Título: 001. FBI
Fandom: Supernatural
Rating: PG
!Drabble
Categoría: slash
Pareja(s): Sam/Dean
Palabras: 414
Resumen: Era un traje rentado que jamás devolvieron, de un azul gastado y manchas amarillas de tanto uso, pero Dean se sacó la chaqueta de cuero, se abrochó las mangas, frunció el ceño y lo hizo lucir como nuevo.
01.
La primera vez que se lo puso frunció tanto el ceño y se rascó tanto el cuello que Sam se tuvo que reír aunque se le había quedado la boca seca.
Dean era la clase de persona que, a sus veintiséis, jamás había pensado ni en broma en usar un traje; porque no iba con su vida, no iba con su profesión y no iba con él, y Sam tuvo que morderse la lengua para no soltar un fuerte y eterno “pfff”, porque Dean no lo veía y nunca lo vería así como no veía muchas cosas acerca de sí mismo pero para eso estaba Sam, para pensar “no tienes ni idea. No tienes ni idea de cómo, no tienes ni idea de cuánto” y tragar saliva con la boca seca a media carcajada.
Porque Dean decía “no” pero se había detenido dos veces a ponerle derecha la corbata.
Era un traje rentado que jamás devolvieron, de un azul gastado y manchas amarillas de tanto uso, pero Dean se sacó la chaqueta de cuero, se abrochó las mangas, frunció el ceño, se rascó el cuello hasta que lo dejó rojo y lo hizo lucir como nuevo.
Se sentía estúpido pero Sam hizo lo que sabía hacer: le dijo “no es la placa, Dean” mientras su hermano lo miraba como un niño de tres años a punto de replicar. No es la placa (que además es siempre falsa) lo que te hace lucir como un agente del FBI; “esa gente ni siquiera mira la placa, Dean, si miraran la placa hace mil años que nos habrían descubierto”.
Y era cierto, no eran lo suficientemente viejos ni lucían lo suficientemente firmes como hacía John, y si querían convencer a alguien lo único que les quedaba era el traje.
Eres quien vistes. Y Dean era un cazador pero a veces también tenía que ser un maestro del engaño, detective a medio tiempo, exorcista los domingos, médico de emergencias, boxeador profesional, convicto a tiempo completo, FBI cuando era necesario. Sam siempre fue mejor mentiroso, pero a Dean siempre le quedó mejor el traje.
Funcionó. Las personas confían y no hacen muchas preguntas cuando llevas una corbata y un saco.
Funcionó y ahora Dean lo usa sin quejarse aunque no ha dejado de lucir como si estuviera incómodo con su propio cuerpo.
Funcionó, pero a Sam a veces todavía se le seca la boca y le dan ganas de girar los ojos, gruñir con frustración y arrancarle la corbata.