008. Impala {reto SPN}
Título: 008. Impala
Fandom: Supernatural
Rating: PG
!Drabble
Categoría: general
Palabras: 526
Resumen: A veces Sam se despierta en el medio de la noche, en el medio de la nada, aparcados en un desvío por culpa de pisadas en el suelo. Dean no está en su asiento.
08.
A veces se detienen de noche a la orilla de la carretera, en el medio de ningún sitio, cuando no encuentran ningún motel ningún tramo de tierra donde acampar, ninguna casa abandonada; se detienen a mitad de la carretera y se oculta entre los árboles en algún desvío. Sam se extiende en el asiento trasero cuando está muy cansado y Dean hace guardia por un rato antes de caer dormido, se despiertan un poco torcidos, la boca pastosa, las piernas entumidas porque no hay suficiente espacio pero es el asiento más cómodo en el que ha estado. Jamás se quejaría.
Hay días, algunos en los que se encuentra desorientado, mareado, perdido y se despierta en la cama del motel sin saber dónde está cómo llegó y lo único que lo detiene de sacar el arma y disparar en ciego es Dean haciendo ruidos en la cama de al lado. No pasa eso cuando está en el auto. Y Dean le dice que no le gusta que conduzca a su chica, pero la verdad es que siempre se siente bien recibido; le falta espacio pero nunca se siente fuera de lugar, como si encajara.
Como si fuera lo único que realmente siempre han tenido.
Es la chica de Dean y la respeta como a toda una dama y si alguna vez le pasa algo le pide perdón con una vehemencia al borde de las lágrimas.
Sam quiere, pero por alguna razón no es capaz de encontrarlo extraño o siquiera estúpido. Y decirle “Dean, es sólo un coche” jamás ha sido una opción porque no. No es sólo un coche.
A veces Sam se despierta en el medio de la noche, en el medio de la nada, aparcados en un desvío por culpa de pisadas en el suelo, el crujir de una rama, el instinto que grita “¡Arriba soldado, no baje la guardia!” y ¡Sí señor! Empuña un cuchillo, su cuerpo se prepara, y se queda quieto con los ojos abiertos, la ventanilla bajada, las estrellas en el cielo. Dean no está en su asiento.
A veces Dean no está en su asiento y todo el cuerpo de Sam se tensa lleno de pánico hasta que lo escucha suspirar afuera, sentado en la tierra, recargado de costado, mirando hacia ella, a su chica, la única que no lo deja y lo lleva mientras haya a dónde ir.
A veces Dean se despierta a la mitad de la noche, a la mitad de la nada y suspira y la mira, le brilla la carrocería, rechina de gusto y se siente feliz y le da las gracias, porque siente que le dice “Te llevo. Te tengo.” Y se siente aliviado, su hermano dormido en el asiento trasero. Lo que más le gusta en el mundo.
A veces Dean se despierta y la mira y cree que Sam está dormido, pero Sam lo está sintiendo y aunque quiere sentir que no es lo correcto muy dentro sólo lo sabe.
La carrocería le brilla bajo la luz del sol y el piso cruje placenteramente cuando avanza, la radio nunca le falla, y cuando el motor ronronea Dean piensa “Esa es mi chica”.
Fandom: Supernatural
Rating: PG
!Drabble
Categoría: general
Palabras: 526
Resumen: A veces Sam se despierta en el medio de la noche, en el medio de la nada, aparcados en un desvío por culpa de pisadas en el suelo. Dean no está en su asiento.
08.
A veces se detienen de noche a la orilla de la carretera, en el medio de ningún sitio, cuando no encuentran ningún motel ningún tramo de tierra donde acampar, ninguna casa abandonada; se detienen a mitad de la carretera y se oculta entre los árboles en algún desvío. Sam se extiende en el asiento trasero cuando está muy cansado y Dean hace guardia por un rato antes de caer dormido, se despiertan un poco torcidos, la boca pastosa, las piernas entumidas porque no hay suficiente espacio pero es el asiento más cómodo en el que ha estado. Jamás se quejaría.
Hay días, algunos en los que se encuentra desorientado, mareado, perdido y se despierta en la cama del motel sin saber dónde está cómo llegó y lo único que lo detiene de sacar el arma y disparar en ciego es Dean haciendo ruidos en la cama de al lado. No pasa eso cuando está en el auto. Y Dean le dice que no le gusta que conduzca a su chica, pero la verdad es que siempre se siente bien recibido; le falta espacio pero nunca se siente fuera de lugar, como si encajara.
Como si fuera lo único que realmente siempre han tenido.
Es la chica de Dean y la respeta como a toda una dama y si alguna vez le pasa algo le pide perdón con una vehemencia al borde de las lágrimas.
Sam quiere, pero por alguna razón no es capaz de encontrarlo extraño o siquiera estúpido. Y decirle “Dean, es sólo un coche” jamás ha sido una opción porque no. No es sólo un coche.
A veces Sam se despierta en el medio de la noche, en el medio de la nada, aparcados en un desvío por culpa de pisadas en el suelo, el crujir de una rama, el instinto que grita “¡Arriba soldado, no baje la guardia!” y ¡Sí señor! Empuña un cuchillo, su cuerpo se prepara, y se queda quieto con los ojos abiertos, la ventanilla bajada, las estrellas en el cielo. Dean no está en su asiento.
A veces Dean no está en su asiento y todo el cuerpo de Sam se tensa lleno de pánico hasta que lo escucha suspirar afuera, sentado en la tierra, recargado de costado, mirando hacia ella, a su chica, la única que no lo deja y lo lleva mientras haya a dónde ir.
A veces Dean se despierta a la mitad de la noche, a la mitad de la nada y suspira y la mira, le brilla la carrocería, rechina de gusto y se siente feliz y le da las gracias, porque siente que le dice “Te llevo. Te tengo.” Y se siente aliviado, su hermano dormido en el asiento trasero. Lo que más le gusta en el mundo.
A veces Dean se despierta y la mira y cree que Sam está dormido, pero Sam lo está sintiendo y aunque quiere sentir que no es lo correcto muy dentro sólo lo sabe.
La carrocería le brilla bajo la luz del sol y el piso cruje placenteramente cuando avanza, la radio nunca le falla, y cuando el motor ronronea Dean piensa “Esa es mi chica”.