30vicios kanda x lenalee (d.gray-man)
Título: Piel
Serie: D.Gray-Man
Personajes: Kanda Yuu x Lenalee Lee
Género: General/Romance
Advertencias: R, 767 palabras, contenido un tanto erótico. Puede continuar en Humillación
Tabla: Aquí
13. Piel
No puede evitar mirar el cuerpo de la chica en ese pequeño camisón cuando se levanta a beber un vaso de agua, no puede evitar imaginarse a la chica sin él puesto, porque por muy serio que él fuera y por mucho que pareciera que a él esas cosas no le preocupaban no quitaban el hecho de que aún fuera un joven en una edad en la que es normal fijarse en esas cosas. Él también es humano.
“¿Tampoco puedes dormir?”
“He estado en la sala meditando hasta ahora.”
“¿Tan tarde?”
“He llegado de una misión hace poco, es el único momento que he tenido.”
Ella asiente con la cabeza y se sienta a su lado. Él la mira para conseguir que ella le devuelva la mirada y ante la sonrisa de la chica no puede evitar besarla. Suave, dulcemente, solo saborearla. Ella cierra los ojos por unos momentos saboreando lo que fue su primer beso y ahora es ella quien le da un beso.
Sus hormonas masculinas actúan rápido bloqueando todo que pueda hacer que el chico pare y le acaricia el rostro haciendo que ella suspire. Viendo eso como algo bueno, sigue la acaricia hacia el cuello y acaba por encima del pecho. Se aparta de ella cuando reacciona, pero ella le coge la mano y le dice que deje que pase lo que tenga que pasar, que en el fondo son guerreros de combate y que no vale guardar un momento como ese con el amor de su vida porque nunca lo tendrán, porque quizá morirán antes de conocerlo. Que prefiere morir mañana habiendo sabido que se siente que morir el año que viene sin saber qué es eso y que con él todo estaba bien. Él la vuelve a besar y cuando ella le abraza él coloca sus manos por la pequeña cintura de la chica y la toca por encima del camisón.
Quizá para ella era la primera vez, pero para él también era la primera vez que tocaba a una mujer. Y el tacto con la piel tan suave de ella no lo cambiaría por nada del mundo.
Para otra vez y la coge para llevársela a la fría cama de su habitación porque siente que es lo único que puede hacer y la vuelve a besar en las labios, en el cuello, por encima del pecho y por todos los sitios donde puede porque su piel era como un adicción que con solo notarla con las manos no le era suficiente. Suelta un gruñido involuntario al toparse con la molesta prenda de ropa que antes ya se había imaginado a fuera y sin tener que decir palabra alguna las pequeñas manos de la chica cogen los bordes del camisón y se lo quita dando vía libre a las necesidades del chico.
Cuando se queda tan desnudo como ella y nota el contacto entre las dos pieles desnudas siente que después de esto ya no tiene tantas ganas de arriesgar su vida en cada lucha, que tendría que luchar para volver allí y encontrarla a ella y hacerle sentir eso que no era capaz de expresar con palabras.
Roces, besos todo se vuelve más desesperado y cuando todo se acaba él se siente completo cuando los brazos femeninos lo abrazan y le da un beso en el tatuaje de su pecho. La mano con la que no tiene acomodada la cabeza de la chica, que no puede estar quieta después de haber tocado tanto, vuelve a las piernas de ella para darle caricias haciendo que ella se acerque más a él.
“Me gustas.” Y la mano de él se queda quieta y la mira a los ojos de una manera que ella nunca antes había visto. “Y no sé si solo ha sido una noche o si quieres algo más, cualquier cosa lo entendería, pero no va a volver a pasar y si por casualidad quieres más, tendremos que hablar con mi hermano sobre esto. Si solo es la necesidad que todos tenemos, creo yo, que ambos hemos quedado satisfechos, así que tú mismo.”
Cuando él nota que la chica va a levantarse, él intenta cogerla para que se quede pero ella es más rápida y evita las manos de él para coger la ropa que había quedado en el suelo y volver a su habitación.
El chico mira hacia el techo y mientras piensa que él nunca antes había querido compromiso ahora no sabía si sería capaz de no volver a vivir los sentimientos de esa noche y tampoco sabía si sería capaz de olvidar el tacto de su piel.
