―Wonshik lo descubrió, ¿no? ―preguntó tras acabar de limpiarse las lágrimas, su tono algo acusatorio.
A Hakyeon le dio una vuelta el estómago. Sí, esa era la segunda parte de la confesión. Asintió, de nuevo avergonzado.
―Nos vio a Taekwoon y a mí juntos y… no se lo tomó bien.
―Deberías habérmelo dicho, después de que pasara ―dijo Sanghyuk, las palabras algo entrecortadas―. Pensé en lo peor, durante semanas, he estado… llorando, llorando su muerte.
Hakyeon suspiró.
―Lo sé, tienes razón, y también siento eso… Tenía miedo de que reaccionaras igual. Sabía que probablemente no lo harías, que no tenías los motivos que él sí, pero estaba tan enfadado, y yo tenía tanto miedo, tanta vergüenza. No soy tan valiente como todo el mundo cree. Y nunca habría imaginado que haría… lo que hizo.
―¿Qué pasó, exactamente? ―preguntó― ¿Cómo… cómo se ha convertido en vampiro?
―No lo sé. Wonshik nos vio juntos y… estaba enfadado. Hubo una pelea, intenté hablar con él pero salió corriendo. Sé que guardó algunas cosas y huyó, pero aparte de eso no sé nada más. En algún momento entre esa noche y ahora se ha convertido ―Hakyeon frunció el ceño. Aún tenían muchas preguntas sin respuestas.
―Es como si quisiera superarte en la balanza de locura ―comentó contemplativo―. La única cosa más ilegal que estar en una relación con un vampiro…
―Es ser uno ―terminó gravemente―. Sinceramente, creo que simplemente… quería estar con Hongbin, y al verme a mí con Taekwoon… hizo que algo en él reaccionara.
Sanghyuk puso mal gesto, torciendo la boca.
―Aun no comprendo eso. Tú y él, tú y un vampiro ―tembló. Hakyeon le dedicó una débil sonrisa.
―Me gustaría poder hacer más para ayudarte a comprender, pero es algo que ni siquiera yo comprendo de verdad. Estaba enamorado de él antes de saberlo, para ser sincero. Pasó muy rápidamente ―bajó la mirada a las manos sobre la mesa, pensando en Wonshik y Hongbin, en Taekwoon―. No estoy aquí para excusarme, Sanghyuk, tan solo quería dejar las cosas claras y hacerte saber, desde el fondo de mi corazón, de que estoy jodidamente arrepentido. De todo.
Durante un momento solo hubo silencio.
―Estoy enfadado contigo por no contarme todo esto antes ―anunció Sanghyuk―. Y creo que también deberías habérselo contado a Wonshik, pero… es demasiado tarde para eso. Aunque te perdono por… por lo demás ―pausó―. Yo... puede que no lo entienda, Hakyeon, pero no elegimos a quién amar, y confío en ti. Confío en que no te lo has tomado a la ligera. No eres de esos, has estado demasiado tiempo en el mundillo de los vampiros para no saber lo que estás haciendo.
Hakyeon soltó una risa corta.
―Me das demasiado crédito ―respondió.
―Sigues vivo ―señaló Sanghyuk suavemente.
―Un pequeño milagro ―murmuró. Extendió la mano y la posó cerca del plato de Sanghyuk y, tras un segundo, Sanghyuk colocó la suya por encima de ella, sujetándola ligeramente―. Te prometo que la próxima vez que haga algo completamente estúpido, te lo diré.
―Gracias ―respondió Sanghyuk algo sarcástico―. ¿Qué vamos a hacer con lo de Wonshik? ¿Con… todo? ―miraba a Hakyeon como si él tuviera todas las respuestas.
―Bueno ―comenzó―. Sinceramente, no tengo un plan y también… también tengo que saber qué quieres hacer tú ―miró a Sanghyuk durante un momento antes de continuar―. ¿Quieres contárselo a HQ? ¿Lo de Wonshik y lo… lo mío?
Parecía como si a Sanghyuk le hubieran dado una bofetada. Apartó la mano.
―¿Qué? No.
Hakyeon lo miró fijamente.
