Fandom: Underworld.
Personajes: Michael, Eve, Selene.
Palabras: 293.
Tema: #22 - Dinero.
Michael no pudo evitar mirar a su alrededor cuando vio a Eve deteniéndose en frente de la ventana de un almacén. "¿Sucede algo con tus zapatos?" se decidió a preguntarle sabiendo que debían de colocarse en marcha prontamente.
Eve momentáneamente volteó a mirar a su padre encontrándolo mirando en todas las direcciones, "Son incómodos." Le contestó, "No sé como madre hace para usarlos."
Michael le subió las cejas, él mismo le había hecho un comentario desaprobatorio a Selene cuando había visto a Eve con unas botas similares a las que su madre usaba. "Ya." Le contestó no queriendo echarle en cara nada. Por primera vez colocándole atención a la vitrina no pudo dejar de sonreír torcidamente al ver unos Converse, "Solía usar unos de esos cuando tenía más o menos tu edad."
"¿En serio?" le preguntó devolviéndole la sonrisa.
"Sí." Michael le contestó mientras al mismo tiempo se tocaba el bolsillo pensativamente. Los zapatos no eran caros pero serían un golpe al ya disminuido presupuesto que tenían.
"Se parecen a los zapatos que tenía en ANTIGEN…solo que esos eran todos blancos."
"¿Deseas comprarte unos?" le preguntó haciendo a un lado a ANTIGEN, a lo que la sola mención del mero nombre de la compañía le provocaba, y con paranoia volvió a mirar sus alrededores, tenían que moverse, quedarse en un mismo lugar en medio de la calle no era bueno.
"Si nos alcanza..." le contestó sabiendo que ellos muy poco dinero tenían.
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En la casa de seguridad Selene iba a salir a buscar a Michael y a Eve cuando escuchó la puerta abriéndose. Estaba a punto de reclamarles que les había tomado tanto tiempo cuando algo le llamó la atención.
Eve….con unos tenis morados que tenían un diseño juvenil de círculos y estrellas.
Fandom: Underworld.
Personajes: Michael, Eve.
Palabras: 675.
Tema: #17 - Chocolate.
“Si mi mamá se entera de esto se va a enojar.” Eve le dijo mientras ambos miraban el pequeño envoltorio sobre una mesa.
Michael se encogió de hombros, “Si lo quieres hacer hazlo. Es tan solo una pequeña porción que no te lastimará. Si yo puedo manejarlo tú también puedes.” Le dijo dándole ánimos.
“Eso es lo que creemos.” Le contestó, “Sé lo que sucedió cuando ella te aconsejó que no volvieras a comer comida humana y no la escuchaste.”
Le asintió, “Bien, tienes que tener en cuenta que no fui prudente y me atragante primero con medio plato de comida.” No aguantándolo mas cogió el mini sneaker de la mesa, lo destapó y partió por la mitad dejándole la otra a ella. La boca inmediatamente haciéndosele agua mientras más lo miraba fijamente.
“Cielos,” Eve le dijo al verlo al parecer enamorado del caramelo, “tan solo comételo.”
Sonriendo al verla apurándolo con el mismo tono de voz que Selene usaba Michael la miró. Ya no era una niña, o sí lo era, lo que sucedía era que ya no parecía una, para ahora tenía diecinueve años y unos padres que la habían tenido resguardada de muchas cosas. “Cuidado que no te veo hablándole con el mismo tono a Selene. Niña insolente.” Inmediatamente la vio tratando de conciliar una sonrisa. A diferencia de los regaños de Selene él solía usar otro método pero que sabía conseguía el mismo cometido. La mayoría de las veces. Devolviéndole la sonrisa Michael volvió a levantar el dulce, “Allá tu. Ni tu mamá ni tu saben lo que se están perdiendo.” Y sin más se metió el chocolate a la boca.
