Este artículo ya lo publiqué en mi blog Oda a la Ironía, pero tuve ganas de traerlo a aquí también.
La primera vez que observé el título de Crepúsculo fue en el foro de Los Malfos Fics, en el tema de OT. En aquel tema surgieron muchas cosas que llamaron mi atención por cierto tiempo, tales como qué clase de vampiros concebía la autora y si Bella es una Mary Sue. A lo largo del tiempo me he hallado con muchas opiniones al respecto de la obra, pero ni aun así me interesé por ella porque soy fiel al vampirismo creado por Anne Rice. Los vampiros no salen de día, los vampiros son fieras salvajes; es el concepto que a mí me gusta y el que, al parecer, Crepúsculo no englobaba. Y menos interés sentía teniendo en cuenta que, por lo visto, la protagonista era lo suficientemente desagradable para ser considerada Mary Sue. Además, yo estaba contenta con los fandoms que conozco y los libros que leí o encuentro, de modo que ¿qué necesidad tenía yo de enterarme de esta nueva moda?
Lo que me terminó por impulsar fue que a mis amigas les interesó Crepúsculo. Pero no tuvo que ver con el metroflog dedicado a la obra que una de ellas creó o la familia virtual a la cual dos se unieron. Tuvo que ver que esas mismas dos últimas hicieron fanfictions. Esto es algo porque antes nadie que yo conociera en la vida real sabía siquiera lo que eran fics, aun cuando intenté integrarlas en eso que fue importante para mí en su momento, sin resultados, y de repente las tenía ahí, escribiendo en sus diarios, cuadernos y hojas de carpeta. Pidiendo opiniones y buscando nuevas tramas. Tanto, que llegó un punto en que no hablaban de otra cosa. Hablar sobre lo genial que es Edward Cullen, de lo guapo que es o lo bella que es la actriz que interpreta a Bella -sin perdón, pero esos dientes de conejo que tiene al frente me arrancan una franca carcajada cuando escuchó eso- estaba fuera de cualquier tema de conversación para mí, pero el escribir ha sido que siempre me ha agradado y por eso, finalmente, le pedí a alguien que me prestara sus libros para hacer yo también fictions con ellas o al menos tener una idea más cabal acerca del contexto.
Vi la película también, y hace apenas un rato me acabé el primer libro y estoy empezando el segundo. No me gustaron ni uno ni lo otro, y lo último lo leo únicamente porque el personaje de Alice y Jacob lograron fascinarme, sin mencionar que quiero saber qué onda con los hombres lobo.
Antes de empezar a enumerar las razones por las que la obra primera no me gustó, tomen en cuenta que esta es una opinión personal. No busco que nadie esté de acuerdo conmigo y si a ustedes les gustó la obra precisamente por lo que a mí no, me parece totalmente entendible.
1_El personaje de Bella.
Ya dije que había gente que la considera una Mary Sue y puedo entender sus razones, pero a fin de cuentas no estoy de acuerdo. Una Mary Sue se caracteriza, sobre todo, porque es una máquina que cumple su papel a caprichos del autor, careciendo de todo rasgo que la haga un personaje humano y creíble. Bella es torpe, inteligente, obstinada y apasionada; por lo que a mí respecta es tan humana y creíble como cualquier otro personaje normal. Sin embargo, esto no significa que me agrade.
Por un lado, a mí me resulta sumamente aburrido que su vida empiece y termine con Edward. Sé que la chica vivía antes en Florida y nunca tuvo novios, está bien, pero ¿acaso no tenía ni siquiera una amiga perdida por ahí? ¿Una conocida a la que tuviera cierto cariño al menos? Por su personalidad introvertida me imagino que no sería Miss Popularidad, pero no comprendo cómo en ningún momento se mencionaba al menos un poco de su vida antes de Edward, qué le gustaba hacer antes, qué sueños tenía. ¿No quería ser bombera, veterinaria, cantante? No lo sabemos y la única razón es porque en ese entonces no aparecía Edward.
