0.
Prólogo.
La larga carretera se mostraba infinita ante su entrecerrada mirada, su expresión ciertamente arrugada y el amargo sabor de la boquilla del cigarrillo. Dio un sorbo calado hasta consumirlo, apagándolo con la punta de su zapato… una vez lanzado al vacío. La arena se extendía en el árido desierto, el cielo adoptaba un tono rojizo, sonrojado, pues su día se estaba acabando… Se relamió los labios; rotos y secos.
Echó una última mirada, al horizonte. Estaba sentado sobre el capó del vehículo. Un mustang negro. ¿Qué hacía con él? No le pertenecía, o quizás no le perteneció. A quién era. Antes de que todo cambió.
Tomó con cuidado el journal que se encontraba a su lado. Éste se caracterizaba por ser de una textura corroída y de marrón gastado. Lo abrió con la yema de sus dedos, repasando la línea de una de sus hojas. El lápiz se encontraba dentro. Lo acogió entre la pose de sus huesos pertenecientes a su mano. Se sedujo a escribir: He aquí donde comienza mi viaje, tras una intensa travesía… creí que era entonces cuando todo empezó… -se interrumpió, pensativo; borró con el final de su lapicero- creí que era entonces, en aquel momento, cuando mi vida se tornó…
El futuro.
La larga carretera se mostraba infinita ante su entrecerrada mirada, su expresión ciertamente arrugada y el amargo sabor de la boquilla del cigarrillo. Dio un sorbo calado hasta consumirlo, apagándolo con la punta de su zapato… una vez lanzado al vacío. La arena se extendía en el árido desierto, el cielo adoptaba un tono rojizo, sonrojado, pues su día se estaba acabando… Se relamió los labios; rotos y secos.
Echó una última mirada, al horizonte. Estaba sentado sobre el capó del vehículo. Un mustang negro. ¿Qué hacía con él? No le pertenecía, o quizás no le perteneció. A quién era. Antes de que todo cambió.
Tomó con cuidado el journal que se encontraba a su lado. Éste se caracterizaba por ser de una textura corroída y de marrón gastado. Lo abrió con la yema de sus dedos, repasando la línea de una de sus hojas. El lápiz se encontraba dentro. Lo acogió entre la pose de sus huesos pertenecientes a su mano. Se sedujo a escribir: He aquí donde comienza mi viaje, tras una intensa travesía… creí que era entonces cuando todo empezó… -se interrumpió, pensativo; borró con el final de su lapicero- creí que era entonces, en aquel momento, cuando mi vida se tornó…
El futuro.