Se estaban escondiendo, como ladrones, ¿y porqué? Por un dulce. Y por la cara de su padre mientras mascaba y sonreía aquella era una buena experiencia. Exhalando levantó el otro trozo, se mentiría si dijera que no le causaba interés probarlo, era tan solo que temía mas al otro lado de la moneda si dicho chocolate le caía mal. “¿Es esto tan bueno?”
Usando la lengua Michael trató de sacarse el trozo de maní que le había quedado en una de las muelas, “Es chocolate barato. Y es delicioso.”
“A mi mamá no le va a gustar cuando se dé cuenta de esto.”
“De tu mamá me encargo yo.” Le contestó sonriéndole, “Yo soy tu padre y también tengo derechos sobre tí.”
“¿Derecho a intoxicarme con comida humana barata?”
“Como si no estuvieras tentada.”
Selene nunca la sonsacaría de esa forma. “Si algo me pasa todo será culpa tuya.”
“Sí señora.”
Exhalando Eve acercó el chocolate a sus labios y con sus dientes cogió tan solo un trozo, trozo que no podía ser más grande que un perdigón. Con cuidado lo hizo rodar por su lengua. El sabor inmediatamente colocando a trabajar sus glándulas salivales, no sabía mal, pero no estaba acostumbrada a la textura resbaladiza. Aquello fue probablemente lo que menos le gustó de la situación.
“¿Bien?” le preguntó al ver la cierta cara de asco que ella hacía. Entre gustos no habían disgustos pero chocolate……¿A quien no le gustaba el chocolate?
“Es diferente.” Se suponía que tenía que ser diferente solo que no había sabido que esperar. “No sabe feo, tan solo raro…….”Eve le devolvió lo que no se había comido, o sea todo.
Michael lo tomó de nuevo, “Me has decepcionado.”
“Me lo imagino.” Eve le contestó viéndolo meterse con ánimo el dulce a la boca y comérselo, si algo probablemente había estado deseando que no se lo comiera para él tener más. “Tal vez algún día podamos probar algo más. Tal vez podamos hacer que mi mamá nos acompañe.”
Michael le sonrió complicemente, “Es factible. Pero primero tendremos que esperar por ahí un mes a que se le pase el enojo por haber hecho esto a sus espaldas.”
“Eres un padre irresponsable.” Le decía esto en burla pero ambos sabían que Selene colocaría el grito en el cielo por lo que había ocurrido esa tarde y los peligros que aquello acarreaba.
“Y tu eres fácil de sonsacar.”
Fandom: Underworld.
Personajes: Eve, Michael, Selene.
Palabras: 909.
Tema: #3 - Vergüenza.
“Entonces no quieren tener un bebé, ¿pero estaban haciendo eso porque les gusta?” Para Eve aun no tenía sentido lo que había presenciado, había sido incomodo y extraño, pero por muy incomodo que le hubiera parecido también había querido saber qué era lo que habían estado haciendo sus padres.
Eve no estaba al tanto de cómo funcionaba el mundo a su alrededor, ni el de los inmortales ni el de los humanos. No estaba al tanto de normas, reglas y convencionalismos que se seguían en cualquier sociedad. La más importante y que había llevado a ese momento tal vez sería el aprender a tocar y no despernancar una puerta sin haberse anunciado primero. Que era lo que había ocurrido para total vergüenza y humillación de las dos personas involucradas.
El grito desde adentro de la habitación de ‘No abras’ no había llegado a su cerebro lo suficientemente rápido como para seguir aquella orden. En vez de ello se había encontrado con su madre cubriéndose rápidamente con una sábana y a su padre tirado en el piso al otro lado de la cama desde donde solo era visible parte de su pecho y su cabeza.
Por las miradas que le dieron y la situación inmediatamente se dio cuenta que había presenciado algo que no debía. ‘¡Cierra la puerta!’ habían sido las palabras repetitivas de su madre e Eve había hecho lo que le pedían, alejándose inmediatamente sin saber que era lo que había interrumpido.