Y esa manera que tiene de actuar que da a pensar que nada más en el mundo le importa que estar con Edward me suena tan patético como bajo. ¿Qué hay de sus padres y sus amigos? Los amigos suelen olvidarse con el primer amor, de acuerdo, pero ¿acaso vas a poner a tu novio en un nivel más alto que tu madre y tu padre, sabiendo que ellos te aman? Eso es una terrible muestra de baja autoestima -cosa factible tomando en cuenta las razones que enumera Bella para que sea imposible el que Edward se fije en ella- o de un espantoso egoísmo. El que no piense ni tan sólo un instante en la vida que podría dejar atrás si Edward llegara a transformarla me hace pensar que todo es un soberano capricho, lo cual no me inspira el menor respeto.
Las primeras partes del segundo libro, Luna Nueva, cuando Bella escapa al bosque porque el vampiro terminaba con ella me parecieron el colmo del melodramatismo exagerado. Bueno, es una adolescente y no puede pedirse que vaya a emborracharse a un bar buscando nuevas presas, pero aun así ese accionar fue ridículo. ¿No podía encerrarse en su cuarto y llorar como alguien normal, que tenía que perderse por ahí y hacer salir a todo mundo de sus casas sin tener siquiera la decencia de sentirse algo culpable? Si fuera Charlie me hubiera dado un infarto y castigaría ejemplarmente a mi vástago por idiota; pero Bella ni se inmuta, porque Edward la ha dejado. Vamos, ¿no había dicho su madre que era muy madura para su edad? Cuando pienso en todo esto, me imagino a una chica de catorce años con las hormonas a todo dar. Y se supone que ella tiene 18.
En cada momento el mensaje es claro; Bella no es nada sin su novio. Y a mí me gustan los personajes que son algo por sí mismos, no porque un vampiro guapo entró en sus vidas.
2_Meyer comete trampas
¿Qué quiero decir con trampas? No es que acuse a Meyer de plagio o semejante; se tratan de trampas en su trama. Cosas que son así nada más porque conviene, sin tener un motivo totalmente racional de fondo. En un cuento, sobre todo en uno corto, no se puede poner pegas a las “mágicas coincidencias” porque su gracia es en centrarse en el tema exclusivamente; pero cuando hablamos de novelas, y de novelas largas para colmo, esto demuestra que el autor se concentró más en el tema que en dar realismo a la trama.
Que Bella no tuviera a nadie más para hablar en Florida que a su madre me parece trampa, porque, siendo que fue tan popular en su nueva escuela apenas llegó, cualquiera se esperaría que al menos tuviera una mejor amiga de su antigua escuela a la cual poner al tanto de los chismes, siquiera una. Mas no hay y esto solamente para que Bella no tuviera distracciones en su enamoramiento.
Que Edward tuviera que estar tan cerca de Bella lo considero la trampa más clara. El hecho de que el chico no pudiera cambiar de clases lo entiendo pero ¿qué hay de los asientos? El chico viajó hasta otro país porque no soportaba la presencia de esta chica a la cual quería mantener lo más lejos posible de él, al punto que le dijo expresamente “no podemos ser amigos”, ¿y no se le pasa por la cabeza ni una sola vez decirle a alguien que cambie de lugar con él, la solución más simple y obvia? Lo siento pero después de tanta charla acerca de qué poco le conviene a Bella relacionarse con él, no me puedo tragar eso. Y mientras veía la película no podía dejar de repetir cada vez que oía “no es bueno que estemos juntos”, ¡pues dejen de estar juntos y corten el rollo! Casi me ahorca mi amiga por mi poca -nula- fe en ese amor, pero ese amor resultaba tan creíble como Romeo y Julieta, que en el fondo todos sabemos era atracción. Ojo, en la película; en el libro no tanto.
