Robin Hood

Jul 29, 2009 10:54


Está entrada contiene spoilers del final finalisimo de Robin Hood. Es más es solo una sarta de insultos hacia los guionistas de dicha serie por cargarse algo tan divertido. 

¿Recordais cuando Robin Hood era una serie feliz? Una serie que te decía “¡Ey, soy simple, pero coge esa espada de madera y diviértete conmigo!” Una serie que lo primero que te pedía era que no pensases, que no buscases corrección histórica, que te creyeses que Robin podía esconderse detrás de un arbusto de cuatro hojas y que ¡Madre de Dios bendito estos malos necesitan gafas! Ninguno de los hombres del sheriff podía verle aunque estuviesen escondidos todos los proscritos detrás de esas dos hojas. El sheriff se pintaba con tinta de calamar las uñas y básicamente todo era tonto, canalla y divertido.

Esto fue así durante la primera temporada. Y durante casi toda la segunda (que alcanzó momentos de awesomidad bastante importantes). Pero, comenzamos con la traición de Allan (“fallo “en la historia puesto el que traiciona a Robin en la historia tradicional, o al menos Robin cree que lo hace es Will Scarlett, Pero lo ignoras porque la serie se señala y dice “Soy yo ¿Recuerdas?). Allan traiciona a Robin y no nos importa porque le da una gran frase y una nueva situación con Marian adorable e hilarante a partes iguales. ¿Quién puede olvidar el abrazo de Marian después de que Allan y Sir Guy se disfrazasen del guardián de la Noche para salvarle el culo? Allan, el traidor a regañadientes, y Marian, la espía enamorada, se ven forzados a ayudarse y les perdonas todo a los guionistas porque es maravilloso de ver.

Pero llega el final de la temporada. Y a partir de ese episodio la felicidad termina. La diversión tonta se convierte en el absurdo y ese absurdo se convierte en enfado. Sir Guy, el hombre que no podía estar más enamorado de Marian, la entrega al sheriff porque le da un aire. El sheriff decide que es más práctico no matar a la traidora, total ¿Pa qué? Es muchísimo mejor llevársela hasta tierra santa. ¿Por qué? Porque así los guionistas no tenían que comerse el coco para dar más tiempo a Robin y los suyos para salvar a la “Rosa de Inglaterra”. Total que allá van los proscritos (después de que Allan les salve providencialmente y un “oh, pues resulta que no eras tan malo” lalalala) a salvar a Marian a la tierra media, lugar al que llegan muy rápido para ser la edad Media, todo hay que decirlo.

Llegan a la tierra santa, aparece un personaje muy querido por todo el mundo, Carter. Su aparición puede resumirse en lo siguiente:

Carter: ¡Hola audiencia! *le matan* ¡Adiós audiencia!

El rey Ricardo resulta que es estúpido porque, claro, entre creer a tu soldado más leal, que ha dado al vida por ti y un prisionero enemigo, la elección más lógica y con la que se le enciende la bombillita es: “Creamos al prisionero”.

Así que cuelga a los otlaws (y a Marian) en medio del desierto, tipo parrilla: vuelta y vuelta. Se salvan gracias a la aparición de carter (you know: antes de que lo maten). Y se van a enfrentar al sheriff y su secuaz (que para ser dos sólo la que lian oye).

Marian se encuentra con Sir Guy y dado que ella es muy valiente y al no tener espada (cosa que él si) decide atacar con el poder de sus pechos, a ver si así se distrae o le hipnotiza o algo. La técnica pechil le falla a superMarian y aquí viene lo mejor Sir Guy la atraviesa con una “espada-falo” . No, no me he vuelto loca. Es que según el creador, quisieron llenar toda esa escena de contenido sexual (la cabeza caída de Marian dejando ver el cuello y etc, etc), para dejar claro que Sir Guy no sólo mató, sino que violó a la Rosa de Inglaterra. ¡Con un par de narices di que sí! No solo dejas a Robin sin la mitad de su leyenda, sino que por si eso no fuese suficiente, decides mancillar a la Rosa de Inglaterra. ¡Y todo en una serie familiar!

Y con Marian muerta llegamos a la tercera temporada. Que una piensa: pues igual al matar a Marian exploran algo interesante de la personalidad que Robin. Pero para qué van a tomarse el esfuerzo hombre. Robin está triste un episodio. Al siguiente está coqueteando con la mujer por la que su mejor amigo (y Allan) muestra interés romántico. Ahí, Robin Hood luciéndose. Por si eso no fuera suficiente patada al recuerdo de Marian, aparece la hermana perdidísima de Sir Guy (y tan perdida, porque Guy dice varias veces que no tiene familia) y también tiene un rollito con Robin.

Y con Isabella llegamos a las desapariciones estelares de la serie: A Djaq y a Will los dejan, al principio de su romance, en tierra santa criando cerdos, porque claramente es lo que haría uno de los hombres más leales a Robin, abandonarle para criar cerdos. Djacq se queda fuera porque al aparecer el pateable monje Tuck no tuvieron ovarios para dejar a un musulmán y un cristiano en la misma serie (matar a la prota sí, un poco de diversidad cultural: no por dios). El sheriff desaparece a mediados de temporada y la desaparición de Sir Guy tampoco es mucho más lucida.

Y luego tenemos las desapariciones por muerte. Mis favoritas.

Tenemso a Allan al que sus amigos acusan de traidor, por haber sido torturado y poder escapar, y le dejan atado en medio del bosque. Allan se libra y va a avisarles de una trampa y así, a flechazos, cual Boromir de Sherwood pero sin hobbits, me lo matan, lo envuelven en una alfombra y se lo llevan a Robin (Todo un detalle por parte de los soldados, oye).

Y la muerte de Robin Hood. En el bosque, aparece Marian, él dice “My wife” y ella se lo lleva. ¡Pero desgraciado, si hace cinco segundos te estabas despidiendo de la novia de rebote de tu novia de rebote!

Conclusión: el Principe Juan sigue tan campante, la sheriff de Nottingham también, el Rey Ricardo a su bola en tierra Santa. Nada de lo que ha hecho Robin Hood, durante tres temporadas ha servido de nada. Un gran final, di que sí.
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robin hood bbc

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