Sé que es para que luzca mis guantes y mis orejeras también en interiores la razón por la que este edificio está congelado, CONGELADO, a pesar de que el radiador que tengo a medio metro esté a punto de ser nombrado sartén honoraria y vaya camino de convertirse en mi microondas particular (¡y sin emitir microondas!). Mañana haré la prueba con mi nueva taza, esa que traeré para suplantar a la cutre de Chiquilín que se queda marrón después de cada uso. ¿Utilidad de la calefacción? 0. ¿Calidad de los regalos de Chiquilín? 0. ¿Frísquis? 10 con positivo. Al menos algo funciona bien en este valle del señor.
Señor Frío, reine usted en su casa, desde donde puede provocarnos esa cálida sensación de estar al otro lado de la ventana, y deje a la señorita Gas Natural ganarse el pan. Esto es como cuando tienes frío y no se te pasa pero siendo totalmente lo mismo en vez de parecido.
QUÉ RARÍSIMO ES esto de escribir con dos dedos. Porque como ni me enfumo ni me endrogo ni soy una artista, esta es la clase de descubrimientos trascendentales que cambian mi vida. Venga, probad a escribir con dos dedos, obviamente mirando el teclado, y por muy bien que os conozcáis el lugar de cada letra desde los cuatro años observaréis que es IMPOSIBLE ir tan rápido como con las dos manitas. No, venga, probad. Por no hablar de lo de mirar el teclado en vez de algo útil, como la pantalla o el texto que estés pasando. Tengo la sensación constante de estar hablando a trompicones y ser brusca y rara, y además mi cerebro tiene que contenerse de pensar (no que le cueste no pensar en nada útil pero sí le cuesta callarse las tonterías) para darme tiempo a escribir cada palabra. Leeeentamente tecleo, leeeeentamente pienso. Hasta me oigo pensar cada palabra antes de escribirla, cosa que no recuerdo que me ocurra normalmente. Así cualquiera puede mentir sin ninguna dificultad, ¡te da tiempo!
Ponéos en situación. Entráis en el salón. Hay paquetes. Uno trae tu nombre (con letras bonitas y un caramelo de los que nunca has probado porque te dan asco y que acabará comiéndose tu sobrina). Es rectangular. Tienes media idea de dónde y cuándo han podido comprarlo esos reyes que ya te prometieron unas botas y que no deberían haberte comprado nada, y en ese sitio sólo se compran cosas GUAYS. Además, el paquete es rectangular y achatado y un paquete así siempre tiene muchas, brillantes y efulgentes posibilidades de ser de tu gusto. Por el tamaño, casi te inclinas más por una moleskine (aunque ahora mismo tienes tantas libretas que aún no podrás usarla) que por un libro, y lo que no se te ocurre pensar (qué tonta, piensas después, recordando otras ocasiones) es que sea una película en edición especial, un peliculón de proporciones cósmicas que viste en Santander por primera vez, comiendo un helado junto a
adharaphoenix, disfrutando en el cine como poquísimas veces has disfrutado. Saltos en el asiento, manos a la cabeza, mil posturas diferentes, histeria incontenible, corazón a cien en todo momento. Más que una película, un espectáculo, como lo fue Bewful o como sea pero infinitamente más divertido (y parecería imposible), porque ésta no tenía espadas en 3D saliendo disparadas de la pantalla para hacerte disfrutar como una enana bajo tus gafas de plástico de colores pero sí tenía un argumento emocionante, una banda sonora que te araña directamente el sistema nervioso y (quién se iba a esperar esto de una peli de superhéroes) personajes complejos.
Ay, The Dark Knight, ese regalo que no me esperaba y que resultó ser mucho más de lo que me habría podido atrever a esperar. No es una cuestión monetaria, es puro acierto (y este rey en cuestión se ocupó de llamar a
yokana_yanovick por teléfono para pedirle consejo xD). Ayer volví a verla cenando y comiendo helado, esta vez en idioma original, y ésta, una historia que te hincha de épica y emociones casi hasta que revientas, debería ser de las pocas razones permitidas por el cerebro y las venas para llorar, ésta y morirte de risa con il idimi di li i y todas las cosas triviales del mundo y el angst bien escrito en un fanfic con final feliz. Sólo razones de peso, razones de contento.
No siempre pienso así, claro. A veces te ves desde fuera rebozándote en una de estas razones y supones que es un poco absurdo, un poco realmente absurdo, que relatos y películas y personajes y la música de tu ipod sean lo que denomines Razones Razonables y terminar física y anímicamente agotada de tanto altibajo emocional delante de tu ordenador sea algo común y corriente. Y es que a veces (muy pocas veces) casi parece envidiable no creer , o creer un poco menos, porque a veces, creer en el sacrificio de Bruce Wayne, en la tragedia de Harvey Dent o en la sonrisa triste de Obi-Wan Kenobi es demasiado grande, criminalmente intenso, un concepto, una sensación inabarcable.
De todos modos soy un poco injusta, que también debe influir algo estar cada vez más lejos de la estabilidad mental y más cerca del psiquiátrico. xD
Y ya no me queda paciencia para seguir mirando el teclado, así que nada sobre eso de escribir. Al final sí que he resultado ser una mentirosa! *hace el baile de Tenacitas porque no le importa*
PD. QUÉ FÁCIL ES PERDER EL TIEMPO. Ni me atrevo a deciros qué mas he hecho en toda la mañana. :(