Que Edward sólo tenga ojos para Bella y que éste no tenga idea de lo fascinante que es para otras personas me suena a una trampa igual de ridícula que las demás. Esto únicamente para que Edward parezca más genial y que Bella se sienta muy afortunada de tenerlo. El que ignore algo tan obvio siendo que puede leer el pensamiento es absurdo. ¿Nunca escuchó en su vida que una chica pensaba “qué trasero más encantador” y se le ocurrió que era por algo? Llámenlo modestia; en mi diccionario personal esto se llamaría ser estúpido con ganas.
3_No hay uno sin dos
Los únicos personajes que no tienen pareja en Crepúsculo son Laurent, Charlie, Jacob y Billy Black. El primero es un personaje de poca monta, el segundo tenía que ser soltero para que Bella pudiera cuidar de él, el tercero es un adolescente que simpatiza con Bella y le cuenta las leyendas que hablan de los Cullen y el último es un anciano en una silla de ruedas. Volteamos a cualquier otra parte ¿y qué vemos? Que todo mundo tiene pareja, que están casados o están enamorados. Reconociendo que Crepúsculo sea puro romance y no debemos esperar otra cosa que romance, igualmente una obra cuyo punto central sea así resulta demasiado fantasiosa.
A mi me gusta el romance, casi nunca escribo de otra cosa que de eso, pero eso era absurdo. ¿Y qué debería interpretar por eso? Si fuera cosa sólo de Bella y Edward no me quejaría, pues de ellos depende toda la trama, pero cuando ya hablamos de tres, cuatro y hasta seis parejas comienzas a dudar de cuál era el mensaje de todo. ¿Acaso Alice no podía existir sin ser pareja de Jasper, o Rosalie de Emmet, o Angela de Ben o Jessica de Mike? Bella sin Edward no existe, eso está claro.
4_Crepúsculo es un cuento alargado
La película me pareció francamente una bazofia, incluso antes de leer el libro. Y la razón fue porque no me trasmitía nada. O era que Bella acababa con Edward o no, de eso se trataba todo. No hay absolutamente nada más. Y el libro es peor porque son palabras, oraciones, párrafos de lo amo, lo adoro y lo amo más. Lo único realmente interesante fue cuando James apareció en escena, porque agregaba acción al asunto, y eso fue casi al final. Antes pasamos por la belleza de Edward, por lo mucho que Bella lo quiere y cómo éste le corresponde. De nuevo, contra el romance no hay pega, pero la exageración de cualquier cosa cansa. ¿Y pueden creer que hay dos páginas describiendo paso a paso cómo Bella descubre diferentes leyendas de vampiros? ¿De qué me sirve eso y cómo es que no pudo resumirse aludiendo al hecho de que Bella investigó sobre los vampiros?
Pienso en la trama y no puedo evitar creer que perfectamente se puede resumir en un cuento; en un cuento interesante y genial de hecho, pero como novela no creo que funcione.
“Déjame entrar” de John Ajvide trata sobre un chico que se enamora de un vampiro y aun así cada capítulo que tiene es genial porque no trata sólo de ese par. Hay por lo menos cuatro tramas entrelazadas y eso mantiene al lector al borde de la silla, deseando saber qué pasará con aquel policía, con aquellos chicos y qué diablos tiene que ver con el vampiro. Crepúsculo no tiene ni pizca de comparación.
5_ Es “complicado”.
Después de una vida oyendo la frase “es complicado”, debo decir que le he agarrado un franco odio. Es la misma que dice la chica o el chico cuando no puede estar con su amor, solamente porque es demasiado idiota para dejar de lado su estúpido drama particular. ¡Pero no es tan complicado! Casi nunca lo es.
Edward siempre pudo alejarse de Bella. Bella siempre pudo buscarse un pasatiempo en lugar de pensar en un chico que al parecer la odiaba. Pero no lo hicieron y generaron en su lugar una trama dramática que provoca el más amplio tedio por su absoluta monotonía. Por tontos solamente es que tardaron tanto en juntarse y por tontos es que están juntos. Y no me importa lo que digan sobre que el amor te hace idiota, porque aún antes de estar enamorados ambos protagonistas ya daban señas de no tener muchas luces.
6_Los vampiros de Meyer son los vampiros de Meyer. Punto.