Acababan de tener ‘la charla’ con Eve, lo cual había sido bastante extraño pues los conocimientos de su hija eran nulos incluso en cuanto a anatomía. Habían tenido que empezar desde el principio. “Ya te dije, aparte de tener hijos ese acto también sirve como muestra de afecto…..entre dos personas adultas que se aman.” Michael le respondió, manteniéndose más calmado de lo que Selene se había mostrado desde que fueron descubiertos.
Primero había sido su culpa porque él era el híbrido y no la había sentido acercarse. Y no, no la había sentido hasta que fue muy tarde y lo único que hizo fue lanzarse al piso dejando a Selene en la cama quien inmediatamente comprendió lo que sucedía y se encontraba cubriéndose con la cobija cuando la puerta fue abierta.
Segundo Selene se negó a tener dicha conversación a solas con Eve citando que ahora era diferente, tal vez no apreció de mucho que él le recordara que ella la había estado posponiendo y que definitivamente hubiera sido más fácil de tenerla antes. Por unos momentos Selene pareció retomar su valor cuando le dijo que él tendría más tacto que ella al explicarle algunas cosas a Eve. Y así sucedió que entre ambos le dieron la charla a Eve, Selene a momentos demasiado callada y tan solo asintiendo a su lado, a otros explicando una que otra cosa y asumía dándole cierta confianza a su hija tan solo con su presencia.
Pero todo el valor/paciencia de Selene pareció no durarle demasiado cuando Eve empezó a hacer preguntas inocentes en la mente de un niño mas lo cual se traducía a imprudencias en términos adultos.
Ambos habían compartido un sonrojo cuando algo pareció encajar en la mente de Eve y de repente les dijo que ella dos veces había tenido visiones de ellos y que en su momento los había creído entrenando pero que ahora sabía mejor. Mortificación reflejándose en el rostro de ambos. Selene inmediatamente diciéndole que debió de haber dicho aquello cuando ella le preguntó e Eve tan solo respondiéndole con un ‘¡No sabía! ¡Pensé que se estaban besando mucho o entrenando!’
‘Cielos.’ Había sido la respuesta de Selene mientras se giraba hacia Michael sacudiéndole la cabeza. Durante lo que quedó de la conversación ambos hablándole con sinceridad a Eve pero ninguno preguntando que era exactamente lo que había visto en sus visiones.
Algo haciéndoseles claro, tendrían que trabajar para que esas visiones no continuaran.
“Y cuando estés lo suficientemente grande experimentarás algunas emociones-”
Eve decidió interrumpir a su madre, “¿y entonces querré hacer eso?” preguntó en su inocencia aun no creyendo que aquello sucedería.
Michael le asintió acercándose hasta ella y dejándole un beso en la cabeza, “No te preocupes que aquello sucederá cuando tengas como cuarenta años.” Le contestó bromeando, broma que Selene pareció no aprobar por la mirada que le dio.
“Bueno.” Eve le contestó creyendo en las palabras de su padre sin siquiera colocarlas a discusión. “Voy a mi habitación a ver si me puedo quedar dormida.” Y aquello era lo que había ocasionado que saliera a buscar a sus padres después de haberse despertado tras tener una pesadilla…..Los sonidos que había escuchado al acercarse a su habitación tan solo la habían hecho creer que algo malo estaba sucediendo. Ahora sabía que no era así.
Michael se giró hacia Selene al ver a Eve marchándose y solo cuando ella estuvo lo suficientemente lejos habló, “La mayoría de jóvenes a esta edad se interesan en ese tipo de asuntos. Eve está adelantada para su edad en cuanto a algunas cosas pero para otras no. Y esta es la primera vez que me alegro de esto. Sobre todo en este asunto en particular.”
En ello le daba la razón, “¿Cuarenta?” le preguntó haciendo alusión a la broma anterior.
Michael se encogió de hombros, “Tan solo podemos soñar.”
