30vicios kanda x lenalee (d.gray-man)
Título: Caramelo
Serie: D.Gray-Man
Personajes: Kanda Yuu x Lenalee Lee
Género: General
Advertencias: G, 561
Tabla: Aquí
11. Caramelo
Kanda odiaba el verano, no podía con los calores, lo dejaban sin energías, era su peor rival. Odiaba el no poder dormir por las noches, el ver a todos los hombres de la organización sudando como cerdos, odiaba ver como Komui chantajeaba a todos con los ventiladores “si no trabajas más horas te quedas sin ventilador” y sobre todo, odiaba a Lenalee en verano.
Siempre había pensado que había sido afortunado de no haberse encontrado a muchas féminas durante el tiempo que ha estado con vida, ese género era tan débil y tan diferente que sabía que no sería capaz de llevarse bien con ninguna de ellas. Eso, hasta que conoció a Lenalee.
No es que la viera como una excepción, ni mucho menos, encontraba vergonzoso que la chica fuera a él para decirle lo bien que huele su champú de pelo o recomendándole cosas para su pelo, odiaba ver como la trataban con más delicadeza, si estaba en la organización y si luchaba como ellos, debería de ser tratada igual que un hombre, odiaba ver como a todos se les caía la baba ante la corta falda que solía llevar, sinceramente no le gustaba nada.
En verano el odio se hacía aún peor. Durante todo el año podía ignorarla fácilmente, él no se dejaba engañar por una estúpida mini-falda como los demás, pero en verano parecía que su presencia se hiciera más visible, o al menos para él. No tardó en ocupar su lugar de meditación cuando el calor más apretaba, tirándose en el suelo del lugar ligerísima de ropa, lo justo para tapar ciertas partes, y ahí se podía quedar horas y horas leyendo algún libro.
¿Lo malo?
Que se ponía delante de él. No sabía si era queriendo o simplemente era tan estúpida que ni se daba cuenta, pero le resultaba imposible meditar cuando delante de él tenía a una chica, casi sin ropa y con un chupa chup en la boca dándole vueltas y más vueltas.
¿Acaso no veía que aunque fuera Kanda seguía siendo un hombre?
A la chica se le cayó el chupa chup cuando el chico le gritó que no comiera esas cosas allí, que si quería comer eso que se fuera a otro lugar. Le frustraba el hecho de que solo fuera de esa manera allí, porque delante de los demás siempre había más ropa puesta y, por suerte, no había chupa chup de por medio. Era como si creyera que con Kanda a solas podía hacer lo que ella quisiera porque estaría a salvo.
Quizá creía que Kanda era una chica. O quizá creía que no estaba interesado en las chicas.
Durante unos días no volvía a encontrarse a la chica, pero duró poco, porque poco después la volvía a tener tirada en el suelo, delante suyo, con algo en la boca que no dejaba de mover y haciendo que el chico se volviera loco.
“¿Qué... tienes... en... la... boca?”
Ella abre la boca y le enseña un caramelo, un gran caramelo, de color rosa chicle y dejando la lengua de la chica de un color rosa como el del caramelo. Kanda se levanta segundos después decidiendo que hace mucho calor y que necesita una ducha muy fría, pero antes decide avisarla antes de que no pueda mantener su compostura la próxima vez.
“¡¡No vuelvas a comer ningún tipo de caramelo!!”
Serie: D.Gray-Man
Personajes: Kanda Yuu x Lenalee Lee
Género: General
Advertencias: G, 561
Tabla: Aquí
11. Caramelo
Kanda odiaba el verano, no podía con los calores, lo dejaban sin energías, era su peor rival. Odiaba el no poder dormir por las noches, el ver a todos los hombres de la organización sudando como cerdos, odiaba ver como Komui chantajeaba a todos con los ventiladores “si no trabajas más horas te quedas sin ventilador” y sobre todo, odiaba a Lenalee en verano.
Siempre había pensado que había sido afortunado de no haberse encontrado a muchas féminas durante el tiempo que ha estado con vida, ese género era tan débil y tan diferente que sabía que no sería capaz de llevarse bien con ninguna de ellas. Eso, hasta que conoció a Lenalee.
No es que la viera como una excepción, ni mucho menos, encontraba vergonzoso que la chica fuera a él para decirle lo bien que huele su champú de pelo o recomendándole cosas para su pelo, odiaba ver como la trataban con más delicadeza, si estaba en la organización y si luchaba como ellos, debería de ser tratada igual que un hombre, odiaba ver como a todos se les caía la baba ante la corta falda que solía llevar, sinceramente no le gustaba nada.
En verano el odio se hacía aún peor. Durante todo el año podía ignorarla fácilmente, él no se dejaba engañar por una estúpida mini-falda como los demás, pero en verano parecía que su presencia se hiciera más visible, o al menos para él. No tardó en ocupar su lugar de meditación cuando el calor más apretaba, tirándose en el suelo del lugar ligerísima de ropa, lo justo para tapar ciertas partes, y ahí se podía quedar horas y horas leyendo algún libro.
¿Lo malo?
Que se ponía delante de él. No sabía si era queriendo o simplemente era tan estúpida que ni se daba cuenta, pero le resultaba imposible meditar cuando delante de él tenía a una chica, casi sin ropa y con un chupa chup en la boca dándole vueltas y más vueltas.
¿Acaso no veía que aunque fuera Kanda seguía siendo un hombre?
A la chica se le cayó el chupa chup cuando el chico le gritó que no comiera esas cosas allí, que si quería comer eso que se fuera a otro lugar. Le frustraba el hecho de que solo fuera de esa manera allí, porque delante de los demás siempre había más ropa puesta y, por suerte, no había chupa chup de por medio. Era como si creyera que con Kanda a solas podía hacer lo que ella quisiera porque estaría a salvo.
Quizá creía que Kanda era una chica. O quizá creía que no estaba interesado en las chicas.
Durante unos días no volvía a encontrarse a la chica, pero duró poco, porque poco después la volvía a tener tirada en el suelo, delante suyo, con algo en la boca que no dejaba de mover y haciendo que el chico se volviera loco.
“¿Qué... tienes... en... la... boca?”
Ella abre la boca y le enseña un caramelo, un gran caramelo, de color rosa chicle y dejando la lengua de la chica de un color rosa como el del caramelo. Kanda se levanta segundos después decidiendo que hace mucho calor y que necesita una ducha muy fría, pero antes decide avisarla antes de que no pueda mantener su compostura la próxima vez.
“¡¡No vuelvas a comer ningún tipo de caramelo!!”