La forma en que Meyer concibe los vampiros me es horrorosa, pero no rompe ninguna norma. No existe ni una sola prueba científica que diga que los vampiros existieron alguna vez, al menos como se conciben generalmente hoy en día, por ende cualquier autor es libre de describirlos como gusten. Según Rice los vampiros lloraban lágrimas de sangre, según John Ajvide no podían entrar a ningún lado sin ser invitados y según Bram Stoker envejecían y rejuvenecían a partir de su dosis de sangre. Ninguno de ellos está bien ni está mal.
Pero que esté bien o mal no tiene que ver con que me guste o no. Y a mí no me gusta que los vampiros brillen como si tuvieran piel de diamante cuando les toca el sol, porque es una ruptura con toda idea que antes tenía y el detalle resulta sumamente cursi. Tampoco que los vampiros sean tan poderosos, bellos y espectaculares. Rice también los hace así, pero aun así se sabe moderar y además le da belleza hasta la mendiga más vil; es lo que le otorga ese nombre de “romance” gótico. En lo de Meyer todo suena a un delirio infantil por ver sólo lo bello de las cosas.
Sé que el hecho de que los Cullen parezcan tan geniales es porque Bella los ve así, pero no olvidemos que no fue ninguna Bella la que escribió el libro, si no Meyer y fueron sus dedos los responsables de que exista semejante desproporción en la visión de las cosas. Vamos, ¿me pueden negar que siquiera pudo esforzarse por hacerlos algo más razonables en sus características?
7_El amor de pareja está sobrevalorado.
Ya he mencionado esto arriba, así que no hace falta explicarlo mucho. Sólo basta decir que hay mucho más en la vida que tener novio y conservarlo.
8_Sólo presenta un punto de vista.
Todo lo que sabemos es lo que conoce Bella. No podemos saber qué es lo que pensaba Emmet porque su hermano se estuviera volviendo loco por una humana, si sintió alguna simpatía por él siendo que se sintió atraído por dos humanos, o qué pasó por la mente de Jasper cuando vio a Bella dentro de su casa. De hecho, apenas si se puede decir algo de Jasper, excepto que es fiel a su familia, no especialmente conversador, y no es mucho. Rosalie al final puede quedar como una perra amargada y celosa, solamente porque tiene el buen juicio de no confiar en una intrusa. Y si han leído el libro no tengo que decir lo cliché y aburrido que resulta Edward.
9_Crepúsculo considerada como obra gótica.
Visitando diferentes sitios, me he topado con esta frase y sólo siento deseos de reírme en la cara del próximo obtuso que manifieste que Meyer es la Anne Rice de los jóvenes. Nada más risible. Los vampiros siempre han estado asociados a lo gótico, pero no por sus poderes, si no por esa seducción por la muerte, lo profano y lo oscuro, la melancolía y la devastación del espíritu; elementos por cierto presentes en la narrativa de Anne Rice. Esta melancolía tiene sus rasgos filosóficos: ¿por qué sucede esto?, ¿por qué el mal existe?, ¿por qué debo ser bueno?, ¿complazco a un dios cuando lo hago o sólo me castigo con ideales insulsos?
Su personaje más reconocido, el atractivo Lestat, encarna a la perfección al romanticismo gótico. Es malo y está orgulloso de serlo, puede matarte pero qué delicioso sería un abrazo fatal dado con sus brazos y sentir su aliento sobre el sensible cuello momentos antes de percibir los colmillos. Siente amor y odio, no salva a doncellas cual Superman ni se encierra en bastas bibliotecas como ermitaño -al menos no todo el tiempo-. Ser vampiro es sólo una de las muchas cáscaras que componen a esta sensual figura, aunque sí una de las más importante.
