de su camisa mientras entregaba unas cervezas a la pareja que se encontraba a su lado. ―¿ Baek? ―llamó en voz alta. Jongdae señalo la pista de baile, incapaz de decir algo más, cuando se trasladaba hacia los clientes del al lado quienes requerían su atención. Kyungsoo suspiró. Tenía miedo. Con el ceño fruncido, dejando la barra, y haciendo su camino hasta la masa de cuerpos bailando en medio, con la esperanza de encontrar a Baekhyun, para así poder irse lo más pronto posible. Si realmente hubiese habido una emergencia, habría dudado de que su amigo estuviera bailando.

Baekhyun no estaba bailando. Kyungsoo lo encontró cerca del centro del círculo, brazos luchando para transportar a otro cuerpo que claramente no estaba dispuesto a moverse voluntariamente. El deseo de abandonar a Baekhyun allí fue casi abrumador, pero terminó ayudándolo de todas formas, dándole a su amigo una mirada cautelosa mientras hacían contacto visual. Baekhyun prontamente, liberó el dominio sobre su víctima y se dirigió hasta Kyungsoo.

―Deberías hablar con él. Yo no puedo ―susurró en el oído de Kyungsoo. Y entonces se fue, dejando a Kyungsoo parado allí, casi temiendo mirar a la persona que Baekhyun no había podido quitar del suelo.

Lástima que Jongin lo vio primero.

El hombre estaba cubierto en sudor y envuelto alrededor de Kyungsoo, cuerpos presionándose firmemente juntos mientras sus brazos estaban enrollados alrededor de su cuello. Kyungsoo no podía luchar con esto, además de la multitud de gente alrededor, casi sofocándolos. No estaba seguro de si era Jongin quien olía tan fuerte hasta que aventó su aliento en su rostro. Definitivamente, Jongin estaba ebrio. Esto era algo nuevo. Nunca antes había visto a Jongin así, fuera de sí. Seguro bebió y ocasionalmente terminó bastante embriagado para estar riéndose como una colegiala, así como aquella vez en que Kyungsoo lo besaba por el cuello haciéndole cosquillas. Pero esto, era completamente diferente.

― Soo ―ronroneó Jongin en su oreja, incluso no pudo reprimir el escalofrío de deseo que viajó por su cuerpo al sentirlo decir su nombre.

―Vamos a casa.

―No ―Jongin hizo un puchero aferrándose a Kyungsoo, lo más apretado posible, oprimiéndose junto a él con el constante ritmo de la música a pesar de que el mayor aún seguía de pie. ―Baila conmigo.

―No, tenemos que sacarte de aquí ―intentó guardar las calma, quitando suavemente el cabello de la cara de Jongin antes de agarrar su muñeca para tirarlo hacia adelante. Pero para Jongin fue poco, porque siguió agarrándolo firme y obligando a su cuerpo a balancearse con la música.

―Nunca hemos bailado juntos ―dijo Jongin en su oído, provocando otra oleada de deseo en el mayor. ―¿No se siente bien? ―y presionando sus frentes juntas, Jongin atravesó su pulgar, por el labio inferior de Kyungsoo antes de intentar inclinarse para darle un beso. Fue con cierto pesar para Kyungsoo, empujarlo fuera de su alcance, aunque sólo, lo suficiente para ver el gesto en la boca de Jongin. En su lugar, tomó su mano entrelazando los dedos, dando algunos tirones para indicarle que quería que Jongin lo siguiera. No estaba seguro de cuál sería su reacción, cojeaba hacia adelante con sus piernas un poco inestables, lo suficiente para que el mayor tomara el control y lo sacara de la muchedumbre. ―No quiero irme ―se quejó Jongin, en cuanto vio la salida a la cual Kyungsoo lo estaba guiando.

―Necesitas dormir ― añadió Kyungsoo, dejando a Jongin presionarse nuevamente contra él, con los ojos adormilados. Debería ser un puto crimen lucir tan sexy.

―¿¡Por qué, Kyungsoo!? ¿Estás intentando llevarme a la cama? ―estaba todo sonriente mientras estaba allí, envolviendo sus brazos alrededor de la cintura de Kyungsoo, antes de presionar un beso justo debajo de la oreja ―Sabes que soy algo accesible.

Cualquier idea que Kyungsoo tuvo sobre esta tarde, se desvaneció y dio un paso atrás, lo que obligó a Jongin a seguirlo por la puerta hacia el aire fresco de la noche. La declaración de Jongin lo golpeó justo en el intestino, la culpa y el amor no correspondido mezclados juntos, con lo desganado que el joven se veía a sí mismo. Quería asfixiarlo en palabras tranquilizadoras y besos, pero ahora no era el momento. No cuando era poco probable que Jongin no recordara algo en la mañana.

Kyungsoo pensó que estaban teniendo un progreso decente, en casi todo el camino hasta su auto antes de ser tirado hacia otra dirección. Su espalda chocó contra la piedra fría y Jongin estaba frente a él, lamiéndose los labios antes de caer de rodillas.

―¿Qué diablos estás haciendo? ― exigió Kyungsoo, intentando conseguir el agarre suficiente como para tirar al otro hombre y dejarlo en pie.

― Déjame hacer esto por ti ―dijo Jongin, sus dedos comenzando a desabrochar el botón de sus jeans mientras luchaba contra el agarre de Kyungsoo.

