Una vez más - Seiya/Serena

Mar 24, 2011 00:03

Título: Una vez más.
Fandom: Sailor Moon.
Claim: Seiya/Serena.
Extensión: 1.131 palabras.
Notas: Escrito para la tabla Ilusoria de 30vicios y para el reto_diario.

En el momento en que había creído en que ir a la Tierra luego de tantos años no le afectaría, era una suposición bastante lógica. Habían pasado más de veinte años desde que había pisado por última vez el suelo terrícola, cuando se despidió de Bombón cuando tan solo era un adolescente hormonado. Había hecho su vida en el planeta que habían reconstruido con sangre, sudor y lágrimas. Los tres lo habían logrado luego de muchísimos años. Era tal el gozo del planeta que incluso habían hecho un festejo cada año que se cumplía el vencimiento de Sailor Galaxia.

Le había costado olvidarle e incluso durante años se había obstinado en no salir con nadie, por ser un corazón roto y marchito. Hasta que llegó el día en que conoció a su esposa, una mujer que había recogido los pedazos en los que se había convertido y los había puesto en su lugar. Nunca supo si en verdad había sido amor, porque nunca sintió ese fuego que sintió por Serena; pero supo que había sido una relación basada en el cariño y la comprensión. Serena había sido el amor de su vida; pero su esposa había sido realmente la mujer de su vida.

Habían tenido tres hijos, dos varones y una niña; Daisuke, Akihiko y Asuka. Y habían sido felices, habían tenido mucho más de lo que necesitaban, siendo Seiya un veterano de guerra. Habían tenido sus altibajos y se habían golpeado la cabeza contra la pared más de las veces que podían contar; pero era ver a sus tres hijos y pensar que lo estaba haciendo bien.

Claro que la paz duró hasta el momento en que su esposa murió. Ahí la familia prácticamente se resquebrajó. Muerte súbita. Nadie podía explicar con precisión qué la había matado, un día simplemente no se volvió a despertar de su siesta de la tarde.

No se equivocó en su suposición, aunque inconscientemente hubiese tentado la idea de que tal vez siguiese sintiendo lo mismo con la misma intensidad cuando le viese la siguiente vez. Pero no, Serena era una persona diferente a la que había conocido a los 16 años, del mismo modo que él ya no era el mismo.

Al mirarle era algo más platónico, un amor que no se apagó del todo; pero ya no tiene las mismas fuerzas de antaño. Era esa sonrisa entre triste y alegre, nostálgica cada vez que posaba su mirada en ella. Ese amor por el que no se espera nada realmente, tan solo recordarle con cariño.

Sin embargo, seguramente había querido seguir sintiendo eso de la misma manera por la soledad que estaba sintiendo desde la muerte de su esposa, hacía tan solo unos tres años antes. Ya no estaba ese fuego, ni ese espíritu de lucha.

Durante aquella visita a la Tierra en la que fue acompañado con su hija pequeña, que había comenzado sus tareas diplomáticas hacía poco, logró volver a tener una pequeña amistad con Serena (o Reina Serenity. Luego de tantos años, todavía le costaba asimilar que había terminado convirtiéndose en una Reina). Había visto que Haruka le había mirado mal un par de veces; pero, a diferencia de la vez anterior, no hizo nada por impedir que fuesen amigos, probablemente porque sabía que no intentaría nada. Y no lo había hecho, porque se conformaba con tan solo oírle reír como cuando eran adolescentes.

Aun cuando sabía muchas cosas que estaban pasando en la Tierra durante los años en los que no había estado, escucharlo de la boca de Serena era otra cosa diferente. Era la época más próspera de Tokio de Cristal en mucho tiempo y no sólo eso, se notaba en la forma en la que se lo contaba el amor que le tenía a su planeta y las esperanzas puestas en él. Hablaron acerca de sus hijos. Al parecer tenía dos hijos, Rini y Gennosuke. Aunque tuviesen algunos problemas con la más grande que parecía haber entrado recientemente en la etapa de rebeldía adolescente, negándose a los protocolos reales. Lograba sacarle buenas canas verdes a los padres, sobretodo a Darien, porque Serena le entendía un poco más, porque a ella le habían costado mucho en su momento. Mientras que el otro parecía más responsable.

Entre charlas y reuniones con los representantes de ambos planetas, Seiya pasó alrededor de un mes en la Tierra, junto a su hija. Le llevó a conocer muchos lugares que había conocido en su estancia allí. Asuka se sorprendió que su padre jamás le hubiese contado cuán famoso era también allí. “No cualquiera tiene un padre famoso intergalácticamente”. Y Seiya tan sólo pudo reír frente al humor de su hija, tan parecido al de su madre.

Pero durante los tiempos en los que no estuvieron juntos, parecía haber hecho migas con Gennosuke, lo cual no se le hacía extraño teniendo ambos prácticamente la misma edad.

A decir verdad, lo habían pasado bastante bien durante su estancia allí; pero ya comenzaba a extrañar a sus hijos más grandes y su propio planeta. Sin embargo, mientras más se acercaba la fecha de irse de la Tierra, su hija parecía menos entusiasmada que de costumbre, aunque eso lo atribuyó a llegar a dejar las comodidades y curiosidades terrestres de las que Asuka se había vuelto fanática, de las cuales el Planeta de las Flores de Fuego carecía completamente.

Jamás podría haber previsto que eso no se acercaba ni un poco a la verdad, lo cierto es que era algo mucho más complicado que solamente llegar a extrañar los artefactos terrestres. Pero lo peor es que tardó en darse cuenta de la verdadera razón, no fue hasta que llegó a pensar aquella posibilidad remota cuando realmente lo había notado.

Había nacido algo más que amistad entre Asuka y Gennosuke. Aun le costaba asimilarlo; pero estaba ahí y a sus ojos era evidente. Había creído inconscientemente que era mejor ignorarlo, que jamás podría llegar a ser aquello.

Por un momento creyó que su hija inevitablemente sufriría lo mismo que él cuando era adolescente. Jamás le desearía a su hija el tener que sufrir así por amor: la imposibilidad de cortar de raíz aquel amor. Porque siendo Gennosuke un noble (y no sólo un noble, sino el príncipe de Tokio de Cristal) seguramente estaría comprometido con una princesa probablemente heredera de trono (ya que la hermana más grande era la heredera). Sin embargo, cuando habló con Serena acerca de aquello, ella le negó, diciéndole que no habían comprometido a ninguno de sus dos hijos porque no querían obligarles a casarse con personas que no amasen.

Y cuando volvió solo a su planeta (porque su hija se quedó un tiempo más en la Tierra para “pasar sus vacaciones”), por un momento quiso creer que la historia no se repetiría con su hija.

personaje: seiya kou, ~ comunidad: reto_diario, ~ comunidad: 30vicios, raiting: k, personaje: serena tsukino, pairing: seiya/serena, ♪ extensión: 1001-3000 palabras, género: het, fandom: sailor moon, personaje: oc

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