Fic: Una Proposición Personal 12/?

Jul 03, 2008 10:37

Fandom: Star Wars (Universo Expandido)
Pareja: Luke Skywalker y Mara Jade
Clasificación: PG-13
Género: Romance y Angst
Tiempo: Diecinueve años después de la Batalla de Yavin.
Resumen: Lo que en un principio fue un matrimonio por convenencia toma un cambio inesperado para nuestros protagonistas.

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-Antes de comenzar, nos gustaría dejar algunos puntos en claro.

Luke, sentado desde su lugar en la enorme y circular mesa, miró detenidamente a uno de los directores de la NRI, ignorando la horrenda migraña que parecía le partía la cabeza en dos. No entendía porque Mara había cortado todo tipo de enlace con él. Habían llegado la noche anterior apenas pudiendo despedirse de ella. Repentinamente, unos minutos después, desapareció su signatura en la Fuerza. Procuro no alarmarse, pensando que tal vez había erigido sus barreras. Durmió con gran dificultad. En la mañana había intentado ir a verle pero Tionne se había comunicado con él para informarle de varias situaciones en la Academia las cuales les tomó solucionarlas hasta hace unos momentos atrás.

-No estamos aquí reunidos para juzgar a la persona del maestro Skywalker y tampoco sus acciones.

-Por supuesto que no. - el senador Fey’lya se unió a la aseveración, -Es nuestro deber hacerle ver al maestro Skywalker las posibles implicaciones y peligros de una relación con la ex -agente Mara Jade.

-Al igual que ver las posibilidades que una unión entre el maestro Skywalker y Mara Jade podrían implicar. Un símbolo de nueva esperanza para la galaxia. - dijo Mon Mothma que se encontraba sentada junto a Luke. Ella se había retirado del mundo de la política pero en ocasiones como esa, su sabiduría y experiencia era requerida. Todavía su voz era una imponente en el senado.

-Es cierto. Somos mucho los que estamos cansados de ver guerras. -comentó el general Rieekan con optimismo de un posible futuro.

Luke percibió las sensaciones negativas que provinieron del senador Fey’lya mientras toda su piel temblaba. Buscó los marrones ojos de su hermana al frente suyo; ella le miraba con su delicada frente algo fruncida. Como intentando captar algo… ¿Tal vez el hecho de que ya eran un matrimonio? Si su hermana se enteraba de lo que había hecho, estaría bien sumergido en excremento de bantha. Leia aún no sabía que opinión formar de la hermosa pero desconcertante comerciante. Pero si llegara a descubrir de su matrimonio…

-Bueno, lo mejor es que comencemos. - dijo el director, -¿Desde cuándo conoce a la ex - agente?

-Mara Jade, por favor. Ese es su nombre. - intervino Leia, siempre diplomática.

-Disculpe, concejal Organa.

-Desde hace unos nueve años. - contestó Luke.

-Si mi memoria no me falla, la situación por la que se conocieron no fue la más común. -comentó otro de los senadores.

Luke sonrió a medias, recordando la ocasión. La prisión en Myrkr y unos ojos verdes que lo miraban con todo el odio del universo detrás de una pistola blaster, -Tiene razón. No fue común. Ella quería asesinarme.

El silencio fue uno tan denso y voluminoso que casi se podía palpar con las manos. Solo las personas más allegadas a Luke conocían ese detalle.

-¿Asesinarlo? - toda la piel del senador Fey’lya tembló, tomando otro color, -¿Cómo puede formar una relación en bases como esa?

-Mara dejó atrás su pasado y ha tomado otro rumbo.

-Todo ser tiene el derecho de redimirse. - añadió Mon Mothma.

Leia en silencio agradeció su intervención. Como miembro del senado no podía mediar a favor de Luke. Su responsabilidad como dignataria era ser lo más neutral posible, aunque la carcomiera en su interior.

-Por lo que no ha vuelto a mencionar su deseo de asesinarlo. - dijo otro senador.

-Aún lo menciona. - replicó Luke con toda honestidad.

Leia contuvo el deseo de llevarse una mano a su rostro. Los ojos marrones miraron los azules con un mudo reproche.

“¡¿Qué?!”

“No tienes que ser tan honesto.”

-¿Quién de los presentes aquí casados o comprometidos nunca ha recibido una amenaza de muerte por parte de su ser querido? -preguntó Mon Mothma en un tono conciliatorio.

Algunos de ellos que, aparentemente, pertenecían a la comunidad de los casados, comenzaron a toser o carraspear.

-Creo que nos estamos alejando del verdadero punto. - interrumpió Fey’lya.

-Necesitamos una seguridad de que Mara Jade renunció a su afiliación al Imperio. - intervino el director.