―Detente ―ordenó, tratando de moverse fuera de la pared, pero las manos sobre sus caderas lo empujaban de vuelta a su posición ―DETENTE Jongin ―dijo con más fuerza y esta vez pareció entender.

―¿Por qué? ―Jongin sonaba como un cachorro pateado, acción que hizo doler el corazón de Kyungsoo. Bajando hasta el suelo para quedar frente a Jongin, acariciando cuidadosamente al costado de su rostro.

―Eres mejor que esto.

―No lo soy ―su voz se quebró, las lagrimas se acumularon en sus ojos y empezó a temblar ―Esto es lo único para lo que soy bueno, esto es todo en lo que siempre he sido bueno.

―Te equivocas ―finalmente Jongin miró a Kyungsoo, con los ojos muy abiertos y brillantes ―Tu cuidaste de mi.

―Te follé.

Eso dolió. Visiblemente Kyungsoo retrocedió antes de ponerse de pie, lagrimas humedeciendo sus ojos. ― Levántate. Te llevaré a casa ―su voz era fría y apenas podía reconocerse el mismo, pero las palabras de Jongin lo cortaron profundamente. El más joven no se movía por lo que Kyungsoo tuvo que arrastrar sus pies mediante los dedos envueltos apretadamente en su brazo. Tiro de él hasta el coche y dejó caer a Jongin en el asiento. Condujo en silencio, saco las llaves de Jongin de su bolsillo antes de llevarlo a su casa. No se molestó en prender las luces, llevó a Jongin a su cuarto y lo empujó contra la cama ―Duerme ―ordenó. Jongin le dio un último vistazo, el cual Kyungsoo no pudo descubrir antes de enterrar su rostro en la almohada y desmayarse.

Sentía que cada parte de él explotaría, un retorcido nudo en su garganta y las ganas de llorar, lo obligaron a que algunas lágrimas se derramaran por sus mejillas. Quería decir que odiaba a Jongin, gritarle y tirarle cosas, exigirle que le devolviera su vida. Pero no odiaba a Jongin. Lo amaba tanto que dolía y verlo así, lo estaba matando. Sus entrañas comenzaban a destrozarse y la voz de Jongin repetía eso último que dijo, una y otra vez en su cabeza hasta que ya no pudo soportarlo más.

Antes de irse, saco varias botellas de agua del refrigerador y las dejó sobre la mesita, al lado de la cama de Jongin. Además de dejar una nota junto a ellas, un afectuoso "Bebe abundante líquido, imbécil" garabateado en amarillo. Y así, se fue en silencio, guardándose todo para él.

Kyungsoo no salió de su apartamento ni contesto el teléfono durante días.

Un encuentro con su editor, fue lo que finalmente lo llevó de vuelta al mundo, sentado frente a su amigo en su cafetería favorita. Intentó dejar de pensar en cuantas veces había estado en el mismo lugar con Jongin mientras conversaba con Luhan. El hombre frente a él reía, líneas alrededor de sus ojos y una sonrisa en su rostro demasiado grande para ser atractiva, pero de todos modos, hizo reír a Kyungsoo. Estaban a punto de terminar con su café, en la conversación sobre su ahora terminado libro, y el cambio de fragmentos al azar de la vida del otro, desde la última vez que habían hecho esto.

―Luces distraído ―dijo Luhan, poniendo su mano a través de la mesa para que esté sobre la de él.

Kyungsoo suspiró y se deslizó un poco más lejos en su silla ―Es complicado ―murmuró, pero no quitó la mano.

―Puedes hablar conmigo, ya sabes. Quizás no pueda hacer mucho, pero eres mi amigo.

―Soy tu sueldo ―bromeó Kyungsoo.

―Bueno, también eso. Pero prefiero un amigo como tú, antes que el dinero.

El tintineo de la campana sobre la puerta sonó, señalando la entrada de otro cliente. Kyungsoo miro hacia arriba, sus ojos cayeron sobre la conocida figura de Jongin caminando con la cabeza gacha y las manos metidas en los bolsillos. Podía sentir su corazón acelerándose, tragó fuerte sobre el nudo en la garganta. Vio a Luhan mirar hacia un lado, observando mientras Jongin hacia su camino hasta la barra para ordenar. Fue entonces cuando Jongin lo vio, sus ojos cayendo hacia el par sentado en la mesa, la mano de Luhan seguía cubriendo la de Kyungsoo. Los ojos de Jongin revoloteaban entre ellos antes de que su café fuera entregado y se las arreglara para fruncir el ceño y arrastrar sus pies.

Kyungsoo no podía moverse.

―¿Quién era? ―pregunto Luhan, luego de que Jongin lo perdió de vista.

―Es complicado ―Kyungsoo no tenía fuerzas para hablar de esto ahora, por lo que cambió de tema ―¿Cuándo fue la última vez que tuviste una cita? ―preguntó repentinamente, porque una idea descabellada, ahora se formaba en su mente.

―Hace mucho ― respondió Luhan, arrugando la nariz ―No he tenido tiempo de conocer a gente como solía hacerlo. ¿Por qué?

―Hay alguien a quien me gustaría que conozcas ―Pensó que Luhan era totalmente, el tipo de gusto que tenía Sehun. Así que después, ambos podrían agradecerle.



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