Muy buenas. Aquí estoy de vuelta, aprovechando el domingo. Ha llegado la hora de colgar una viñeta más, la número 10 en esta ocasión. Espero que os guste y todo eso.
¡Oh! Hay un pequeño Spoiler al final, así que tened cuidado y no léáis si no queréis saber.
Saludos!
Autor: // cris_snape
Fandom: Harry Potter
Personaje/Pareja/Trío: Percy Weasley
Tema: #10 - Libros
A Percy le gusta leer, aunque haya gente que lo ve como algo extraño.
A Percy le gusta leer. Todas las noches, antes de meterse en la cama, coge alguno de los libros que guarda en su armario y se lee diez hojas, disfrutando cada una de las palabras y emocionándose ante cualquier frase que se presenta ante sus ojos. Puede pasar horas sentado en un rincón, con un libro en las manos, concentrado en su lectura, moviéndose apenas para colocarse las gafas sobre la nariz.
Los gemelos no entienden cómo puede pasar tanto tiempo dedicado a esa tarea. Ni siquiera está en Hogwarts, así que no tiene que estudiar para hacer sus deberes. Para ellos, leer por voluntad propia es un sacrilegio y, por ese motivo, han convertido a Percy o, mejor dicho, a sus libros, en el principal objetivo de sus bromas.
Aunque Percy intenta proteger todos esos tesoros, algunos de sus libros ya han salido mal parados. Dos días antes, Historia de Hogwarts quedó reducida a la nada después de que los gemelos encontraran divertido regalárselo a los revoltosos gnomos del jardín. La semana anterior, habían colocado un pequeño explosivo dentro de un ejemplar de Los Veinte Magos Más Poderosos del Mundo Mágico, que había abrasado todas sus páginas y que dejo el cabello de Percy quemado y su rostro ennegrecido. Hace quince días, se colaron en el dormitorio y Mamá los encontró mientras intentaban esconderle todos los libros que guardaba en el armario. Y, así continuamente. Percy intenta disfrutar de la lectura, y los gemelos pretenden impedírselo con sus famosas bromas que, al hermano mayor, no le parecen más que maldades injustificadas.
Ese día, Percy no puede evitar estar en tensión. Papá le ha traído un libro muggle. En un principio, el pequeño brujo pensó que no merecía la pena ni siquiera echarle un vistazo. Después de todo, nunca había esperado que los muggles supieran escribir correctamente, pero se sorprendió a sí mismo disfrutando enormemente de la emocionante aventura que era La Isla del Tesoro. Casi podía sentir que estaba a bordo de ese barco pirata y...
-¿Qué tienes ahí?
Es Fred. Percy gruñe e intenta recuperar infructuosamente el libro que le ha quitado su hermano. No es que le parezca raro que hayan ido a molestar, pero no puede evitar enfurecerse. Estaba en la mejor parte del capítulo y se muere por saber lo que ocurrirá a continuación.
-¡Devuélvemelo! -Percy se siente frustrado al comprobar que casi está lloriqueando -¡Es mío!
-¿Por qué lees esto? -Fred agita el libro con aire divertido. Por una vez, George no está con él, lo cual no deja de resultar un poco extraño.
-¡Dámelo! -Percy, sabiendo que en un uno contra uno no puede salir muy mal parado, se abalanza sobre su hermano e intenta recuperar su tesoro, sin lograr. -Que tú no sepas leer no significa que yo tampoco sepa hacerlo.
Fred frunce el ceño. Por un momento, parece enfadado, pero en seguida recupera su sonrisa maliciosa y agita el libro, sujetándolo por dos de las páginas centrales.
-No eres amable...
-¡Mamá! -Percy eleva la voz. Sabe que es imposible intentar razonar y no se atreve a usar más violencia contra Fred, así que recurre a un método más seguro para salirse con la suya. Molly Weasley -¡Fred me está molestando!
Tarda un segundo, pero la voz de Molly procede de la planta superior de la casa.
-¡Fred! Deja de molestar a tu hermano.
El aludido se cruza de brazos, claramente molesto, y mira a Percy con desdén. A esas alturas, el mayor ya está sonriendo con autosuficiencia, sabiendo que haba ganado una batalla, pero no la guerra.
-Eres un chivato -Fred escupe las palabras con desprecio y vuelve a agitar el libro, con mucha más fuerza en esa ocasión. Tanta, que consigue arrancar las páginas centrales. Justo la parte que tanto emocionaba a Percy -Aquí tienes.
Le entrega el libro, pero se queda con las hojas en las manos. Percy se pone rojo y se coloca frente a él, dispuesto a no dejarle escapar.
-¡Dámelas! Son la mejor parte.
Fred sonríe y, en lugar de hacer lo que le están diciendo, rompe las hojillas en pedacitos. Percy, indignado, no sabe qué hacer. Hasta que, antes de que su hermano abandone la cocina, suelta una palabra que, años después, pesará sobre su conciencia como una losa enorme.
-¡Muérete!