Autor:
crystaldark
Fandom: Harry Potter
Pareja: Harry Potter / Severus Snape
Tema: #2 - Lluvia
Clasificacion: PG-13. Slash
Harry Potter se encontraba sumergido bajo el lío de mantas que formaban su cama, en el acogedor departamento del que era propietario en el Londres muggle. Y no tenia ninguna intención de salir de su refugio en los próximos 10 años… no, mejor que fueran 100. No podía olvidar la vergüenza y el dolor que le ahogaban el corazón cada vez que recordaba lo sucedido hace apenas unos días.
Flash Back
Hace ya dos años que la guerra terminó con la derrota del lado oscuro. Harry había contado con la ayuda de mucha gente, pero lo que realmente le había sorprendido, era que su antiguo profesor de pociones había sido la clave para la victoria. Severus Snape había estado a su lado durante todo el tiempo, ya fuera impartiéndole conocimientos esenciales a la hora de luchar, como en el propio campo de batalla, y fue sin duda su ayuda la que desencadeno el feliz final. Después de la guerra, y del fin de los estudios en Howgarts de Harry, habían continuando tratándose, al principio bastante cordialmente, más tarde se estableció entre ellos un lazo de amistad. La gente ya no encontraba extraño el encontrarse a Harry Potter y Severus Snape, caminando por el Callejón Diagon, o encontrarles tomando juntos en cualquier establecimiento.
Pero los sentimientos de Harry hacia tiempo que habían empezado a cambiar. Ya no podía ver a Severus como un simple amigo. Se había enamorado de su antiguo profesor, y tenía en la cabeza un verdadero caos. No sabía si era mejor confesarse, o dejarlo todo como estaba y esperar que con el tiempo sus sentimientos desaparecieran.
Intentó olvidarse de él, pero cada vez que lo veía no podía evitar querer besar esos labios, acariciar ese rostro, y amarlo durante todo el tiempo que le fuera posible.
Por eso, esa noche invitó a Severus a cenar. No era nada insólito, ya que solían salir con bastante frecuencia. La cena transcurrió tranquila, sin incidentes, quizás lo único extraño fue la actitud del joven, quien Severus notó nervioso y no muy parlanchín, como solía ser habitual.
Tras cenar, decidieron dar un paseo. A esas horas la calle estaba desierta, ya que sumando la baja temperatura a la que estaban, la gente preferiría quedarse calentitos en sus casas. Caminaban en silencio hasta que Severus exasperado lo rompió.
- Harry, ¿se puede saber que es lo que te ocurre hoy?
- Nada, ¿por qué tendría que pasarme algo?- contestó nervioso
- No has hablado mucho durante la cena, cosa bastante rara en ti. Siempre te tengo que mandar callar.- al ver la cara gacha del joven siguió preguntando.- ¿Me lo vas a contar?
- Bueno… si hay algo que quiero decirte.- larga pausa. - Me he enamorado.- siguió caminando sin levantar la cabeza.
- Oh… vaya.- fue lo que alcanzó a decir Snape. Aquello le había tomado por sorpresa, aunque no tanto como lo que escuchó a continuación. Harry se paró por fin, y fijando sus ojos en los de su ex profesor, se confesó.
- Me he enamorado de ti, Severus.
Dicho esto, Harry se acercó hasta Severus y posó sus labios en aquellos con los que soñaba cada noche, mientras sentía como su cara empezaba a arder. Fue un pequeño roce, pero Harry se dio cuenta de que Severus no le correspondía. La verdad es que el profesor continuaba en shock desde la confesión y no era capaz de reaccionar. El joven tomó el aturdimiento como una clara negativa hacia sus sentimientos, y sin más dejo ir aquellos labios, para luego murmurar una disculpa y desaparecerse.
Fin Flash Back
Y ahora se encontraba en aquel estado, en el que ni siquiera sus amigos habían logrado que abandonase su cama y saliera de nuevo para despejarse. Podía oír como la lluvia caía violentamente fuera de su refugio. Arremetía contra los cristales, como queriendo traspasarlos y hacerlos añicos. Pero a él le daba igual. Estaba vagando en su propio mundo, recriminándose el haber sido tan estúpido, por haber roto su amistad con el hombre mayor. Él se conformaría con poder seguir siendo amigos, poder mirarle aunque se muriera por tocarle. Pero estaba seguro de que no le concedería aquella oportunidad.
De pronto llamaron a la puerta de su departamento. Era una hora bastante inusual, y aunque no tenía ganas de abrir, se deshizo del lío de mantas y se dirigió a la puerta.
Cando abrió no supo decidir si estaba soñando o no. Tras la puerta se encontraba Severus Snape, empapado de pies a cabeza a causa de la lluvia que arremetía afuera. Y ahora le miraba fijamente, con un brillo que Harry no supo descifrar. Inconscientemente dio un paso atrás, pero un brazo rodeó su cintura atrayéndolo hacia el otro cuerpo. Atinó apenas a darse cuenta de que ahora unos labios lo estaban besando con desesperación y desenfreno, con el brazo aún en su cintura y la otra mano en su nuca impidiendo cualquier intentó de huída.
Pero no, él no pensaba huir. Aunque no entendía el por que de lo que ocurría en ese momento, no pensaba dejar escapar a ese hombre.
Continuaron besándose cada vez más apasionadamente, y cuando Harry fue consciente, ya estaban los dos recargados sobre su cama, con un Severus Snape ardiente encima de él, que no paraba de mover sus manos intentando conocer todos los resquicios de su cuerpo. Él no iba a ser menos, así que empezó a desprender la ropa empapada del cuerpo de su amante mientras notaba que este hacia lo mismo con él.
Aquella noche no pronunciaron ni una sola palabra, no era necesario, a través de sus besos y caricias se transmitieron lo mucho que se amaban, y se proclamaron dueños del cuerpo del otro, prometiendo que de ahora en adelante, nunca más se separarían.
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