Gravitaciòn

Aug 28, 2016 21:26

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La vida se basa en pequeños filmes grabados para Koo Junhoe. Escenas que imaginó, igualo o aventuro en su mente, de los cuales ya tiene proyectado un inicio, desenlace y fin. Pueden ser muchas tomas, sin embargo, siempre terminan con el mismo final.

La tapa de su lápiz esta mordida a no poder más y lo tapa la oscuridad en la habitación. Ciertamente él cree que esto es una ratonera, su oficina y uno de los lugares más importantes que contienen gran parte de la información, es un basural. Realmente agradece que los gerentes no hagan inspecciones, o estaría, literalmente, arruinado.

Quizás tiene comida almacenada de días atrás. Tal vez algunos ratones ruinen sus cosas, o puede que también se paseen mientras él duerme. Probablemente este blanco como una hoja de papel porque la única luz que le cae es la solar. Y es feliz, es completamente agradable controlar los cuadros a niveles sistemáticos, elegir uno de entre todos es meramente complicado.

‘‘¿Me necesitabas para ‘’idealizar’’ un modelo de retrato?’’

Junhoe carraspea y, por primera vez en el día (o noche, amanecer o mediodía, no lo sabe con exactitud) despega la vista de las botellas. Hecha una rápida mirada a su desorden y espera encontrar al hombre proveniente de aquella voz.

’‘¿Qué hora es?’’

Jinhwan suena cansado cuando dice: ‘‘Entonces sal al exterior’’

‘‘Sabes que no lo puedo hacer’’ murmura. Oye un ruido del rincón de la sala, detrás de todas esas pinturas y aromas se puede ver perfectamente todo con claridad. Tira su silla atrás, chocando con algunas cajas e invade el lugar con una mirada crítica ’‘Sal de ahí. No te acerques a esos bocetos, los tengo programados para algo más’’

‘‘¿Futuramente puede que pueda acercarme?’’

‘‘Futuramente puede que me deshaga de ti para siempre’’

‘‘No me gustan esas palabras’’ regaña Kim Jinhwan ’‘No me gusta dormir en un sitio sucio’’

Junhoe rueda los ojos y resopla sonoramente: ‘‘Acabas de decir ‘sitio sucio’ demonios. Si tanto te molesta ¿Por qué no vas a alojarte con Yunhyeong?

‘‘Lo estoy considerando una opción variable’’
Junhoe está a punto de resoplar nuevamente. Podría decirse que es su modelo magníficamente idealizado, la anatomía del chico en perfección. Los cabellos rubios y lleno de rulos, la escasa estatura, la eterna sonrisa y el anhelo de atraparlo entre sus brazos y no dejarlo ir nunca.

‘‘Ven, quiero tomar algunas muestras de tu perfil’’

Desde el rincón lleno de ropa, Jinhwan hace su aparición. La piel de porcelana y blanquecina como la leche, con el inquieto lunar cerca de sus ojos sinceros, una tierna expresión de dolor permanente. Todos en este centro tienen sus historias, sus sombras humillándolos día y noche.
 Como si en vez de esperar su muerte, esperará renacer. Comenzar de cero y llenarse de esperanzas de contribuir a una sociedad. No importa si es mala o buena; con tal de estar cerca del pequeño chico, es justamente por lo que respira.

Pero, por supuesto, nunca lo admitiría en voz alta o se lo haría saber a Jinhwan, son parte de sus pensamientos más recónditos.

‘‘Es extraño que intentes hacer un retrato con un parecido a su compañero de habitación, la gente va a sospechar‘’ afirma Jinhwan y avanza unos pasos largos hacía el ’‘Estarías admitiendo que estás enamorado, o en ese caso que me admiras’’
Los colores de las mejillas de Junhoe se vuelven exorbitantes, un toque de rojo, naranjo, algo de violeta pálido. Muerde su labio tan fuerte que teme por romperlo.

