Sentimientos, regalo para Isobelhawk
Título: Sentimientos
Autora: oxxi32
Rating: General
Pareja: Harry/Draco
Resumen: Los sentimientos que embargan a diferentes personas con una escena vista a través de la ventana.
Art en el que está basado: Harry y Draco en la ventana
Amor
Amor, amor era lo que embargaba a Draco en ese momento, al sentir las manos de Harry sobre sus caderas, al sentirlo en cada movimiento, cada toque, cada gemido, no importaba el mañana, el futuro podía esperar, en este justo momento Draco se sentía el ser más afortunado del mundo mágico.
Harry, no Harry Potter, ni el niño que vivió, o el héroe mágico, solo Harry, ese chico cabeza hueca que lo había atormentado durante mucho tiempo en sueños, imaginando como sería estar en sus brazos, sentir sus besos. Y ahora estaba aquí, con él, al final pudo cumplir ese anhelo de sentirse amado, aún cuando solo sea por hoy, porque mañana el destino les separará, pero no importa, siempre supo que no estarían juntos, y solo soñaba con estar una vez entre sus brazos, ni siquiera el miedo de que alguien los viera podía borrar la sonrisa de su rostro, la satisfacción de saber que por un momento estuvo en el cielo, pudo tocarlo con sus dedos y eso nadie, jamás podría quitárselo.
Deseo
Deseo, el más puro y profundo deseo es lo que llevo a Harry hasta este lugar, con la última persona con quien alguna vez imaginó estar así, no podía mentir se había obsesionado con él desde sexto, cuando lo persiguió por todas partes, cuando lo único en lo que podía pensar era en él, en que estaría haciendo.
Siendo sinceros, no lo amaba, nunca lo haría, estaba seguro, pero hoy al poder tocar su piel, su pelo, se sentía envuelto en un fuego que solo podría apagar dentro del rubio. No le había mentido, no dijo amarlo, pero a Draco pareció no molestarle, solo lo besó, lo besó como si fuera el más delicioso chocolate, así lo describió Draco, y a él le divirtió su reacción, quien se hubiera imaginado que ese ser de hielo fuera realmente fuego puro.
Mañana se separarían, no sabía si se verían de nuevo pero hoy, hoy estaba con él entre sus manos, y sentía a Draco derretirse con cada beso, su piel caliente lo envolvía, su voz lo volvía loco y era lo único importante, que los demás dijeran lo que quisieran, hoy sus manos sujetaban las caderas de Draco y se hundía en él desesperado, porque el deseo lo quemaba, y escucharlo decir su nombre entre gemidos era lo único importante.
Celos
Celos, era lo que consumía a la pelirroja en ese momento, porque no podía creer lo que veía. Frente a sus ojos la vida que había soñado estaba cayendo, Harry, su novio, al que había amado siempre, con el que se casaría y formaría una familia, estaba tras la ventana con alguien que no era ella. Y a pesar de no escuchar por la distancia reconocería esos cabellos donde fuera, esa serpiente le estaba robando lo que era suyo, lo que amaba.
Pero Harry no era culpable, de eso estaba segura, porque él era bueno, y dulce, era fiel y valiente y no sería capaz de engañarla de esa forma, Draco debió hechizarlo, solo de esa forma se explicaba lo que veía, solo así podría Harry tocar a esa serpiente, porque Harry lo odiaba, odiaba lo que representaba, lo que era, eso fue lo que se dijo Ginny Weasley mientras los celos se convertían en lágrimas.
Dolor
Dolor, Blaise no se explicaba como podía seguir respirando con ese dolor traspasándole el pecho, ese dolor al ver a Draco con Potter, no podía seguir mirando pero tampoco era capaz de apartar la vista. Su corazón se quebraba a cada segundo más y más. Nadie podría entenderlo. Nadie lo sabía, ni siquiera Draco, y es que no podía confesarle que lo amaba.
No tenía derecho a molestar a su amigo, así que tendría que fingir que no era dolor lo que sentía, y disfrazaría con desprecio su mirada, desprecio para ese que se atrevió a tocar lo que el tanto anhelaba. Después de todo mañana llegaría pronto, y entonces el destino que cada uno tenía que seguir los separaría, él seguiría al lado de Draco, siempre apoyándolo, siempre queriéndolo en silencio, pero a su lado y Potter no tendría lugar en su vida, mañana todo terminaría y el dolor se iría.
