Desempolvando por la muchachada...

Jun 24, 2015 23:52

Ha pasado tanto tiempo que no estoy segura de como se hacia esto, lo de escribir fics y lo de escribir en LJ... pero vamos a intentarlo (aunque sea por la confabulacion de le_mousquetaire y lilahenatlantis... empate les voy a dar a ustedes!) Por que lo pidieron vamos con el xmfc con un toque especial sorpresa, eso si, drabble (ya veremos si logramos algo mas largo despues...)


Una de las ventajas de realizar una búsqueda con el presupuesto de la CIA es la comodidad que te provee. Cuando un servicio de inteligencia se ocupa de los gastos, uno puede priorizar sus objetivos. La exclusiva sala privada que les da la oportunidad de ser quienes realmente son y lograr la atención de Ángel, un beneficio. La alta tarifa desde Nueva York hasta el complejo, otra forma de convencer a Darwin de tan largo viaje. Viajar de esta manera empieza a ser menos una misión y más un placer.

Charles cree que con este último viaje lograran formar un gran equipo, lleno de talentos. Puede ver potencial en cada uno de ellos. Todos tienen grandes mutaciones y son buenas personas, o eso aparentan en la superficie de sus mentes. Ha decidido que no se sumergirá en lo  más profundo sin antes recibir permiso y por eso solo ha visto los pensamientos más ligeros de cada uno. Este último mutante parece que ha encontrado un nuevo hobby, el placer por la comida. Deben encontrarlo en un petite restaurante especializado en comida navaja, según la información que los analistas de la CIA obtuvieron de las últimas coordenadas de Cerebro. Quizás sea un estudiante de cocina o de periodismo.

Eric parece dormitar en su asiento y Charles, por enésima vez, se deleita en despertarlo con un suave toque mental. Tiene la impresión que Eric ha bajado sus defensas y aun no decide que le causa más placer, la confianza que le demuestra subconscientemente o la sonrisa desafiante cuando discuten algún tema o juegan al ajedrez. Es como jugar con un tigre, siempre a punto de ser mordido. Le gustaría descubrir qué lado sale más a la luz en la cama, desafiante o vulnerable. Tal vez ambos, tal vez lo siga sorprendiendo. Es la primera vez que alguien pica tanto su curiosidad.

Pero no hoy, ni mañana.  Esto que tienen aun es muy frágil, muy nuevo; aun tienen bastante tiempo que compartir y es más importante detener a Shaw. Cuando todo se resuelva tiene planeado internarse con Eric en su habitación y que nadie se atreva a molestarlos.

- ¿En donde estas? O no, supongo que debería preguntar en quien estas... - Eric le pregunta.

Pestañea y esos ojos claros le devuelven la mirada.

-Supongo que esta vez estaba solo en mi propia cabeza - se ríe, un poco avergonzado de haberse dejado llevar tan fácilmente. Eric es una influencia poderosa en su mente. -Ya casi llegamos. El restaurante no debería estar muy lejos del aeropuerto. Con suerte podremos volver esta noche-

Eric frunce el ceño.  -¿Tan pronto? - La expresión de su rostro cambia de golpe y esa sonrisa filosa aparece. Charles mentiría si dijera que no le causa escalofríos. -Ya que es el ultimo podríamos relajarnos un poco y quedarnos un par de días, pasar la  noche al menos,  ¿no te parece?-

Es una sugerencia peligrosa, muy peligrosa y la peor parte es que lo está considerando seriamente. Varias imágenes sugestivas pasan rápidamente por su mente y casi que no puede estar seguro si son suyas o de Eric.

- No creo que sea una buena idea posponer el encuentro de este chico con el resto. Saber que no está solo es la prioridad. Tal vez en otra oportunidad, Eric. - Charles prefiere escapar esta vez de la situación. Mejor continuarla cuando solo sean ellos dos.

Eric no parece decepcionado, solo un poco impaciente pero han jugados tantos partidos que ambos saben manejar bien la espera y ser pacientes. Eric asiente y se prepara para bajar del avión.

--------------------------------

Desde el aeropuerto al restaurante hay solo unas veinte cuadras. Menos de diez minutos después ya están ahí. El restaurante es uno de esos lugares pequeños que no dicen mucho,  pero Charles puede sentir en su clientela el placer de los sabores. Al parecer el chef es un gran conocedor.

Puede sentir la presencia del chico dentro del lugar. Por alguna razón no ha logrado ver en su mente mucho más que su locación. Alguna que otra vez  la mente de un mutante es más difícil de invadir que la de un humano regular. De todas maneras apenas entran, sabe que el joven sentado en la mesa contra la cocina es a quien buscan. Parece extranjero, ruso quizás, de Europa del este seguro. Para ser tan joven, apenas veinte años con suerte, tiene un semblante duro y rasgos fuertes, de aquel que ya ha vivido tiempos difíciles. Lamentablemente en estos días es común ver rostros así.

Ve que el joven ya está pagando su cena y decide que ahora sería un buen momento para acercarse. Charles le indica a Eric y camina delante entre las mesas. Justo cuando están por llegar a la mesa, quien sabe bien porque pero Charles logra deslizarse en la mente del chico. Es un microsegundo lo que le toma clavar los pies en el suelo y frenar tan abruptamente que Eric choca con su espalda. Gira tan rápidamente que casi no hay espacio entre Eric y el.

-¿Charles?- Eric le pregunta confundido.

-Me equivoque. No es el. Mejor vámonos- Charles le dice en voz baja y un poco apresurado.

Salen del restaurante llamando un poco la atención de los clientes y Charles juraría que siente una mirada penetrante en su espalda. Mejor no mirar atrás. Apenas en la calle, para el primer taxi que encuentran y le pide que los lleve al aeropuerto. Eric lo mira cada vez mas confundido.

-       ¿Charles? ¿Qué mierda pasa? -

Charles se recuesta en el asiento y cierra los ojos. Es la primera vez que algo le impacta tanto, va a necesitar un tiempo para recuperarse. Esta transpirando en todo el cuerpo y le late el corazón a mil. Respira hondo y trata de no sentir en la piel el horror que hace solo un momento sintió. Algunos recuerdos, algunas mentes es mejor no conocer. Es la primera vez que ser un telepata se siente como una maldición.

El taxi se aleja del restaurante y desde la puerta un joven lo mira irse. Apoyado en el brazo lleva un cuaderno con carbonillas. En su mente conserva claramente el recuerdo de un rostro, que quizás algún día vuelva a ver.

empate confabulado, copa america chile 2015, xmfc

Previous post
Up