―Te he dado toda esta información y no quiero tomar la decisión por ti de lo que quieres hacer con ella. No importa lo que eso pueda significar para mí. La decisión es tuya y solo tuya. Yo ya te he jodido bastante, no quiero arrastrarte en esto más de forma involuntaria. No te voy a pedir que mientas por mí, que quedes atrapado en… en todo esto, no más de lo que ya estás, a no ser que sea tu elección.
―No quiero decírselo a HQ ―dijo, y por primera vez durante toda la conversación, parecía enfadado―. No haría… no haría eso, a ti o a Wonshik.
―No va a ser fácil, con todas las mentiras que vamos a tener que contar ―advirtió Hakyeon―. Vamos a mentir entre dientes y estaremos bajo mucho escrutinio por… potencialmente de forma indefinida. Sin mencionar lo jodidamente mal que está todo.
―No quiero decírselo a HQ ―repitió Sanghyuk, la voz chillona. Se levantó acercándose a Hakyeon―. Me da igual si eso me hace un cazador de mierda, o una mala persona, o… lo que sea. Tú y Wonshik sois mis amigos, no os traicionaré a ninguno de los dos, incluso si… si Wonshik es un vampiro y tú… tú estás enamorado de uno. ¿Por quién me tomas? Si HQ lo descubre… lo matarán y a ti te encerrarán. No quiero eso.
―¿Y qué es lo que quieres? ―preguntó suavemente.
Sanghyuk se sentó con pesadez. Tras una larga pausa, habló.
―Creo que quiero algo de vodka.
La comisura de los labios de Hakyeon se movió.
―Lo siento, no puedo hacer eso.
Sanghyuk suspiró.
―¿Qué vamos a hacer, Hakyeon? Sé que has dicho que no querías hacer que mintiera pero… necesitamos un plan.
―Bueno ―respondió Hakyeon―, esta noche vamos a ir a trabajar y actuar sorprendidos de que Hongbin haya desaparecido. Probablemente me cuestionen más a mí, probablemente te pasen por alto la mayor parte del tiempo. Nunca conociste a Hongbin. Al final descubrirán que ha sido Wonshik quien lo ha sacado, y después de eso las cosas se volverán… complicadas. Pero nos preocuparemos de eso cuando ocurra ―se mordió el labio inferior un segundo―. Taekwoon vendrá esta noche.
Sanghyuk palideció.
―¿Viene aquí? ―chilló.
―Después del trabajo ―se corrigió Hakyeon―. No tienes por qué venir conmigo, si no quieres. Comprendo que no quieras encontrarte con él. Dije que cree saber quién convirtió a Wonshik y dónde él y Hongbin pueden estar. Prometió contarme más esta noche, tras haber investigado para comprobar si tenía razón o no.
―Quiero saber de Wonshik ―respondió inmediatamente, el rostro cambiando a una expresión cabezota―. Me encontraré con Taekwoon siempre y cuando… prometa no comerme.
―Te lo contaría aunque no estuvieras aquí, pero si quieres conocerlo, no te detendré ―Hakyeon le dio unos golpecitos en la mano―. No te comerá. Tal vez sea un idiota pero… no creo que hiciera nada que pudiera herirme.
Sanghyuk dejó escapar un pesado suspiro.
―De verdad que me gustaría algo de vodka.
―Qué pena ―respondió Hakyeon. Sanghyuk gruñó y a regañadientes se levantó para dirigirse a la tetera y servirse algo más de café.
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Wonshik pensaba que los gritos eran la peor parte de aquello.
Se encontraba de pie, pegado al suelo en mitad del salón de Jaehwan, contemplando el oscuro pasillo de donde provenían los gritos. Una puerta se cerró y estos quedaron algo ahogados, aunque aún atravesaban sus agudos oídos.
Jaehwan apareció a ritmo tranquilo de la oscuridad, el rostro congestionado por el desagrado.
―Me va a crispar los nervios si continúa durante mucho tiempo.
Wonshik reaccionó. Tan solo podía esperar que algún día pudiera estar tan poco afectado por aquel horror como Jaehwan lo estaba. Pero después reflexionó que no debería utilizar a Jaehwan como referencia de comportamiento o estado mental.
Tan solo quería que la culpa diezmara.
―¿Tenías que coger a uno sano? ―preguntó atontadamente. No podía apartar la mirada del pasillo.