Odio
Si las miradas mataran, Draco ya estaría muerto, y es que el odio en la mirada de Ron era tal que cualquiera que lo observara podría casi tocarlo. Odio al ver a su hermana llorar, al ver sus sueños destrozarse. No sabía como esto había sucedido, que extraño hechizo dominaba a Harry, su amigo, su hermano, para lastimar así a su hermanita.
Harry estaba hechizado, eso era lo que pensaba Ron y se convencía a cada segundo y esa seguridad era lo que lo detenía de correr a matar a Harry con sus manos. Y esa serpiente pagaría, claro que pagaría, cada lágrima le costaría. Siempre supo que Malfoy era un cobarde, y lo había odiado, pero hoy al verlo entre las manos de Harry, supo que algún día lo mataría, no sabía cuando, ni como, pero algún día le haría pagar el daño que en ese momento le estaba haciendo a su familia.
Alegría
Aún contra todo lo que se pudiera pensar Pansy esta feliz, feliz al ver que Draco sonreía. Porque si alguien conocía a Draco esa era Pansy, y a ella le había confesado su amor por Potter. Y estaba feliz porque Draco merecía esa felicidad, al menos un día.
Draco cumplía su sueño en esos momentos, su amigo estaba entre los brazos de Potter, y que importaba que sus “amigos” miraran con odio esa escena, si no querían ver que voltearán la mirada. Claro que Pansy jamás pensó que sería testigo de esa escena, pero la culpa no era de ella, ¿a quién se le ocurriría dejar la ventana abierta? Por supuesto que a Potter pensaba Pansy con una sonrisa.
Y mañana se marchaban y Draco cumpliría con su destino, con la tradición, se casaría y tendría un hijo, y sería fiel, porque contra todo lo que los demás pensarán ellos no eran fríos, ni malvados, solo eran diferentes, así los habían educado. Seguirían las viejas costumbres, y continuarían con su apellido, su nombre no se perdería, y en el futuro se volvería a hablar de los Malfoy con respeto, como siempre debió haber sido. Esa era su fuerza, su orgullo, no bajarían la vista ante nadie, tal vez cometieron errores pero los estaban pagando, todo mejoraría. Sobre todo hoy que Draco es feliz, y Pansy sonríe y se aleja con Blaise al lado, mañana estarán juntos de nuevo.
Tristeza
Es Hermione, quien como siempre termina dándose cuenta de lo que pasa, Harry no esta hechizado, y lo sabe porque ha visto como su amigo mira al rubio. Y la tristeza la embarga mientras mira lo mismo que todos han visto, Harry esta con Draco. Y siente tristeza por Harry quien tendrá que enfrentar a todos, y tendrá que dar explicaciones, porque es lo que siempre pasa, todos le exigen que haga lo que ellos quieren, y Harry lo hace sin darse cuenta.
Y siente tristeza porque sabe que mañana el rubio se irá y no mirara atrás, han sido años mirándolo, escuchándolo, sabe que el orgullo por su nombre impediría que luchará por Harry, porque es algo que él considera inalcanzable.
Y siente tristeza al darse cuenta de cuan ciegos están todos, Draco amando a Harry como lo hace y dejándolo ir, Harry por no ver la verdad frente a sus ojos, porque sabe que mañana le pedirá perdón a Ginny, le pedirá perdón a todos y seguirá con la vida que todos esperan que lleve. Tristeza porque ve el odio en los ojos de Ron y sabe que no olvidará, y que culpará siempre al rubio de algo de lo que nadie es culpable. Y se siente triste y culpable por no ser capaz de decirle a Harry la verdad, esa verdad que ella ha visto en sus ojos, en los ojos de Draco, porque no es solo deseo lo que los une, y se siente culpable porque callará, y llevará ese secreto que tal vez mañana Harry descubra, cuando pasen los días y sienta ese vació que le dejará el haber tenido entre sus brazos a Draco y haberlo dejado partir. Y deja que la tristeza llené sus ojos de lágrimas, lágrimas que Ron cree son por su hermana, y Ginny la abraza y se deja consolar, y llora porque sabe que mañana será Harry quien se sienta triste y tal vez no lo podrá ayudar.
Y es que nadie dijo que todos debían tener un final feliz, y Hermione sabe que en esta historia no habrá un “vivieron felices por siempre”, es lo malo de ser observadora piensa mientras se aleja con los hermanos a su lado. Solo espera que esta vez este equivocada.