Selene no hizo ningún comentario, “Me voy a ir a cerciorar que se acueste.” Le dijo, prontamente recorriendo el mismo camino que Eve había recorrido.
Fandom: Underworld.
Personajes: Michael, Eve, Selene.
Palabras:3317.
Tema: #14 - Ego.
Silencio por fin y soledad, era eso lo que necesitaba para descansar y en ese momento lo tenían. Se acabó de secar la cabeza con una toalla y la dejó en el baño para volver a la habitación de la pequeña cabaña que habían alquilado por una noche. Mayormente oscuridad reinaba y alcanzó a ver a Selene levantando la cabeza de la cama y acomodándose para hacerle lugar a él. Segundos después estaba acostado a su lado y envuelto por ella mientras ambos compartían un momento de calma entre besos y caricias suaves, algo que se había convertido en una rutina cuando dejaban la vida nómada que llevaban.
Lástima, aunque al principio no era un sentimiento que quería tener por ella se la había tenido hasta cierto punto. Pasar las veinticuatro horas del día con una persona cambiaba las cosas. Era imposible no encontrar algo en común aunque no pareciese que hubiera mucho. Y lo próximo que supo fue que el cariño que le tenía empezaba a crecer al igual que lo hacía su amistad. No lo había admitido pero su presencia hacía las cosas más llevaderas, no más fáciles, pero si más llevaderas.
Sintió la mano de ella recorrerle la longitud de su brazo para venir a parar al hombro y continuar con sus caricias allí, él con ganas llevó su mano de la cadera de ella a su espalda por debajo de la camiseta que tenía de esa manera acercándola más y tras varios segundos los besos suaves que se estaban dando cambiaron a unos más profundos.
A diferencia de lo que pudo haber creído en sus primeras interacciones Selene era fácil de llevar, o tal vez él lo creía porque empezó a seguirla con fe ciega y sin cuestionamientos cuando noera necesario. Hasta el sol de ese día no sabía que cambió en esas horas en que estuvo muerto pero desde ese momento Selene se empezó a abrir más con él. No había necesidad de secretos….pero los habían por parte y parte, y por mucho que compartían siempre debía haber algo de lo que no se hablaba, en su caso las dudas, el cansancio de esa vida, el temor… Siempre el interés estaba presente, que está pensando ella, alguna vez le habrá sucedido tal cosa, como responderá si le digo esto, etc, etc, etc.
En cuanto el aire le empezó a faltar ambos se separaron, apoyando sus frentes contra el otro pero no deteniendo las caricias que se daban, este no era el tiempo de proseguir, de hecho ellos ya habían tenido su momento juntos, había sido lo primero que habían hecho tras dejar las maletas en el piso. Había sido ella quien lo había tomado de la muñeca y lo había guiado hasta el baño, allí habían proseguido a hacer el amor para culminar momentos después con su limpieza. Michael se quedó mirándola fijamente mientras ella ni se daba cuenta por tener los ojos cerrados. Era hermosa, su belleza lo deshacía desde el primer día que la vio. Y para el momento la atracción física había pasado a un segundo plano. Nunca hablaban de emociones y eso le estaba empezando a preocupar. No era como si sintiera que las emociones iban solo en una dirección pues sabía que era correspondido. Era tan solo que después de ocho meses juntos era absurdo que no se hablara de ello.
Que lo besara en aquel puente después de que él hubiera vuelto a la vida no le había dicho que lo amaba, le había dicho que estaba sobrecogida de estar parada sobre la luz del sol, que emocionalmente se encontraba vulnerable...que le agradaba verlo de nuevo. Y sí, después de ese momento ellos continuaron juntos y compartiendo momentos, pero nada le dijo que lo quería como hacía un mes cuando en un encuentro fortuito con tres lycans ella salió lastimada y justo cuando todo había terminado se giró y le tocó la cara a él con la mano ensangrentada preguntándole si estaba bien. Minutos después mientras se alejaban en un carro ella en voz alta le dijo ‘¿Te he dicho que tenerte en todo esto después de todo si vale la pena?’, él le había contestado un ‘Yo también te quiero, Selene.’ Que inmediatamente vio la hizo tensarse.