―Ah, sí, tú y tu estúpida ética ―respondió Jaehwan, la diversión presente en su voz―. ¿Realmente importa de qué tipo lo coja?
―Sí ―susurró Wonshik y, de repente, los gritos cesaron. Wonshik exhaló temblando y apartó la mirada del pasillo.
―Así mejor ―comentó felizmente Jaehwan. Se giró para mirarlo a la cara―. Si quieres que sean de un humano específico para alimentar a Loco, puedes ir a cazar tú mismo ―Wonshik palideció y Jaehwan sonrió de lado―. ¿No? Entonces no te quejes. Tan solo cojo lo que está más cerca. Hay VCF por todos lados últimamente, no tengo la intención de que me claven una estaca.
Perezosamente, Jaehwan caminó hacia la cocina mientras silbaba molestamente. Tras un momento respirando profundamente por la nariz, Wonshik lo siguió. Por pura fuerza de voluntad consiguió que se le relajaran los músculos. Molestarse por ello, por cualquier cosa, era estúpido. Estaba ahí por elección propia y huir ahora no era una opción, no si quería que Hongbin mejorara.
Jaehwan se entretuvo cogiendo bolsas de sangre de la nevera y pajitas de varios colores del cajón de plata. Wonshik lo observó en silencio, tomó la bolsa y una pajita verde que Jaehwan le ofreció. Los contempló durante un momento antes de volver al salón a esperar a que Hongbin… terminara.
No pienses en ello.
Se dejó caer en el sofá y se entretuvo con hacer un agujero para la pajita con cuidado.
―No llenes mi sofá de sangre ―lo avisó Jaehwan y Wonshik puso mala cara para sí mismo. Jodido Jaehwan. Insensible y molesto Jaehwan. Si no le clavaban una estaca los de VCF, tal vez lo haría él mismo.
Wonshik no avanzó mucho en su plan de asesinar a su creador con un palillo de dientes (oye, teóricamente eran como pequeñas estacas). Hubo el crujir de una puerta abriéndose y Hongbin apareció olfateando por el pasillo, los ojos vidriosos buscaban. Se movió algo más rápido cuando vio a Wonshik sentado y se tumbó a su lado. Dejó una marca de sangre en su camisa. Era bastante sucio comiendo.
Wonshik consiguió mostrar una débil sonrisa mientras le limpiaba el rostro. Todo lo que consiguió fue expandir la sangre. Pronto abandonó la tarea.
―Toma ―dijo mostrándole la bolsa de sangre para que Hongbin la tomara―, ¿aún tienes hambre?
―Hambre ―imitó Hongbin, y tomando la bolsa, dio grandes y toscos tragos. Wonshik le rodeó los hombros con un brazo y Hongbin se enroscó a su lado mientras bebía. Wonshik se permitió tranquilarse, dejó que la culpa ocupara la parte de atrás de su mente mientras la sensación de Hongbin acurrucado contra él lo tomaba.
―Espero que no esté manchando de sangre mi sofá ―dijo Jaehwan con amargura al entrar en la habitación. Observó a Hongbin críticamente―. Mira dónde pones esas sangrientas manos, Loco.
Wonshik lo miró mal, pero Hongbin no le prestó atención. Alternaba entre parecer no oírlo, una habilidad que a Wonshik le gustaría tener, y contemplarlo como si no pudiera saber en qué cojones estaba posando la mirada.
―Tu sofá es horrible ―respondió Wonshik sin tacto―. No es como si fuera a ser una pérdida.
―Tu cara es horrible ―saltó Jaehwan.
Como su cara mostraba, no estaba sorprendido.
―Sabes, para ser un vampiro de siglos de edad, tienes el ingenio de un niño de primaria ―Jaehwan no lo dignificó con una respuesta. Hongbin se acabó la bolsa y giró sus grandes y adorables ojos hacia Wonshik.
―Hambre ―repitió suavemente.
―Toma ―respondió Jaehwan caminando hacia ellos y ofreciéndole la bolsa de la que había estado bebiendo.
Hongbin la observó de la misma forma en la que Wonshik miraría un pañal empapado, así que Wonshik la tomó en su lugar, bebió un trago y después se lo ofreció a Hongbin, pero este aún se apartó escondiendo el rostro en su hombro con un sonido suave. Wonshik suspiró con pesadez.