Luke colocó sus manos entrelazadas sobre la mesa.

-¿Una seguridad?

-Una señal de buena fe que nos pueda asegurar su fidelidad.

¿Su fidelidad? Luke opinaba que eso solo le incumbía a él y nadie más.

-¿Qué señal necesita?

-La promesa de un pacto con nuestro gobierno.

Luke miró a Fey’lya y reprimió el deseo de dar un respingo. Mara no amaba el Imperio, de eso estaba seguro. Pero un pacto con la Nueva República… Si él le mencionaba algo así, sin incertidumbre alguna ella lo enviaría al Sith. Si esperaban ver a Mara hacer su juramento frente a la bandera de la Nueva República estaban muy equivocados.

-Han sido mucho los que han abandonado el Imperio y no los he visto hacer su pacto en público con nuestro gobierno. ¿Por qué Mara habría de ser diferente?

-Es imperativo. Su pasado es uno… ¿podríamos decir nebuloso? Fue la mano derecha de Palpatine. ¿Qué tan seguro podemos estar de que no es una doble agente? Las evidencias traídas hablan por sí solas, ¿no director Brankin?

-Es cierto. - casi parecía que se disculpaba al decirlo, sus ojos sobre el maestro jedi.

-No pensé que este consejo fuera a caer en el prejuicio. -replicó Luke desalentado. Mara había sido juzgada y hallada culpable sin tan siquiera haber comenzado su juicio. -Dígame, Brankin, ¿han hallado pruebas táctiles en el explosivo que conduzca a que Mara pueda ser la posible causante?

-No…

Fey’lya le interrumpió, -Más esa no es la única prueba. Tenemos esto. -Luke intentó aniquilar su desagrado. El bothan estaba en su elemento, al fin hallando algo o mejor dicho a alguien en quien desviar la atención de todo el meollo de los bothans y sus acciones contra Caamas.

Leia abrió sus ojos al reconocer los papeles que Fey’lya colocó sobre la mesa. Eran los que Karrde había enviado con Mara. ¿Cómo llegaron a manos del senador? Al sentir los azules ojos sobre ella, alzó su rostro y procuró comunicarse con él. Fue en vano.

-Estos papeles, traídos nada más y nada menos que por la comerciante Jade, nos indican que todos los motines en varios de los sistemas afiliados a la Nueva República han sido orquestado por un imperial muy conocido; Navett.

Luke tragó hondo al tiempo que miraba al bothan, -Ese no es motivo para inculpar a Mara.

Al infierno con la diplomacia y lo correcto; Leia también decidió hablar, -Recuerde que Mara es parte de la tripulación de la nave del comerciante Karrde, quien es nuestro suplidor de información vital para nuestro gobierno.

-Está en lo cierto, canciller Organa. Pero ¿no se han percatado de quien descubrió las tarjetas de datos a la que ha hundido casi toda una galaxia en una guerra civil? Fue precisamente un devoriano al que Karrde había contratado. ¿Hasta que punto todo esto no ha sido organizado por la comerciante Jade? ¿Cómo no saber si ha estado preparándose durante todos estos años? Creando lazos con miembros de la Nueva República, observando y esperando para tomar ventaja en nuestro momento de debilidad.

El desasosiego se adueñó de Leia mientras observaba a su hermano quien había cerrado sus ojos; oscuras y turbulentas emociones surgieron de lo hondo de Luke. Sólo una vez le había sentido de tal forma y había querido dejar ese recuerdo en el lugar más recóndito de su memoria. Pero, para su total tranquilidad, él controló sus emociones. Luke abrió sus ojos y miró a cada uno de los presentes hasta detener su mirada en Fey’lya.

-De acuerdo, ¿bajo qué cargos se le acusa a Mara Jade Skywalker?

Nadie le contestó. Todo el suave pelaje del bothan se enrizó violentamente, tomando el tono más oscuro del gris. El general Rieekan le miró boquiabierto. Mon Mothma sonrió complacida. Luke, con algo de temor, dirigió su mirada a la de su hermana. Leia tenía sus ojos desorbitados, en una extraña expresión de furia y desconcierto, su boca se abría y cerraba, intentando formular palabra alguna. Sí; definitivamente estaba hundido en el más hediondo excremento de bantha. Al ver que nadie le respondía su pregunta, se colocó de pie y abandonó la habitación. Necesitaba un poco de aire…

…y de la compañía de una pelirroja.

