Reglas. El cuarto vicio.

Aug 07, 2007 23:09

Cuarto vicio... Una vez más, aparece Penny (si hasta le estoy cogiendo cariño a la chica y todo, jeje). Espero que os guste y tal. Es el más cortito de todos los que tengo ahora.

Para el próximo, tendré que sacer yo un tema. Creo que ya hay algo por ahí :) Besos y hasta pronto

Autor: cris_snape // cris_snape
Fandom: Harry Potter
Personaje/Pareja/Trío: Percy Weasley
Tema: #4 - Café
Hay cosas mejores que el café para mantenerse despierto...


Penny tiene ganas de jugar. Mira a Percy, que está sentado en la pequeña terraza de su apartamento, enfrascado en una serie interminable de informes para el Ministerio, y decide que el pobre chico ya había trabajado bastante por un día.

Es verano y hace calor. Percy se ha permitido prescindir de esos horrendos trajes grises que le hacen parecer un viejo, y Penny lo encuentra más guapo que nunca ataviado con un pantalón de lino y una camiseta de colores claros. Ropa muggle. A Percy le sienta muy bien. Está mucho más juvenil, más alegre. Menos estirado. A Penny no le gusta que su novio siempre se comporte como si le hubieran metido algo por cierta parte de su anatomía. Afortunadamente, conoce unas cuantas formas de hacer que se relaje y, esa noche, va a utilizar su más efectivas armas de mujer.

Ella únicamente lleva puesto su camisón de verano. No es ni muy sugerente ni muy llamativo, pero si cómodo. Deja ver todas las partes del cuerpo que Penny desea mostrar y, además, ha prescindido de la ropa interior.

Penny lo observa apoyada en el marco de la puerta, con los brazos y las piernas cruzadas. Sabe que en ese momento no presenta un aspecto precisamente sexy, pero también sabe que Percy no la está mirando. No cuando está tan concentrado en esos horrorosos pergaminos.

Después de unos segundos, la chica carraspea y a Percy no le queda más remedio que alzar la mirada. Parece un poco asombrado cuando la ve ahí parada, sonriéndole gatunamente, y las gafas resbalan hasta la punta de su nariz. Él también carraspea, poniéndose algo colorado, antes de intentar volver a sus obligaciones.

-Oye, Penny -Dice, haciendo un esfuerzo sobrehumano para mantener los ojos lejos de las redondeadas curvas de su novia -¿Puedes hacerme un café? Creo que tendré que quedarme trabajando toda la noche.

Penny no responde. Libera un bufido y pone los brazos en jarra, pero no se rinde. Ella nunca se da por vencida cuando tiene ganas de jugar, así que se acerca a Percy, se coloca detrás de la silla y le rodea el pecho con los brazos, mordisqueándole la oreja. Justo ahí, dónde sabe que puede volverlo loco.

-¿Por qué no te olvidas de toda esa mierda aburrida y me echas el polvo de tu vida?

Percy gimotea de resignación y deseo. Penny sonríe. Percy, el puritano y correcto Percy, el Weasley de moral intachable y gesto adusto, se pone como una moto cuando Penny le susurra palabras mal sonantes al oído. La mira de reojo un momento y descubre que ella no ha dejado de sonreír. Y cuando le roza los labios con la lengua y le mete una mano por debajo de la camiseta, Percy ya no puede seguir pesando en el trabajo. Se pone en pie, con cuidado de no arrojar nada al suelo, y deja que Penny enrosque las piernas en su cintura y, tambaleantes, llegan hasta el sofá y comienzan a comerse a besos. Esa noche, Penny no necesitará un lugar más cómodo para cumplir con sus deseos.

Media hora después, Percy se levanta, se pone la ropa interior y estira sus brazos mientras ronronea placenteramente. Penny lo mira con una sonrisa bobalicona en el rostro. Le hace gracia esa expresión atormentada del chico. Debe estar pensando en todo el tiempo que ha perdido de trabajo, y se siente malvada por corromper de esa manera a un hombre tan responsable como él. ¡Pobre Percy!

-¿Me harás ahora ese café, Penélope?

Ella no puede contener una carcajada. Percy finge estar molesto, pero cuando Penny se levanta e inicia el camino a la cocina, él la agarra por la cintura y la besa posesivamente.

-Me encanta tu café.

penny, 30vicios, percy

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