Vicio 23. Cartas

Oct 11, 2007 23:46

Como mañana no tengo que trabajar, me veo en la obligación de daos la brasa. Lo siento. Por aquí dejo una viñeta más sobre Percy. ¿Disfrutadla?

Autor: cris_snape
Fandom: Harry Potter
Personaje/Pareja/Trío: Percy Weasley
Tema: #23 - Cartas


Percy reconocería a la vieja lechuza de su familia entre un millón. De hecho, si Penny no se hubiera apresurado en abrir la ventana, el pobre animal seguiría ahí fuera, con las plumas congeladas por el frío y esa irritante mirada de reproche que sacaba de quicio al joven brujo. Pero su novia, una vez más, había tomado las riendas de la situación y la había dejado entrar. Irremediablemente, eso significaba que tenía que recoger la nueva carta que su madre le hacía llegar.

¿Por qué no podía entender que él no quería saber absolutamente nada de ellos? Lo había dejado muy claro cuando se fue de casa. No volvería hasta que sus padres y hermanos reconocieran la verdad. Decir que el innombrable había muerto... ¡Ja! ¡Qué estupidez! Para Percy, estaba más que claro que aquello no era más que una artimaña de Dumbledore para hacerse con el poder. Porque, aunque el viejo brujo había sido uno de los hechiceros más poderosos de la historia, era evidente que empezaba a chochear. Su mente, antaño brillante, había comenzado a enturbiarse, y su padre había creído en todas sus tonterías.

Aunque. ¿Qué se podía esperar de Arthur Weasley, el amante de los muggles? No es que Percy tuviera perjuicios contra esa gente. Penny era hija de muggles, y le parecía una bruja de gran talento, pero de ahí a estar fascinado por las personas que carecían de poder mágico, iba una gran diferencia que, debían reconocerlo, no había hecho más que entorpecer la carrera de su padre en el Ministerio. A Percy le enfermaba saber que su progenitor carecía de ambiciones. Solía mostrarse más que satisfecho con su trabajo, y el joven no entendía por qué demonios no aspiraba a más. Simplemente, no le cabía en la cabeza que se conformase con ser un don nadie del que todos se mofaban.

Percy no quería ser como él. Había conseguido una buena posición. Fudge confiaba en él. Era importante, y no podía dejar que su familia lo alejara del poder y la gloria. Había luchado mucho para conseguirlos y, aunque algunas veces le dolía haberse alejado de su madre y sus hermanos, estaba seguro de que había tomado la decisión correcta. Ellos algún día se darían cuenta, y su padre se arrepentiría de todas las cosas que le dijo. Acusarlo a él de traicionar a su familia. ¿Es que no comprendía que sólo quería lo mejor para todos? Cuando entraran en razón, las cosas volverían a ser como antes, pero hasta entonces, debía mantenerse firme.

-Tu madre te felicita por tu cumpleaños -Dice Penny, sacándolo de sus pensamientos. Percy la mira un instante y vuelve a verla con el ceño fruncido, tan disgustada como siempre que hablaban sobre la familia de Percy -Deberías escribirle para darle las gracias.

-No -Percy retira el pergamino de las manos de la joven y, sin pensárselo dos veces, lo hace añicos -No quiero nada de esa gente hasta que no se disculpen por haber sido tan injustos conmigo.

-Esa gente es tu familia -Penny pone los brazos en jarra. No hay suavidad en su voz. Es evidente que está empezando a enfadarse. Se avecina un buen chaparrón -Es tu madre y es tu cumpleaños. No puedes ignorar su carta como si nada. ¿Cómo crees que se sentirá?

-¿Cómo crees que me siento yo? -Percy sube la voz. Realmente no se encuentra muy bien. Es el primer cumpleaños que pasaba completamente solo porque, aunque aprecia la compañía de Penny, echa de menos a su familia. Por supuesto, eso no lo reconocerá ni bajo la peor de las torturas, pero es así -Ellos me han hecho a un lado. Que mi madre me recuerde el día de mi cumpleaños, ni significa nada. Posiblemente sólo tenga remordimientos por haberme dicho todas esas cosas.

-Yo no creo que tu madre tenga remordimientos por nada -Penny también está a punto de gritar. Con un movimiento enérgico, estira el regalo que Molly adjuntó a la carta. Un jersey rojo con su inicial tejida en dorado -Piensa en ti porque eres su hijo y te echa de menos. Incluso te manda esto. Mira.

-¿Crees que significa algo? -Percy coge la prenda de vestir con una mano y la arroja al suelo. Está furioso. Penny ha conseguido enfadarlo de verdad, y no piensa muy bien lo que está haciendo -Seguro que es el jersey que le devolví por Navidad...

-¿Y qué si lo es? Fuiste un capullo entonces, y lo estás siendo ahora.

-No me insultes, Penélope -Percy la miró amenazante, señalándola con un dedo.

-Y tú no te atrevas a ponerte en ese plan conmigo, porque te juro que te convierto en una apestosa babosa gigante con gafas.

Se produjo un breve instante de silencio. Percy sabía perfectamente que las amenazas veladas no servían de nada con Penny. La chica tenía mucho carácter y era capaz de cumplir sus amenazas, incluso hacerlas un poco peores.

-Si insistes en ser un gilipollas, yo responderé la carta de tu madre y me quedaré con el jersey -Y, efectivamente, Penny recogió la prenda del suelo -Mi nombre también empieza por “P” y me encantan el rojo y el amarillo. Aunque son los colores de Gryffindor. Creo que le sugeriré el azul para la próxima ocasión.

Percy iba a protestar, pero Penny acostumbraba a dejarlo sin palabras. Liberando un gruñido de frustración, vio a la joven sentarse ante la mesa y ponerse a garabatear unas líneas en uno de sus propios pergaminos. Quería a Penny, pero a veces se preguntaba si ella no sería también un escollo insalvable durante el camino hacia la grandeza.

penny, 30vicios, percy

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