- - -

Mara aparentaba ser la visión personificada de la indiferencia. En realidad quería patear las cuatro paredes, recordando su última experiencia de hace unos nueve años. Esta vez el cuarto era uno más cómodo y espacioso, sin duda alguna gracias a las conexiones de Skywalker-Organa; además de tener varios aditivos de seguridad… algo nuevos. Sólo había llegado la noche anterior y tenía la urgente compulsión de salir corriendo de allí, sentía que le faltaba el aire. Necesitaba verle; toda una noche y la mitad de un día sin sentir su presencia. Era insoportable. Simplemente le estaba enloqueciendo. Ahora se arrepentía de las ocasiones que menospreció a Luke y su constante unión con la Fuerza. Con sus brazos cruzados sobre el pecho, sentada en el alfeizar de la ventana con su frente recostada del frío transpariacero, miraba el interminable pasar del tráfico. Antes de una despedida abrupta -los guardias casi le arrastraron- Luke le había prometido que vendría a verla el próximo día.

No dudaba que su granjero cumpliera su promesa pero se estaba tomando su tiempo para hacerlo. Giró su cabeza al sentir que la puerta se abría. Jamás olvidaría la expresión de Luke.

-Esto es intolerable. - dijo con apenas rabia contenida.

-Está bien, Skywalker…

-No; no está bien. - y la tomó de la mano para sacarla del cuarto.

El guardia inmediatamente se alarmó, -Maestro Skywalker, la prisionera debe estar en su cuarto…

Mara aspiró una bocanada de aire al abandonar el cuarto, el alivio suavizando sus delicadas facciones lo cual no pasó por desapercibido a Luke sólo logrando que se enfureciera aún más. Más el procuro calmarse. -Me gustaría hablar con su capitán.

-No puedo irme y dejar a la prisionera…

-No se preocupe, no se irá de aquí.

El guardia titubeó por unos segundos y luego de asentir con su rostro, se fue en busca de su capitán. Mara sintió unos fuertes brazos rodear su cuerpo y atraerlo a otro firme. -Oh, Mara… lo siento, no sé como no lo pensé antes. Creí que te estabas resguardando con tus barreras al no sentirte… - Luke había pasado todo ese tiempo con la horrenda sensación de vacío, creyendo que ella no quería tener ningún contacto con él.

Ella no dijo nada, sólo se limitó a sentir esa esencia que ya se había convertido en algo primordial en su vida. Estaba descendiendo por un mal camino, uno del cual no había regreso, pero no le importaba. Todo su ser estaba rebosante de la energía de Luke. Se sentía como un naufrago luego de varios días sin agua.

Luke a su vez le abrazó con fiereza. ¿Cómo no lo sospechó antes? No quería ni pensar en la agonía que ella debió haber estado pasando. Había sido un acto de pura crueldad.

-¿Sí, maestro Skywalker?

Luke se volteó a mirar al capitán sin liberar a Mara, -Por favor, deshágase de los ysalamaris.

-Disculpe, maestro Skywalker, pero fueron órdenes explícitas del senador Fey’lya.

-El senador no conoce todas las leyes; está violando los derechos de mi esposa.

Eso último logró hacer reaccionar al hombre, quien inmediatamente comenzó a dar órdenes para que retiraran los animales en sus jaulas que se hallaban en los compartimentos de la superficie de la habitación.

-Siempre me lo sospeché.

Luke detectó el humor en ese comentario de Mara, -¿Qué?

-Qué sería muy beneficioso ser una Skywalker.

Incrédulos ojos azules le miraron, -¿Mara? - No se atrevía a creer lo que había escuchado. Nunca imaginó que aceptaría hacerlo. El utilizó el título hace unos minutos atrás para enviar un mensaje; si querían entremeterse con ella lo harían con él también.

-Bueno, ¿no es tradicional que la mujer adopte el nombre de su esposo? - y sonrió a medias, -Mara Jade Skywalker. Se escucha bien. ¿No opinas lo mismo?

-Sí. - murmuró él, voz ronca por la emoción. Alzó su mano y enmarcó con delicadeza el rostro de Mara. -Sería un honor para mí si lo hicieras.

Leia llegaba a tiempo para ver la escena. Su hermano agachando su cabeza para besar a la hermosa pelirroja. Ella carraspeó con ninguna delicadeza.

Mara brincó sobresaltada y dio un paso hacia atrás para alejarse de los brazos de Luke, pero él mantuvo un brazo en su cintura. Mara percibió que Leia le miraba con algo parecido a repugnancia, si tan solo arrugara su nariz tendría la expresión adecuada. Luke pudo inmediatamente reconocer la inherente actitud altiva de princesa de Alderaan en su hermana.

-Leia…

Ella levantó su mano, interrumpiéndole, -Hablé con el director y logré persuadirlo. Mara estará bajo libertad condicionada pero tiene que darnos algo a cambio. Su juramento de lealtad a la Nueva República.

Luke comenzó a protestar, -Leia, no podemos obligar…

Pero Mara le interrumpió, -De acuerdo.