Michael sacó la mano de la camisa de ella y la llevó hasta su rostro tomándolo en su palma haciendo que lo mirara inmediatamente, “Yo……” empezó a decir pero no supo como proseguir pues no había pensado antes de hablar.
Selene le frunció el ceño mientras le mantenía la mirada, intrigada por ver qué quería decir, “¿Qué sucede?” le preguntó susurrando, algo que se le había pegado de él, siempre que estaban juntos no se encontraba hablándole sino susurrándole.
Se remojó los labios, ella lo intimidaba aun, pero no como lo había hecho en un principio, “Estoy loco por ti, Selene.” Le dijo cerrando los ojos y volviendo a apoyar su frente contra la de ella, “Estás en mis pensamientos constantemente.” No exageraba si decía que de las veinticuatro horas del día ella al menos dieciocho estaba en su mente. Abrió sus ojos encontrándose con los de ella, se estaba enamorando de Selene, de eso no le cabía duda y no tenía mayor problema con ello, el único problema era que a ella no le gustaba comunicarse.
Selene le mantuvo la mirada por un buen rato, mirando a sus ojos como si pudiera mirar a su alma, como si ello reforzara su conexión. Las palabras le faltaban en ese momento, no sabía cómo expresar lo que sentía, pues aunque sentía lo mismo que él no sabía cómo actuar. “…Michael…” dijo de repente escuchándose agitada.
¿Michael qué? ¿No hables de eso? ¿Era acaso eso lo que le pedía? Sentir la mano de ella acariciándole la cabeza le dejó ver que estaba equivocado en su suposición de que si traía la conversación de repente ella empezaría a revelar sus sentimientos. “¿Emociones no son algo que te guste, ¿verdad?” No necesitaba conocerla demasiado como para estar al tanto de ello.
Que él le sonriera burleteramente mientras decía aquello le dejaba ver que no era algo que tenía en su contra. Pasó saliva pensando detalladamente en su respuesta, “No es que no me gusten….es que no soy buena manejándolas. No sé cómo.”
Michael le asintió, comprendiendo perfectamente de donde ella venía con eso; su pasado. Le acarició una ceja nuevamente y la sintió acercándosele más, “¿……..Pero entonces te gustan? …..Solo para quedar claros.” le preguntó obviamente haciendo referencia a los sentimientos que tenía por él.
“La mayor parte del tiempo.”
Exhalando Michael se acercó a besarla, beso que ella respondió suave y cariñosamente. Cuando se separaron nuevamente la vio con una media sonrisa que para ahora era más familiar. Él la hacía sonreír, él la hacía feliz. Lo que a su vez lo hacía feliz a él en medio de la vida que llevaban. Cerró los ojos y la cercanía junto con el sentimiento de paz trajeron de nuevo aquel sentimiento en su pecho. “Me estoy enamorando de ti.” Le reveló, esta vez sin miedo a irla a espantar. Para el amor no era algo que se daba de un día para otro o en un par de semanas, era un sentimiento que se da a medida que se conoce a la otra persona.
De nuevo y seriamente le mantuvo la mirada para luego asentirle, “Lo sé.” Ella no era quien para hablar de amor o reconocerlo pero la forma en que Michael la trataba, la forma en que la miraba lo decía todo. Y recientemente había empezado a comparar sus acciones con las de él. “Aunque no me explico por qué.”
No le prestó atención a su último comentario. Sabía que esto no venía a alguna necesidad de que le subiera el ego, sino por la mala opinión que él debía tener de ella. “Y tú te estás enamorando de mi.” Su pensamiento inicial fue hacer una pregunta pero a último momento había decidido jugársela en una declaración que ella fácilmente podía negar...si el caso se presentaba.
