La discusión, regalo para Isobelhawk
Título: La discusión
Autora: maraweasley
Rating: General
Pareja: Harry/Draco
Resumen: Después de una discusión, Draco debe pedir disculpas.
Art en el que está basado: Stolen Kiss
Llevaba toda la mañana buscando una manera de hablar con el. Después del desayuno se había alejado de el, y lo había hecho en algún rincón de su casa.
Se habían comprado una casita de madera y piedra en las afueras de Escocia, en un pueblecito rustico y tranquilo. Tenía tres plantas y varias estancias. Una de ellas, la favorita de su esposo, era un balcón de piedra que daba el sur, donde además en un día de calor se podía llegar a estar fresco, gracias a la piedra.
Suponía que estaría allí, sentado en una silla de madera, leyendo o admirando el paisaje. Hacia dos noches que habían discutido y desde entonces ninguno de los dos volvió a tener una conversación decente con el otro. El día anterior había pasado casi sin que se diera cuenta, había sido viernes, lo que quería decir que había tenido que ir a trabajar.
Pero ahora era sábado por la mañana, hacia muy buen tiempo y tenía ganas de estar a su lado para pasar el resto del día y olvidar aquella estúpida conversación.
Había llegado al pasillo que daba a la estancia donde se encontraba el balconcito en el que debía de estar Harry. No se oía nada, al menos nada que le hiciera pensar que podía estar allí. Pero cuando giro la puerta y entro en aquel pequeño saloncito, pudo ver la bata de Harry tirada en uno de los sofás y la puerta medio abierta.
Camino hasta ella y dejado de lado su orgullo Slytherin, entro en el balcón. Al hacerlo pudo contemplar como su esposo simplemente observaba el paisaje, verde con alguna casa en el camino, y pudo sentir la relajación que se extendía por el lugar.
De pronto Harry noto su presencia allí y se dio la vuelta en la silla.
─ ¿Qué haces aquí? ─
─ Buscarte, no quiero seguir con esta situación ─ contesto Draco
─ La discusión empezó por tu culpa ─ dijo Harry ─ es tu problema intentar solucionarlo
─ Pero necesito que pongas de tu parte para eso ─ se quejo
Harry se quedo mirándole sentado, esperaba una reacción de su esposo, estaba nervioso y se acercaba a la silla que había a su lado.
─ Siento haberme puesto así al llegar a casa ─ se sinceró ─ no tienes la culpa de mi mal día, solo que estabas y me puse a chillarte sin motivo ─ le miro ─ no quiero estar así
Draco hacia mucho tiempo, que se había dado cuenta de lo mucho que había cambiado. Seguía teniendo su orgullo Slytherin lo que le facilitaba el trabajo en una inmobiliaria muggle, como en la que trabajaba. Pero todo eso quedaba en un cajón cuando estaba con Harry, con el cambiaba era diferente y podía ser el mismo. Se querían.
Harry no le contesto, pero sonrío. Era una sonrisa sincera, que le mostraba lo mucho que había esperado su esposo aquello. Sin esperar un segundo más, Draco pasó su mano por la mejilla de Harry y le robo un beso, un beso muy largo y lleno de pasión, la cual terminaría siendo descargada en su cama.
El beso se hizo largo y suave, cuando termino ambos se miraron a los ojos y sonrieron. Olvidado por primera vez en dos días la estúpida discusión que había hecho que se enfadaran de esa manera.
Autora: maraweasley
Rating: General
Pareja: Harry/Draco
Resumen: Después de una discusión, Draco debe pedir disculpas.
Art en el que está basado: Stolen Kiss
Llevaba toda la mañana buscando una manera de hablar con el. Después del desayuno se había alejado de el, y lo había hecho en algún rincón de su casa.
Se habían comprado una casita de madera y piedra en las afueras de Escocia, en un pueblecito rustico y tranquilo. Tenía tres plantas y varias estancias. Una de ellas, la favorita de su esposo, era un balcón de piedra que daba el sur, donde además en un día de calor se podía llegar a estar fresco, gracias a la piedra.
Suponía que estaría allí, sentado en una silla de madera, leyendo o admirando el paisaje. Hacia dos noches que habían discutido y desde entonces ninguno de los dos volvió a tener una conversación decente con el otro. El día anterior había pasado casi sin que se diera cuenta, había sido viernes, lo que quería decir que había tenido que ir a trabajar.
Pero ahora era sábado por la mañana, hacia muy buen tiempo y tenía ganas de estar a su lado para pasar el resto del día y olvidar aquella estúpida conversación.
Había llegado al pasillo que daba a la estancia donde se encontraba el balconcito en el que debía de estar Harry. No se oía nada, al menos nada que le hiciera pensar que podía estar allí. Pero cuando giro la puerta y entro en aquel pequeño saloncito, pudo ver la bata de Harry tirada en uno de los sofás y la puerta medio abierta.
Camino hasta ella y dejado de lado su orgullo Slytherin, entro en el balcón. Al hacerlo pudo contemplar como su esposo simplemente observaba el paisaje, verde con alguna casa en el camino, y pudo sentir la relajación que se extendía por el lugar.
De pronto Harry noto su presencia allí y se dio la vuelta en la silla.
─ ¿Qué haces aquí? ─
─ Buscarte, no quiero seguir con esta situación ─ contesto Draco
─ La discusión empezó por tu culpa ─ dijo Harry ─ es tu problema intentar solucionarlo
─ Pero necesito que pongas de tu parte para eso ─ se quejo
Harry se quedo mirándole sentado, esperaba una reacción de su esposo, estaba nervioso y se acercaba a la silla que había a su lado.
─ Siento haberme puesto así al llegar a casa ─ se sinceró ─ no tienes la culpa de mi mal día, solo que estabas y me puse a chillarte sin motivo ─ le miro ─ no quiero estar así
Draco hacia mucho tiempo, que se había dado cuenta de lo mucho que había cambiado. Seguía teniendo su orgullo Slytherin lo que le facilitaba el trabajo en una inmobiliaria muggle, como en la que trabajaba. Pero todo eso quedaba en un cajón cuando estaba con Harry, con el cambiaba era diferente y podía ser el mismo. Se querían.
Harry no le contesto, pero sonrío. Era una sonrisa sincera, que le mostraba lo mucho que había esperado su esposo aquello. Sin esperar un segundo más, Draco pasó su mano por la mejilla de Harry y le robo un beso, un beso muy largo y lleno de pasión, la cual terminaría siendo descargada en su cama.
El beso se hizo largo y suave, cuando termino ambos se miraron a los ojos y sonrieron. Olvidado por primera vez en dos días la estúpida discusión que había hecho que se enfadaran de esa manera.