Serie: D.Gray-Man
Personajes: Kanda Yuu x Lenalee Lee
Género: General/Romance
Advertencias: R, 767 palabras, contenido un tanto erótico. Puede continuar en Humillación
Tabla: Aquí
13. Piel
No puede evitar mirar el cuerpo de la chica en ese pequeño camisón cuando se levanta a beber un vaso de agua, no puede evitar imaginarse a la chica sin él puesto, porque por muy serio que él fuera y por mucho que pareciera que a él esas cosas no le preocupaban no quitaban el hecho de que aún fuera un joven en una edad en la que es normal fijarse en esas cosas. Él también es humano.
“¿Tampoco puedes dormir?”
“He estado en la sala meditando hasta ahora.”
“¿Tan tarde?”
“He llegado de una misión hace poco, es el único momento que he tenido.”
Ella asiente con la cabeza y se sienta a su lado. Él la mira para conseguir que ella le devuelva la mirada y ante la sonrisa de la chica no puede evitar besarla. Suave, dulcemente, solo saborearla. Ella cierra los ojos por unos momentos saboreando lo que fue su primer beso y ahora es ella quien le da un beso.
Sus hormonas masculinas actúan rápido bloqueando todo que pueda hacer que el chico pare y le acaricia el rostro haciendo que ella suspire. Viendo eso como algo bueno, sigue la acaricia hacia el cuello y acaba por encima del pecho. Se aparta de ella cuando reacciona, pero ella le coge la mano y le dice que deje que pase lo que tenga que pasar, que en el fondo son guerreros de combate y que no vale guardar un momento como ese con el amor de su vida porque nunca lo tendrán, porque quizá morirán antes de conocerlo. Que prefiere morir mañana habiendo sabido que se siente que morir el año que viene sin saber qué es eso y que con él todo estaba bien. Él la vuelve a besar y cuando ella le abraza él coloca sus manos por la pequeña cintura de la chica y la toca por encima del camisón.
Quizá para ella era la primera vez, pero para él también era la primera vez que tocaba a una mujer. Y el tacto con la piel tan suave de ella no lo cambiaría por nada del mundo.
Para otra vez y la coge para llevársela a la fría cama de su habitación porque siente que es lo único que puede hacer y la vuelve a besar en las labios, en el cuello, por encima del pecho y por todos los sitios donde puede porque su piel era como un adicción que con solo notarla con las manos no le era suficiente. Suelta un gruñido involuntario al toparse con la molesta prenda de ropa que antes ya se había imaginado a fuera y sin tener que decir palabra alguna las pequeñas manos de la chica cogen los bordes del camisón y se lo quita dando vía libre a las necesidades del chico.
Cuando se queda tan desnudo como ella y nota el contacto entre las dos pieles desnudas siente que después de esto ya no tiene tantas ganas de arriesgar su vida en cada lucha, que tendría que luchar para volver allí y encontrarla a ella y hacerle sentir eso que no era capaz de expresar con palabras.
Roces, besos todo se vuelve más desesperado y cuando todo se acaba él se siente completo cuando los brazos femeninos lo abrazan y le da un beso en el tatuaje de su pecho. La mano con la que no tiene acomodada la cabeza de la chica, que no puede estar quieta después de haber tocado tanto, vuelve a las piernas de ella para darle caricias haciendo que ella se acerque más a él.
“Me gustas.” Y la mano de él se queda quieta y la mira a los ojos de una manera que ella nunca antes había visto. “Y no sé si solo ha sido una noche o si quieres algo más, cualquier cosa lo entendería, pero no va a volver a pasar y si por casualidad quieres más, tendremos que hablar con mi hermano sobre esto. Si solo es la necesidad que todos tenemos, creo yo, que ambos hemos quedado satisfechos, así que tú mismo.”
Cuando él nota que la chica va a levantarse, él intenta cogerla para que se quede pero ella es más rápida y evita las manos de él para coger la ropa que había quedado en el suelo y volver a su habitación.
El chico mira hacia el techo y mientras piensa que él nunca antes había querido compromiso ahora no sabía si sería capaz de no volver a vivir los sentimientos de esa noche y tampoco sabía si sería capaz de olvidar el tacto de su piel.