‘‘Solo sacare unas partes, serán como reflejos que solo yo notare. La mayoría de tus retratos están guardados bajo llave en mi salón, es imposible que no lo logre―’’
Jinhwan lo interrumpe ‘’Estas teniendo mucha confianza’’

‘‘Después de todo este tiempo, merezco algo de crédito’’

‘’ ¿Has dormido? Te ves como un caminante andante―así de intrépido’’

‘‘No lo suficiente’’

‘’Deberías parar’’  Junhoe simplemente abre los brazos con una sonrisa lasciva y se ve contagiado en las pocas horas que pueden estar tranquilos. Prontamente el trabajo comenzará y Jinhwan conoce a Junhoe tan bien como si fuera la palma de su mano y sabe que el chico se detendrá cuando empieza el juego.
‘’El limite esta contabilizado para los cobardes, y el arte viene de la mano con el esfuerzo’’

Su enojo disminuye a una escala descendiente. Su sonrisa se engancha.
‘’Eres el mejor pintor de Seúl con dieciocho años, ¿Por qué envicias más?’’
Da zancadas grandes, más por intentar saltar las cosas que estorban en su camino, y corresponde a los fuertes brazos. Entierra su cara en el pecho de Junhoe, olor a lavanda y hombre. Un estilo único. Y ríe contra el polo porque Jinhwan podría detener este instante para siempre y quedarse en los brazos de Junhoe hasta la inmortalidad.

‘‘No seas molesto, me conoces bien como para darte cuenta que no me detendré’’

‘‘Te ves insano dentro de un lugar insaturable. Pareces un condenado a tu profesión, se llevara tu alma, Junhoe’’
‘’Ya se la llevara y espero pacientemente que este en buenas manos, porque dado que no practicas a menudo, tu rango vocal está decayendo’’

Junhoe sonríe y en sus ojos hay un brillo malicioso. Su mano derecha toca los mechones del pequeño y mueve su cabeza unos centímetros, ataca el precioso cuello de Jinhwan con besos diminutos y termina en gemidos bajos y acaricias en su nuca.

‘’Voy a esforzarme mas―’’

Jinhwan no alcanza a articular ninguna protesta. Antes de abrir ligeramente la boca, es atacada con brutalidad y pasión.

Tatúa su nombre al salir de sus labios.

El pequeño empujo, con su mano de niño, el pecho de Junhoe provocando que cayera sentado sobre la silla. No perdió el tiempo en trivialidades, se sentó a horcajadas encima y envolvió sus brazos en su cuello. Tener a Junhoe a su disponibilidad era divino, se sentía vivo al poder rodear al gigante con unos besos en el cuello.

‘‘Ugh…’‘gimió el menor.

Jinhwan contuvo la respiración, las manos de Junhoe viajaban disparadas a su trasero, apretándolo similar a una masa crujiente. Las grandes manos del gigante invadiendo lo que le pertenecía, le tomo dos segundos a Jinhwan darse cuenta donde estaban y negó con la cabeza repetidas veces.

‘‘No podemos hacer esto…’‘susurro el pequeño en su oído. La columna de Junhoe sufrió leves escalofríos a causa de esto.

Apretó su agarre, estrujando el semblante trasero, sonriendo en su cuello. Elevo su mirada obteniendo la atención completa del mayor.

Había muchas cosas que Junhoe quería decirle, fragmentos de palabras en montones para Jinhwan pero también había un sobre. Una carta que nunca se abriría por miedo a perderlo. Y, aunque suene injusto e impotente, Junhoe preferiría mil veces guardarse todo eso con tal de permanecer a su lado.

«Mi corazón en negro. Tu alma es blanca. Cuando nos juntamos, simultáneamente el color se vuelve rojo, como la pasión, el anhelo, el bermejo. No hay destino cruzado para nosotros, solo somos dos personas que se necesitan. Puedes aceptar mi amor cruel, sucio, inútil pero verdadero… o puedes simplemente dejarme ir y verme evaporarme entre las nubes»

‘‘¿Por qué estás tan callado? ‘‘pregunta el mayor acariciando lentamente el cabello negro del menor. Solo por unos minutos ya no existe el Junhoe demente y exhausto, ya no existe el Jinhwan místico y cantor. Ya no existen las etiquetas que los condenan, por unos minutos son solo dos corazones latiendo fuertemente por el otro.

