Fecha de estreno original: 29 de Abril 1994
Guión: Howard Gordon & Alex Gansa
Dirigido por: Jerrold Freedman
Gordon y Gansa vuelven a hacer de las suyas formando tándem. Y, aunque no está del todo mal parido, tampoco es que les salga un episodio para tirar cohetes.
Eso sí, los de los cástings de niños chungos de esta serie vuelven a hacer su trabajo, y contratan a una cría que te pone los pelos de punta con solo mirarla. Teniendo en cuenta que la niña chunga tenía que interpretar a un policía corrupto vengando su muerte en el cuerpo de una niña de 9 años a la que le da por decapitar muñecas, no sé yo si a Gillian Anderson no le entrarían los 7 males de pensar en que pronto iba a ser mamá herself. No es tan buena como las niñas de Eve, y ciertamente cuando abre la boca pierde parte de su creepismo, pero mientras no habla realmente da muy mal rollo.
También contratan a Janice!bestsecundariadeFriendsever, que por entones era la novia de Duchovny (que anda que no se lo pasó bien en esta serie haciendo desfilar por ella a unas cuantas de sus novias) e increíblemente, aunque no le cambian ni el peinado, consigue hacer que te olvides de Janice en nada. Y eso que, viéndola doblada al castellano le cambia mucho la voz y ayuda, pero en inglés sigue teniendo su voz de pato que irremediablemente te parece que va a soltar oh my God! en cualquier momento. Pero no. Se pasa enseguida.
En cualquier caso, fuera de ahí, no hay mucho que decir de este episodio. La trama tiene mogollón de detalles escabrosos, pero aún así no llegamos a sentirnos muy interesados. Le falta alma, y eso es el gran problema con este episodio. Es el típico episodio perfectamente olvidable. A mí me da la sensación de que es el típico ejemplo de un producto en el que no se ha puesto el corazón y que no se ha trabajado suficiente. Es decir, que salvo por la presencia de Mulder y Scully, podría decir perfectamente que este es un episodio de cualquier otra serie. Eso es algo que no puede aplicarse normalmente a un episodio de Expediente X, o al menos en los tiempos de Expediente X, cuando empezó a ser uno de los principales gérmenes de lo que es ahora una serie de televisión.
Quizá también sufre de que el tema de la vida más allá de la muerte se repite demasiado en la primera temporada, porque ya habíamos tenido Shadows, y Lazarus, que recuerde ahora. La reencarnación es un punto interesante de la vida más allá de la muerte, pero creo que aquí se infrautiliza totalmente. En realidad, recuerdo ahora otro episodio en que se trata la reencarnación, The Field Where I Died, escrito por Wong y Morgan, y, aunque tiene otros elementos de los que adolece Born Again, también fracasaron a lo grande.
Jo, viendo de nuevo el episodio me parecen super jóvenes Mulder y Scully. Él tiene la cara mucho más fina. Y ella más regordeta :) Pero la ropa y el maquillaje siguen siendo un canteo. A Scully le ponen las faldas con la cinturilla superalta! No sé si era para disimular el embarazo o que realmente he borrado ese recuerdo de la moda noventera inconscientemente. Supongo que es por lo primero, porque hay otras escenas en que lleva una camisa y un chaleco en las que es muy obvio que está embarazada.
Hablando de vestuario, en este episodio la mujer del policía se lo pasa entero en bata!
En la escena en que entran en la casa del policía tenemos a Mulder fisgón, siempre fijándose en las cosas de las que los demás pasarían, como el acuario, y la colección de origami del primer marido. Como siempre, Mulder siempre da en el clavo y al final ambos elementos serán clave en la resolución del caso. Me gusta cómo lo muestran aquí. Parece poco sutil, pero como a estas alturas nadie se imaginaría cómo conectar esto con el caso, queda bien.
Mulder y Scully aparcan super lejos en esa escena, por cierto. Lo justo para que les dé tiempo a tener una discusión de las suyas.
En cualquier caso, al final la conexión es muy obvia. Con las cámaras y la autopsia, primero Scully establece que el policía murió ahogado en agua salada, y luego Mulder que en el acuario del otro policía, así que pronto se presentan en su casa con el tiempo justo para que Scully se vaya de excursión por la casa y casi se pierda todo el clímax, as usual, y Mulder constate la prueba de que la reencarnación existe. Muy simplista el policía hablándole a la niña como si fuera su excompañero, y luego la mujer. Ya, claro, como si eso fuera tan fácil de imaginar. La niña tiene una cara chunguérrima, convengamos, pero todos no son tan crédulos como Mulder.
- Lo peor: el guión en general. Repetitivo, tópico y falto de interés.
- Lo mejor: Como de costumbre, la eterna química entre Mulder y Scully. “Hazme un favor, Mulder, y déjame decirlo: reencarnación”. Es algo que siempre salva cualquier episodio. Era maravillosa.