Le alzó una ceja al verlo darle vuelta al asunto nuevamente, y esta vez viendo que le colocaba más fácil la situación, que no le pedía que dijera con palabras lo que sentía y tan solo pedía una afirmación decidió dársela, “Lo asumo, Michael,” Le contestó sin dejarse de tensar por un segundo, “pues no le encuentro otra respuesta a las emociones que estoy experimentando.” Apenada rompió el contacto visual, “Esto es nuevo para mí, nunca me he llegado a sentir así….” Fue lo único que se le ocurrió decir que le dejara explicarse porque actuaba de la forma que actuaba.
No le cabía ninguna duda de que Selene no le había dedicado mucha atención a esa parte de su vida en sus seiscientos años llenos de venganza y por eso no decidió contestarle nada por un buen rato, hasta que de repente una broma se le vino a la mente, “El amor es para idiotas.”
Le sacudió la cabeza, “No, eso no es lo que pensaba.” Le dijo creyendo que el comentario de él venía de creer que aquello era lo que ella había pensado en sus seiscientos años, “Tan solo nunca me interesó o no le vi mucha importancia.”
No decidió corregirla al verla buscando excusas y decidió darle otra, “O tal vez no tuviste la oportunidad.”
Aquello la hizo pensar, ¿Había existido alguna oportunidad? De todos los pretendientes que llegó a tener a muy pocos les dio más que una mirada y a los que les había permitido acercársele nunca fueron algo más que varias noches pasajeras. “Encuentro extraño…que llamaras mi atención de la forma en que lo hiciste.”
Aquello lo hizo reírse al verla tratarlo sin tacto, “No pues gracias por lo que me toca. Sé que probablemente no soy el hombre más atractivo o el más valiente que has tenido comiendo de tu mano pero-”
“No,” le dijo interrumpiéndolo, ella no se estaba refiriendo a eso, “no estoy segura pero creo que todas las emociones entre nosotros se han afianzado por la situación que vivimos esas primeras noches, pero sobre todo porque te transformé y ambos bebimos del otro.”
Fue el turno de él de no saber qué contestar mientras la miraba fijamente, él ya había pensado en ello pero no había querido preguntarlo por no hacerla creer que desestimaba lo que eran, “Mi mente ha ido a esto también.” Le admitió, “Pero me niego a creer que de eso viene nuestra relación…y a final de cuentas no la pongo en duda.” La vio que fue a decir algo y le asintió interrumpiéndola, “La estación del metro, tu ayudándome cuando no debías de hacerlo, besándome, yendo por mí a rescatarme aun cuando era una sentencia de muerte……Todo eso fue antes, antes de que me transformaras, antes de que bebieras de mí….. Tu y yo……todo estaba dicho antes de que alguno de los dos lo empezara a notar.”
Parpadeó, “¿Eso es lo que crees?” no creía del todo en lo que acababa de escuchar, ¿Acaso creía que lo de ellos era algo que había estado escrito? ¿….Destino por llamarlo así?
“¿Estoy equivocado?” Le preguntó con el mismo cuestionamiento que ella le hacía.
“¿Acaso no lo dudas?”
“Sí. Pero por eso no voy a desestimar lo que tenemos. Es por nuestra-”
“No estoy desestimando nada.” Lo interrumpió queriendo dejarle aquello en claro.
Michael le asintió, “Si hemos llegado hasta este punto no es porque me mordiste o porque bebí de ti. Es porque hemos colocado de nuestra parte para hacer que esto funcione. No estamos haciendo de titiriteros en la cabeza del otro, Selene.” Para el momento ya ni sabía si se estaba tratando de convencer a sí mismo o a ella, “Yo te quiero por mi propia voluntad, e incluso si no es así no me importa. Estás a mi lado y eso es lo que cuenta.”
Varios minutos tuvieron que pasar para que ella se decidiera a hablar de nuevo, “Aún así queda la duda.”
“Esa duda no existirá en cincuenta o cien años.” Michael le respondió muy al tanto de lo que decía.