‘‘Estoy pensando cosas sin importancia ’‘dice Junhoe encogiéndose de hombros. Esa es la realidad, no debe meterse ideas sin fundamento en la cabeza. No puede ilusionarse en un futuro, no.

Jinhwan deja de besarle el cuello y choca su frente contra la suya.

‘‘Ahora no…Junhoe…justo ahora no…’’

‘‘¿Ahora no, que? ‘‘Junhoe frunce el ceño. Observa atentamente como Jinhwan cierra los ojos y suspira profundamente, sus respiraciones entremezclándose de a poco.

‘‘No pienses en nada ahora. Conozco esa expresión en tu cara, el problema se erradica a la hermandad entre nosotros’’

Las manos del menor tocan las mejillas de Jinhwan: ‘‘¿Por qué me dices eso?

‘‘No te llenes la mente de cosas que quizás nunca van a suceder. Tengo claro que seremos mal visto y tal como dijo Donghyuk, tal vez es enfermo pero no nos adelantemos’’

Algo puede acabar con él ciertamente. Y, además, tiene nombre y su apellido.

‘‘El negro y el blanco no se pueden juntar. Es como el bien y el mal. No hay caso, Jinhwan. No quiero que seamos como el blanco y negro, no quiero tener que contaminarte con mi pesimismo, te dañaría. Y al hacerte sufrir, me hace sufrir también. No quiero acabar así’’

Jinhwan abre los ojos y una tierna sonrisa se asoma en sus labios levemente hinchados ‘‘Gris’’

‘‘¿Qué dices?’’

‘‘Negro y blanco hacen gris. Donde todo es negro, también hay un blanco entonces si hay una combinación se crea el gris. Es monótono y monocromático, y un poco fúnebre, pero sigue siendo un lindo conjunto’’

Las manos del menor descienden a su delgada cintura. Contrastes de labios juntos y sonidos de besos, ropa que es tirada cerca de unas latas de cerveza.

‘‘De todos modos, no quiero que nos compares con el blanco y negro ’‘susurra el mayor al frente de los labios de Junhoe ’‘Quiero ser cielo y mar’’
‘’Dime porque’’
‘‘Es meramente sencillo. Donde termina el mar, empieza el cielo. Mismo color, misma función. Donde termina Junhoe siempre empezará Jinhwan. Siempre juntos, nunca separados. ’’

El menor ataca velozmente los labios de Jinhwan. Un sabor a delicia y culpa, una sincronización de emociones desconocidas y un ligero toque de chocolate macizo.

†††

Él decide no levantarse de la deshecha cama. Es domingo, el sol está apareciendo entre las montañas y sus ojos están abriéndose con pereza. Siente el aire de la mañana rozar por sus cabellos.

Se levanta y deja que Junhoe termine de dormir lo suficiente, se pone una camiseta larga y pantalones de lino con un ligero apriete. Se dirige a la cocina y prepara unos huevos con bollos y carne de res.

Preocupándose por su relación con Junhoe no le ayudara de nada. Pueden pretender ser novios o salir como una pareja recién conocida pero tiene miedo a perderlo muy fácilmente. No se ha sentido seguro con respecto a su relación últimamente. Ha dormido muy poco por causa de la muchedumbre, pensamientos y malestares y no ha logrado comer lo racional. Prepara el desayuno en silencio y le agrega un poco de beicon.