Autora: oxxi32
Rating: General
Pareja: Harry/Draco
Resumen: Los sentimientos que embargan a diferentes personas con una escena vista a través de la ventana.
Art en el que está basado: Harry y Draco en la ventana
Amor
Amor, amor era lo que embargaba a Draco en ese momento, al sentir las manos de Harry sobre sus caderas, al sentirlo en cada movimiento, cada toque, cada gemido, no importaba el mañana, el futuro podía esperar, en este justo momento Draco se sentía el ser más afortunado del mundo mágico.
Harry, no Harry Potter, ni el niño que vivió, o el héroe mágico, solo Harry, ese chico cabeza hueca que lo había atormentado durante mucho tiempo en sueños, imaginando como sería estar en sus brazos, sentir sus besos. Y ahora estaba aquí, con él, al final pudo cumplir ese anhelo de sentirse amado, aún cuando solo sea por hoy, porque mañana el destino les separará, pero no importa, siempre supo que no estarían juntos, y solo soñaba con estar una vez entre sus brazos, ni siquiera el miedo de que alguien los viera podía borrar la sonrisa de su rostro, la satisfacción de saber que por un momento estuvo en el cielo, pudo tocarlo con sus dedos y eso nadie, jamás podría quitárselo.
Deseo
Deseo, el más puro y profundo deseo es lo que llevo a Harry hasta este lugar, con la última persona con quien alguna vez imaginó estar así, no podía mentir se había obsesionado con él desde sexto, cuando lo persiguió por todas partes, cuando lo único en lo que podía pensar era en él, en que estaría haciendo.
Siendo sinceros, no lo amaba, nunca lo haría, estaba seguro, pero hoy al poder tocar su piel, su pelo, se sentía envuelto en un fuego que solo podría apagar dentro del rubio. No le había mentido, no dijo amarlo, pero a Draco pareció no molestarle, solo lo besó, lo besó como si fuera el más delicioso chocolate, así lo describió Draco, y a él le divirtió su reacción, quien se hubiera imaginado que ese ser de hielo fuera realmente fuego puro.
Mañana se separarían, no sabía si se verían de nuevo pero hoy, hoy estaba con él entre sus manos, y sentía a Draco derretirse con cada beso, su piel caliente lo envolvía, su voz lo volvía loco y era lo único importante, que los demás dijeran lo que quisieran, hoy sus manos sujetaban las caderas de Draco y se hundía en él desesperado, porque el deseo lo quemaba, y escucharlo decir su nombre entre gemidos era lo único importante.
Celos
Celos, era lo que consumía a la pelirroja en ese momento, porque no podía creer lo que veía. Frente a sus ojos la vida que había soñado estaba cayendo, Harry, su novio, al que había amado siempre, con el que se casaría y formaría una familia, estaba tras la ventana con alguien que no era ella. Y a pesar de no escuchar por la distancia reconocería esos cabellos donde fuera, esa serpiente le estaba robando lo que era suyo, lo que amaba.
Pero Harry no era culpable, de eso estaba segura, porque él era bueno, y dulce, era fiel y valiente y no sería capaz de engañarla de esa forma, Draco debió hechizarlo, solo de esa forma se explicaba lo que veía, solo así podría Harry tocar a esa serpiente, porque Harry lo odiaba, odiaba lo que representaba, lo que era, eso fue lo que se dijo Ginny Weasley mientras los celos se convertían en lágrimas.
Dolor
Dolor, Blaise no se explicaba como podía seguir respirando con ese dolor traspasándole el pecho, ese dolor al ver a Draco con Potter, no podía seguir mirando pero tampoco era capaz de apartar la vista. Su corazón se quebraba a cada segundo más y más. Nadie podría entenderlo. Nadie lo sabía, ni siquiera Draco, y es que no podía confesarle que lo amaba.
No tenía derecho a molestar a su amigo, así que tendría que fingir que no era dolor lo que sentía, y disfrazaría con desprecio su mirada, desprecio para ese que se atrevió a tocar lo que el tanto anhelaba. Después de todo mañana llegaría pronto, y entonces el destino que cada uno tenía que seguir los separaría, él seguiría al lado de Draco, siempre apoyándolo, siempre queriéndolo en silencio, pero a su lado y Potter no tendría lugar en su vida, mañana todo terminaría y el dolor se iría.