Selene no tomó aquello seriamente pues Michael aun era demasiado humano en cuanto a su forma de pensar y de exagerar, él no tenía ni idea lo que cien años eran. “¿Así que esto es lo que hablar más a menudo conlleva?” le preguntó buscando calmar los ánimos más de él que de ella.
El comentario de Selene venía como broma a lo que él a veces le decía en medio de días largos pasados en plena carretera ‘deberíamos de hablar más a menudo de nosotros.’ “Mmmmm.” Michael le contestó al no ver que más decirle pues esta vez tenía la razón. Habían comenzado todos amorosos y habían terminado en una discusión leve. No hubieron mas palabras entre ellos y de esta manera decidió mejor quedarse dormido, solo que el sueño no vino a él, ni a ella por lo que pudo sentir. “Me permitiste quedarme a tu lado. Me has mostrado compasión. Me has enseñado todo lo que debo saber sin miramientos, expones tu vida por mí...”
Selene abrió los ojos tras por fin haber sentido que el sueño venía a ella, “¿De qué hablas?”
“Algunas de las razones por las cuales me he enamorado de ti,” le comentó para inmediatamente proseguir, “Confías en mí. Eres valiente. Aunque no lo creas y me pueda ganar un tiro por ello a veces eres adorable.” Que ella se echara varios centímetros hacia atrás sorprendida por aquella palabra lo hizo sonreír, “Dije a veces.” Le hizo ver su punto para continuar, “La confianza que tienes en ti misma, la mirada en tus ojos….amo la intensidad de tu mirada.” de repente sintiendo dicha adoración mientras le acariciaba de nuevo una ceja, “La forma en que subes tu mentón en forma de superioridad cuando te das de terca aunque sabes que yo tengo la razón.” Le dijo sonriéndole al ver como poco a poco la tensión en las cejas de ella se marchaba.
“No voy a enumerar las razones por las cuales…me llamas la atención.” No, no podía decir textualmente que lo quería o que se estaba enamorando de él.
Eso se lo había esperado, se acercó a dejarle un pico rápido en los labios, y le mostró una sonrisa que le daba a entender que proseguiría a burlarse, “Eres hermosa. Tienes un cuerpo para morirse y ni siquiera te interesa. La forma en que besas, cielos, eres una gran besadora. Eso probablemente fue lo que más me sorprendió. Y el sexo,” hizo una pausa a propósito mientras la sentía apretándolo del hombro como quien pedía que no prosiguiera pero así lo hizo, “el sexo es fantástico, el mejor de mi vida. Eso que haces con tu-” no alcanzó a terminar su comentario porque ella no lo dejó, inmediatamente la sintió girándolo y quedando encima de él en una obvia muestra de dominación que le decía no continuara. Pero más que eso no hizo, Selene tan solo apoyó su frente contra la de él y se quedó mirándolo con la intensidad de la que él había hablado. Cuando con otras novias había tenido conversaciones tontas y peleas de cosquillas con Selene tenía esto. Colocó sus manos alrededor de la cintura de ella y la atrajo mas hacía sí. Y no le importaba. El cabello de ella cubriéndolos a ambos, “Sí tengo una queja en el departamento sexual,” le dijo queriendo prolongar el momento.
“¿Solo una?” le preguntó con ironía pero temiendo por una parte lo que podía salir de aquella parte de la conversación.
“¿Por qué, tienes tu más?” preguntó a su vez fingiendo preocupación pero llevando sus manos hasta el trasero de ella.
Selene no se pudo mantener totalmente seria, él era un tonto, “No que pueda pensar en ellas en este momento.”
“Bien,” le contestó con ironía. “Como dije, el sexo es fantástico, pero no tan frecuentemente como me gustaría.”
Pues sí. “Estamos huyendo, Michael. Todo entra en segundo plano cuando de supervivencia se trata.”
