Dos o tres veces su cabeza cayó suave contra su hombro.
Sentado en su viejo sillón, Ennis dormitaba casi sin querer.
La jornada había sido larga, más dura de lo normal.
Necesitaba ese trabajo, sus hijas, sus pequeños gastos.
Necesitaba no pensar, ocultarse del reloj, de mayo, …de noviembre.
Necesitaba tener una escusa, … para no moverse, para no
(
Read more... )