Odio
Si las miradas mataran, Draco ya estaría muerto, y es que el odio en la mirada de Ron era tal que cualquiera que lo observara podría casi tocarlo. Odio al ver a su hermana llorar, al ver sus sueños destrozarse. No sabía como esto había sucedido, que extraño hechizo dominaba a Harry, su amigo, su hermano, para lastimar así a su hermanita.
Harry estaba hechizado, eso era lo que pensaba Ron y se convencía a cada segundo y esa seguridad era lo que lo detenía de correr a matar a Harry con sus manos. Y esa serpiente pagaría, claro que pagaría, cada lágrima le costaría. Siempre supo que Malfoy era un cobarde, y lo había odiado, pero hoy al verlo entre las manos de Harry, supo que algún día lo mataría, no sabía cuando, ni como, pero algún día le haría pagar el daño que en ese momento le estaba haciendo a su familia.
Alegría
Aún contra todo lo que se pudiera pensar Pansy esta feliz, feliz al ver que Draco sonreía. Porque si alguien conocía a Draco esa era Pansy, y a ella le había confesado su amor por Potter. Y estaba feliz porque Draco merecía esa felicidad, al menos un día.
Draco cumplía su sueño en esos momentos, su amigo estaba entre los brazos de Potter, y que importaba que sus “amigos” miraran con odio esa escena, si no querían ver que voltearán la mirada. Claro que Pansy jamás pensó que sería testigo de esa escena, pero la culpa no era de ella, ¿a quién se le ocurriría dejar la ventana abierta? Por supuesto que a Potter pensaba Pansy con una sonrisa.
Y mañana se marchaban y Draco cumpliría con su destino, con la tradición, se casaría y tendría un hijo, y sería fiel, porque contra todo lo que los demás pensarán ellos no eran fríos, ni malvados, solo eran diferentes, así los habían educado. Seguirían las viejas costumbres, y continuarían con su apellido, su nombre no se perdería, y en el futuro se volvería a hablar de los Malfoy con respeto, como siempre debió haber sido. Esa era su fuerza, su orgullo, no bajarían la vista ante nadie, tal vez cometieron errores pero los estaban pagando, todo mejoraría. Sobre todo hoy que Draco es feliz, y Pansy sonríe y se aleja con Blaise al lado, mañana estarán juntos de nuevo.
Tristeza
Es Hermione, quien como siempre termina dándose cuenta de lo que pasa, Harry no esta hechizado, y lo sabe porque ha visto como su amigo mira al rubio. Y la tristeza la embarga mientras mira lo mismo que todos han visto, Harry esta con Draco. Y siente tristeza por Harry quien tendrá que enfrentar a todos, y tendrá que dar explicaciones, porque es lo que siempre pasa, todos le exigen que haga lo que ellos quieren, y Harry lo hace sin darse cuenta.
Y siente tristeza porque sabe que mañana el rubio se irá y no mirara atrás, han sido años mirándolo, escuchándolo, sabe que el orgullo por su nombre impediría que luchará por Harry, porque es algo que él considera inalcanzable.
Y siente tristeza al darse cuenta de cuan ciegos están todos, Draco amando a Harry como lo hace y dejándolo ir, Harry por no ver la verdad frente a sus ojos, porque sabe que mañana le pedirá perdón a Ginny, le pedirá perdón a todos y seguirá con la vida que todos esperan que lleve. Tristeza porque ve el odio en los ojos de Ron y sabe que no olvidará, y que culpará siempre al rubio de algo de lo que nadie es culpable. Y se siente triste y culpable por no ser capaz de decirle a Harry la verdad, esa verdad que ella ha visto en sus ojos, en los ojos de Draco, porque no es solo deseo lo que los une, y se siente culpable porque callará, y llevará ese secreto que tal vez mañana Harry descubra, cuando pasen los días y sienta ese vació que le dejará el haber tenido entre sus brazos a Draco y haberlo dejado partir. Y deja que la tristeza llené sus ojos de lágrimas, lágrimas que Ron cree son por su hermana, y Ginny la abraza y se deja consolar, y llora porque sabe que mañana será Harry quien se sienta triste y tal vez no lo podrá ayudar.
Y es que nadie dijo que todos debían tener un final feliz, y Hermione sabe que en esta historia no habrá un “vivieron felices por siempre”, es lo malo de ser observadora piensa mientras se aleja con los hermanos a su lado. Solo espera que esta vez este equivocada.