Un nuevo Vicio sobre Percy. Ya van quedando menos, qué penita :(
Autor:
cris_snape Fandom: Harry Potter
Personaje/Pareja/Trío: Percy Weasley
Tema: #24 - Humillación
Cuando Percy Weasley se proponía una cosa, siempre lo conseguía. Desde que supo todo lo que tenía que saber acerca de Hogwarts, había decidido que sería prefecto y Premio Anual. Y, durante sus primeros cursos de estudio, se había esforzado por ver cumplido ese viejo sueño infantil. Se había matado a estudiar, descuidando un poco sus relaciones sociales, y se había convertido en el alumno más brillante de su curso. No tenía casi ningún amigo, cierto, y no se llevaba especialmente bien con otra persona que no fuera Penny, pero se sentía orgulloso de saberse el mejor. Por eso, cuando recibió la carta del colegio anunciándole que sería prefecto, no pudo sentirse más feliz. Ya se veía a sí mismo paseando por los pasillos con suficiencia, sabiéndose el mejor, presumiendo de aquello que tanto esfuerzo le había costado conseguir y, sin embargo...
Odiaba a los gemelos. Quizá no todo el tiempo; eran sus hermanos, después de todo, y hubiera estado mal visto que los despreciara abiertamente, pero los odiaba. Sobre todo cuando lo convertían en el centro de sus bromas. Y debería estar acostumbrado, porque así había sido desde que podía recordar, pero Percy, aunque procuraba disimularlo, había heredado el explosivo temperamento de los Weasley y, simplemente, no podía dominar aquellas sensaciones que le instaban a estrangular a Fred y a George. Lo intentaba, pero no siempre lo conseguía.
Esa mañana, le estaba resultando especialmente difícil dominarse. De hecho, comenzaba a dolerle el estómago, señal inequívoca de que el estrés estaba afectándole de verdad. A pesar de que era el primer día de clases y aún no tenía nada que estudiar, Percy estaba a punto de estallar. Se había levantado temprano, se había dado una larga ducha en el baño de prefectos, se había vestido con total pulcritud, había cogido su insignia y...
Percy dio una patada a la pared. No era propio de él, pero era mejor eso que ir al dormitorio de sus queridos hermanos y reventarles a ellos la cabeza. ¡Su hermosa insignia de prefecto! Esos dos... Habían aplicado alguna clase de hechizo sobre ella, consiguiendo que la rodeara un brillante haz de luz amarilla, terriblemente llamativa, junto a la frase “Percy. Perfecto Prefecto Pelmazo”. ¡Merlín! Era tan humillante. No podía salir con aquello parpadeando alegremente en su solapa. Todo el mundo se reiría de él si lo hacía y era su primer día. Perdería el respeto de todo el mundo. Era horrible. Sobre todo porque tenía muchísimas ganas de gritar a los cuatro vientos que ahora ocupaba una posición privilegiada entre sus compañeros.
Pero no podía salir con eso. Estaba seguro de que en algún momento el resplandor y la frase desaparecían, aunque no sabría decir cuando. También podía ponerse a investigar y encontrar el encantamiento que habían utilizado esos... En cualquier caso, no tenía tiempo para hacerlo ahora, y tampoco quería hacer el ridículo, así que, con todo el dolor de su corazón, renunció a la insignia por un día. Después, podría torturar y asesinar a sus hermanos, no sin antes obligarle a arreglar el emblema de prefecto. Malditos fueran...