Ella reprimió la sonrisa de suficiencia que por poco aparecía en sus labios. Tanto Leia como Luke le miraron sorprendidos. Mara no era tonta, reconocía porque Leia lo hizo. Era su pequeño método, aunque quizás algo infantil, de Leia demostrarle a Luke que ella no era material adecuado. Había esperado que ella se negara a la petición. Dos podían jugar a lo mismo.

-Muy bien, hablaré con el director de la NRI. - e inclinó su cabeza en un gesto algo rígido, -Le daré los documentos para tu libertad al capitán para que los firme, Mara. Luego hablaremos sobre tu juramento. - y dio media vuelta para alejarse.

-Leia, yo…

-No me debes ningún tipo de explicación, Luke. - ella se detuvo y sólo giró su rostro, -Es tu vida.

Luego de esa escueta contestación, ella continuó su camino. Luke suspiró exasperado, mientras se llevaba una mano a su cabellera rubia, logrando alborotarla más de lo que la acomodaba.

-¿Qué esperabas, granjero? Nunca fui del agrado de tu hermana.

-Pero gracias a ti nunca perdió a Jaina y Jacen cuando intentaron secuestrarlos. Y fuiste tú también que le ayudaste a escapar de Thrackan Sal Solo. Has demostrado una y otra vez en donde prevalece tu fidelidad.

-No le agrado a tu hermana. - volvió a repetir ella, arqueando una de sus cejas, -Puedo salvar a toda la galaxia de la destrucción total, y aún así, no le agradaré a tu hermana.

- - -

-¿Leia?

Han creyó haberla escuchado arribar al apartamento. -¿Leia? - le volvió a llamar.

No recibió respuesta alguna, en cambio le pareció haber escuchado que ella golpeaba algo. El sonido provino de la cocina. Han hizo una mueca de desaliento cuando la escuchó golpear otra cosa de nuevo. Algo no había tomado el curso correcto en la conferencia, sólo esperaba que el chico estuviera bien. Al entrar a la cocina, halló a Leia cortando con violencia algún pedazo irreconocible de carne.

-Sabes, ya está muerto. - le informó él.

Por toda respuesta recibió una mirada fulminante. Luego de varios minutos de silencio, le preguntó a su esposa, - Y, bueno, ¿hay que ir a rescatar al chico?

-¡Rescatarlo!

Han se encogió involuntariamente, mala elección de palabras. Se mantuvo callado en espera. Fue inmediatamente recompensado. -No puedo creer la audacia de Luke. ¿Acaso no piensa que ya tengo bastante con todo el problema de los bothans y los caamasi? ¡Oh, no! Por supuesto que no.

Han le vio cortar lo que él supuso debía ser la cabeza de lo que sería la cena de esa noche. En un gesto inconsciente, se llevó una mano a su cuello. Gracias a todas las estrellas que esta vez la ira de su mujer estaba dirigida hacia su cuñado. ¿En qué lío se habría metido el chico?

-No creo que no tenga solución, ya sabes que Luke ha salido de peores problemas y sin ninguna raspadura.

Ella detuvo lo que hacía para mirar a su marido, al tiempo que respingaba, -¿Solución? La única solución viable sería una anulación y no creo que mi hermano quiera hacerlo. No puedo creer que no esté pensando con su cabeza.

Los ojos pardos casi saltan fuera del rostro. -Espera un momento, si estamos hablando de anulaciones, eso significa que Luke está casado… con Mara.

Han se palmeó la pierna entre tanto dejaba escapar un silbido complaciente. No obstante, al ver la mirada amenazante de su esposa, se detuvo en su pequeña celebración y adoptó una actitud seria. -A pesar de que ya era hora que el chico se casara, no debemos celebrarlo. -murmuró él por lo bajo.

-No te atrevas a alentarlo, Han.

-Leia…

-¡Mamá, papá! - los gemelos entraron exclamando al unísono, no muy lejos le seguía el pequeño Anakin. Jaina continuó con la explicación, -¡Tío Luke esta en las holo-noticias! Mon Mot… Mon Mot…

-Mon Mothma. - le ayudó su padre.

-Está anunciando el compromiso de tío Luke con Mara Jade.

Han miró a su esposa quien a su vez fruncía el ceño. No entendía que se traía la ex jefe de estado entre manos.

- * -
Una nota aclaratoria: Quizás no entiendan la causa de la ira de Luke al descubrir que tenían ysalamaris alrededor de la habitación de Mara. Es torturante para un ser con acceso a la Fuerza que se le niegue tener contacto con ella. Podríamos decir que es como si a alguien se le quitara todo sus cinco sentidos; vista, audición, habla, tacto y olfato. Espero me hayan entendido.

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