Deportes.
-Creo que creamos un nuevo deporte Liz, encerrar slytherins en los armarios de escobas. ¿Dónde guardaremos su varita? -preguntó una muy divertida Carol.
-Se la daremos a una serpiente con una sonrisa en la cara. Luego corremos. - le respondió su amiga.
-Eso no es un acto muy valeroso que digamos.
-Yo creo que tener el despacho de Snape como segunda casa y habernos acostumbrado es ya bastante valeroso. -argumentó Liz. Parecía que este hecho no la afectaba en absoluto.
-Bueno, tú mandas, Perse.
-Lo sé. -susurró Liz, llena de confianza.
-Es un decir -suspiró Carol-. Por supuesto que la que manda aquí soy yo. - entonces le dio tres toquecitos a su insignia de prefecta.
-Vamos, ambas sabemos que esa insignia la tienes porque eres la alumnita perfecta de McGonagall. Nunca hemos hecho ningún desastre en esa clase porque no has querido. - y Liz le sacó la lengua.
-No me obligues a quitarte puntos, compañera.
-Hazlo y te hago un maleficio. -la retó.
-¿Tú? ¿Maleficio? Me matas de risa, y no me has lanzado un Rictusempra. ¡Já! ¿Entiendes? ¿Rictusempra, cosquillas, risa? -rió Carol. Liz rodó los ojos.
-Mira, allí está Blaise. ¡Oye Blaise! ¡A ver si adivinas de quién es esto y si puedes encontrarlo! -gritó Liz, al tiempo que tiraba la varita del pobre Slytherin encerrado.
-¡Te deseamos suerte, amigo! ¡Y cinco puntos menos por ser Slytherin! -gritó a su vez, Carol.
Y las chicas salieron corriendo.
-finite.
Somos increíbles Perse, nuestra obsesión no la supera nadie♥