El hecho de que Edward sea guapo y vampiro, increíblemente fuerte hasta rayar lo absurdo, y se haya enamorado de una mortal no lo hace en lo absoluto gótico. La obra tiene tanto de melancolía como el diario de una niña que suspira en espera de su príncipe azul con ojos de enamorada y la filosofía es cosa desconocida en este ambiente de romance dramático. Me molesta no tanto que los fans tengan el atrevimiento de llamarse góticos sólo por gustar de los vampiros -vampiros idealizados que sólo hacen el bien-, si no que todo lo gótico que podría haber generado Crepúsculo fue echado a patadas apresuradas por la propia Meyer, como temiendo al lado oscuro de la literatura.
El momento que más me ha gustado, a diferencia de la declaración de amor y los besos que tanto han agradado a muchas, fue cuando James descubre el aroma de Bella y todos los Cullen reaccionan como leones dispuestos a atacar; este único momento de delicioso salvajismo es destruido por las posteriores palabras escritas desde la perspectiva de Bella. La chica, lejos de sentir el horror que haría ese trozo de algo que quizá mereciera la pena, reacciona como si nada.
La publicidad de Meyer no ayuda en lo más mínimo; me venden la historia como una de vampiros, de misticismo y oscuridad, y veo una cosa romántica que dura casi tres horas, un libro que me tomó una semana leer y me deja la firme idea de que me han estafado.
10_”Amor prohibido”, ¿según quién?
Esta frase que podría ser el subtitulo de grandes obras lo encontré en un libro que habla de la película de Crepúsculo, remarcada con rojo y con letras grandes. Lo leía una compañera de mi colegio que es fanática y se sentaba al lado mío. Tenía curiosidad por ver la sarta de cursilerías que habría en él -soy así de masoquista-, pero con ese “amor prohibido” sólo pude luchar por contener una carcajada.
Es que para aquel amor puede haber mil palabras, ¿pero prohibido? Sólo Edward hace un esfuerzo por evitarlo y eso que éste fue mínimo.
El resumen del romance es este: Edward odia a Bella; Bella no pasa un día sin fijarse en Edward; Edward la salva de morir; Bella descubre que es un vampiro y se enamora -no me hagan citar la frase que lo dice claramente o vomito-; Edward se hace el difícil un tiempo hasta que deja de hacerse el difícil. Luego todo es “pasión” y aventura. ¿Dónde aparece una legión de criaturas a oponerse a este amor? ¿Qué obstáculo, salvo la idiotez de ambos protagonistas, deben saltar para poder amarse? James buscó a Bella porque era humana, no porque estuviera enamorada de Edward, así que no sirve de ejemplo.
Bajo mi concepto de amor prohibido, para ser Crepúsculo merecedor de tal cosa, la familia de Edward debería haberse opuesto vivamente a que el chico se acercara a Bella; deberían haberlo encerrado en un sótano, cortado su suministro de animales -porque sólo un vampiro malo mata gente, recuérdenlo- o algo así. Pero bien tranquilos dejan los vampiros entrar a esta humana en sus vidas. La única que tiene una actitud negativa es Rosalie y nunca hace nada por evitar la unión, salvo mirar feo desde la distancia. El resto del mundo está ahí de mirones porque un chico guapo salga con una chica guapa.
Es ridículo. Lo mismo que decir que Stephen King supera a cualquier autor clásico. Yo amo a ese escritor, pero, vamos, los clásicos son los clásicos. Y amor que todos aceptan pasivamente no es amor prohibido.
Finalmente, para ser algo justos…
Si queremos encontrar romance a mil, delirios de adolescentes por montones y chicos bien buenos -tantos en el aspecto físico como moral- Meyer es su cofre de tesoros. Si queremos sentir que tal vez a la chica anodina le llega su inmortal caballero de brillante armadura -sólo cuando le toca el sol- algún día, ¿a qué esperar para ir a una librería y agarrar los cinco volúmenes que hablan de eso y lo explotan hasta llegar a un feliz matrimonio? El amor triunfa sobre todas las cosas, por supuesto.
Y es por esto último que, en definitiva, no me gustó Crepúsculo.
P.D: No, olviden lo del inicio. No puedo seguir leyendo aquel libro.
.PD2: A lo mejor a nadie le importa, pero hoy es mi cumpleaños y estoy feliz