Vicio 6

Aug 17, 2007 21:08

Nuevo vicio, esta vez el sexto. Espero que os guste :)

Autor: // cris_snape
Fandom: Harry Potter
Personaje/Pareja/Trío: Percy Weasley
Tema: #6- Escape
Cuando Percy está en el cine y piensa en los gemelos, la cosa no puede salir bien.


Percy había cometido dos grandes errores esa tarde.

El primero, había sido dejar a Penny elegir el sitio al que irían a divertirse. El segundo, no haberse envenenado a sí mismo cuando ella le dijo que irían al cine a ver una película romántica.

La parte del cine no estaba mal. Era un sitio oscuro, no hacía frío y el ambiente era tranquilo. No como esas discotecas que le encantaban a Penny y que él aborrecía desde la primera vez que había puesto un pie dentro. Además, las palomitas de maíz estaban bastante buenas y los refrescos de cola muggle eran, sin duda, uno de los mejores inventos de la gente no-mágica.

Lo que no le gustaba, era la película. Romántica... ¡Ja! Empalagosa a más no poder y tremendamente irreal. ¿Desde cuando esas cosas pasaban en la vida real? Dos desconocidos que se enamoran localmente en mitad de la selva, cuando están a punto de ser devorados por un montón de leonas, y que vuelven a la civilización, se separan y se reencuentran en la boda de un amigo común y... ¡Bah! Percy se había perdido en esa parte de la historia. Le aburría soberanamente, y no podía dejar de pensar en el precioso tiempo perdido que podría haber dedicado a terminar ese informe sobre el tráfico ilegal de alfombras voladoras. No entendía cómo era posible que Penny tuviera esa expresión idiotizada en el rostro. Gimoteaba cada vez que el protagonista aparecía en la enorme pantalla, con su cuerpo musculazo, su pelo suelto al viento y esa mirada de seductor que, al menos a Percy, no le engañaba en absoluto.

Percy disimuló un bostezo y abrazó a Penny. Ella no le hizo caso y suspiró emocionada cuando el tipo del pelo largo besó pasionalmente a la protagonista. Tenía una buena delantera, eso sí. Era una muggle bastante atractiva y, además, se había pasado media película casi sin ropa encima. Quizá, era lo único salvable de todo aquel espectáculo. ¡Uhm...! Sí. Las muggles no estaban nada mal. Las brujas solían llevar mucha más ropa encima, aunque Penny... Era una suerte que le encantaran las minifaldas y los escotes pronunciados. A Percy le encantaban.

Después de comprobar que Penny no estaba por la labor de prestarle atención, Percy sintió la imperiosa necesidad de escapar de allí. Observando al resto del público masculino de la sala de cine, supo por su cara que todos esos tipos también estaban pensando lo mismo. Las chicas estaban babeando y, de vez en cuando, se limpiaban las lagrimillas. Los chicos, se tapaban la boca para que no se notara que se aburrían.

A Percy le gustaba cumplir las reglas. En un principio, tenía pensado aguantar estoicamente toda esa situación, esperar a que la película terminara y, después, jurar y perjurar que le había encantado, mientras rezaba porque a Penny no se le ocurriera volver a torturarlo de esa manera. Pero a Percy también le gustaba ayudar a los demás. Era de los que pensaban que, casi siempre, el fin justificaba los medios, y esa tarde, era evidente que los muggles hombres del cine necesitaban que alguien les ayudara a escapar del férreo control de unas novias desconsideradas que no les dejaban divertirse a su manera.

Percy reflexionó. ¿Qué podía hacer para salir de allí? No estaba acostumbrado a hacer maquinaciones maliciosas, y pensó en los gemelos. ¿Qué hubieran hecho ellos?

Magia.

Percy sonrió y miró hacia arriba, frunciendo el ceño. Localizó las salidas de emergencia. Sabía que estaban allí para que los muggles pudieran salir rápidamente en caso de una urgencia. Como un incendio.

Su sonrisa se ensanchó, al tiempo que los protagonistas de la película retozaban en la cama, y Penny y el resto de chicas de la sala estallaban en lágrimas. El aburrimiento masculino descendió un poco al ver el trasero de la actriz y ¡Uhm...! Percy miró la pantalla, claramente interesado, hasta que llegó a la conclusión de que era conveniente pensar en lo que tenía, no en lo que podría tener. Debía sacar a Penny de allí cuanto antes.

Empezó a moverse lentamente, sacando su varita. Sólo esperaba que su novia no se enterara de nada. En tal caso, se enfadaría bastante. Y odiaba a Penny enfadada. Tenía mucho genio.

Sintiéndose un poco culpable, pero movido por la imperiosa necesidad de salir de allí, agitó la varita y las alarmas de incendio saltaron. Y se sintió bien, comprendiendo por primera vez qué motiva a los gemelos para hacer travesuras. Seguro, al mismo tiempo, de que no repetiría nada como eso nunca más.

Después, todo fue confusión. Los muggles se levantaron entre gritos asustados y, en menos que canta un gallo, ya no había nadie. Ni siquiera Percy y Penny.

Estaban en la calle. La chica aún temblaba un poco por el susto, preguntándose qué habría ocurrido. Percy no había podido dejar de sonreír y sugirió que se fueran a casa.

-Está bien. Pero tendremos que volver otro día a ver el final.

Y Percy supo que nunca, jamás, bajo ninguna circunstancia, se saltaría las reglas. A él esas cosas no le salían bien.

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Otra vez ha vuelto Penny :). Como buena hija de muggles que es, le gusta ir al cine, aunque no ha elegido el género favorito de Percy precisamente. Y me preguntó yo. ¿Qué le gustaría a él? Seguramente los thrillers políticos o las pelis de juicios, jeje.

Espero que os haya gustado. Aprovecharé mis vacaciones (los días que no esté fuera) para intentar responder a algunos comentarios. Los agradezco muchísimo, pero casi no tengo tiempo de conexión. Entre el curro y rollos varios... ¡Bah! Lo de siempre.

Besos y hasta pronto.

Cris Snape

penny, 30vicios, percy

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