Le sonrió habiéndose esperado algo así, y empezó a moverla del trasero contra él, “Es por eso que deberíamos aprovechar cada oportunidad que se presente en el camino.”
Creyó que él estaba cansado, pensó al ver a donde llevaría esto, “Oportunidades prudentes.” Le corrigió haciendo ver su punto nuevamente mientras se agachaba a besarlo recordando la forma en que él en varias ocasiones se había estado yendo de las manos mientras estaban haciendo sus vueltas. Que tuvieran un poco de privacidad no quería decir que no estuvieran en público.
Michael momentáneamente despegó sus labios de los de ella, “Deberías de haberme dejado cogerte en el asiento trasero del carro en más de una oportunidad.” El suspiro contra sus labios lo hizo sonreír.
Varios minutos tuvieron que pasar con la mente de Michael viajando a lo que ella había dicho anteriormente para finalmente decidir traer a discusión lo que sabía podría obtener como respuesta un no rotundo. “He estado pensando en eso últimamente ¿sabes?”
“Ya te dije, sexo en un carro no me suena interesante.” Selene le contestó frunciéndole el ceño como quien no creía que él -de todas las personas- le saliera con estas.
Michael no pudo dejar de sonreírse, casi carcajearse al no haberse esperado aquello, “No, quise decir….he estado pensando en eso que dijiste de que estamos huyendo, bien pues he estado pensando todo lo contrario.” Como sospechando para donde iba la sintió inmediatamente rozándolo al bajarse de él para quedar acostada justo a su lado. “Creo que no sería una mala idea establecernos en un lugar. No del todo. Tan solo empezar a quedarnos por cuatro o cinco días en un mismo sitio a ver qué sucede.”
“Estás cansado de que viajemos constantemente.” No sabía porque aquello le venía como sorpresa, tal vez era porque él casi nunca se quejaba.
“Sí.” Lo admitía, antes había sido el temor lo que prácticamente lo apremiaba a estar en carretera constantemente, ahora tan solo le gustaría tener un descanso de ello, quedarse siquiera en un mismo lugar así fueran dos días.
En otras palabras, Michael ya no sentía la paranoia que los había acompañado los primeros meses. Se remojó los labios, “He estado pensando en ello también, Michael. Pero aún no estoy convencida.” Usualmente ella tomaba una decisión y después se la comunicaba a él, esta vez se encontraba indecisa en cuanto a que decidir.
“Tu raza no nos está cazando como en un principio lo habíamos creído y de los grupos de lycans que nos hemos encontrado solo uno nos atacó. Yo digo que sí elegimos lugares prudentes y nos abastecemos de antemano podíamos llegar a incluso pasar más desapercibidos que yendo de ciudad a ciudad diariamente donde evidentemente estamos dejando un rastro a seguir.”
Tampoco era como si esta fuera la primera vez en la que él la ayudaría a tomar dicha decisión, pero todas las demás ocasiones habían sido insignificantes comparada con esta. Con esta decisión potencialmente podían estar entregando sus vidas. “Hablemos de esto mañana, ¿está bien? En el momento estoy cansada.” Quería organizar sus ideas antes de embarcarse en una discusión con él.
Michael le asintió y un segundo después ella colocaba la cabeza sobre su hombro, “Puede que sea extraño al principio pero quien quita y podamos llevar una vida más moderada.”
Él no podría regresar a su vida, eso ya lo habían hablado, “Si vamos a elegir lugares estos serán aislados, ¿estás al tanto de ello verdad?”
Michael exhaló, algo mas a que pensar, una gran ciudad donde pasarían desapercibidos o como ella lo decía, una casa en el campo, rodeados de vecinos que probablemente estaban acostumbrados a conocer todo de sus vecinos... “Hasta mañana.”
“Hasta mañana.” Le respondió girándose a apagar la luz, no pudiendo conciliar el sueño inmediatamente y cuando vio que él tampoco pudo quedarse dormido se volvió a girar hacia él.
Tabla.