No debería pensar en lo que sucederá con él cuando ya no está aquí, Jinhwan conoce bien las reglas. Se las hicieron aprender de memoria al ingresar, pero no puede contener su pesar al imaginarse lo que sufrirá Junhoe cuando sepa que es lo que realmente sucede con él. Debe contarle toda la verdad, no solo una parte resumida. Jinhwan tiene miedo, como en muchas otras ocasiones, no quiere herir a su invitado. No quiere permanecer siempre cruel hacía él, es mucho mejor esconderle su historia y dejar que sonría con honestidad. Pero debe decirle, aunque le duela.

Toma el plato entre sus manos y camina hacía el cuarto nuevamente. Los tira al suelo y ahora lleva unos boxers azules y deja ver su reciente musculatura por barrer, lo ve dormir escasos segundos hasta que Junhoe parpadea ligeramente abriendo los ojos.

‘‘Buenos días ’‘le dice intentando incorporarse. El olor agradable de la comida le llega a las narices produciendo una felicidad,  le encanta comer mucho. Especialmente si esta hecho por Jinhwan. La tensión se nota cuando se miran, sus ojos posados en la vista de Jinhwan, mirando su reflejo a través de su iris. El muchacho mayor no menciona nada, le da la comida con el tenedor y luce una triste mascara de tristezas.

‘‘Tenemos que hablar ’‘le susurra.

‘Dime que sucede’’ masculla entre dientes.

‘‘Bien ’‘dice Jinhwan ‘’No he logrado superar mi objetivo. No logro subir el rango de mi voz’’

‘‘No te estas esforzando lo suficiente, entonces ’‘lo acusa Junhoe, deja el plato vació encima del velador y vuelve a centrar su atención en el varón ‘’No estoy comportándome como tu maestro pero te lo digo con anterioridad porque no quiero verte llorar. El fracaso es sinónimo de caída, una muy fuerte caída que tendrás si sigues siendo un perezoso. Dices que te estas esforzando, pero el esfuerzo duro trae sus frutos. No hay mas solución, no hay resultado’’

Una brisa distante cayo como hielo. Era como si hubiera estado volando entre las nubes por un largo tiempo, su cuerpo se sentía muy liviano y casi sintiese que estaba en un lugar diferente. En uno totalmente distinto, ahora podía creer en cualquier cosa que ocurriese. Junhoe creía- desde muy pequeño- que después de la muerte no había nada, que los cuentos de hadas eran solo eso, cuentos de fantasías. Nunca creyó haber estado errado toda su vida, no darse tiempo para soñar con cosas que solo pudieran suceder en su mente. Que solo podía desarrollar y terminar en sus teorías. Ahora, en este preciso momento, estaba enojado consigo mismo por no haber sido un buen ejemplo para Jinhwan.

‘’Vamos a pasear un rato, disfrutemos el aire libre y el día libre’’

Como ahora, Junhoe está tirado en medio del prado, hay un lujoso paisaje a su alrededor y siente que el aire que está respirando es el más puro que ha ingerido. Tan fresco y nuevo. Siente que está en el paraíso y no quiere que acabe. Le gusta estar así. Ver lo que tiene este mundo que ofrecerle y tomarlo para disfrutarlo, sonreír junto con Jinhwan y ver como acaba el día trayendo la luz de las estrellas a su alrededor. Falta muy poco para que el sol se esconda, Junhoe está anticipando ansioso la llegada de las estrellas.

Por otra parte, la culpa lo colapsa por dejar un día entero sin aplicar ni un retoque a su modelo. No se siente libre como ha visto en los comerciales de la televisión, la libertad se adapta en diferentes versiones, ni tampoco se siente vacío como si algo le faltará. Dispone de todo el tiempo para hacer lo que le gusta, pero ha descubierto que no sabe lo que le gusta. Ha invertido tanto tiempo en el trabajo, la escuela y en subir de rango, que no se dio cuenta que su vida no era nada. Que ni el mismo sabía que le gustaba. Estaba un poco desilusionado consigo mismo, abrumado, tal vez más.

‘‘¿Has pensado en que hacer ahora? ¿Lo has pensado mejor? ‘‘le pregunta Junhoe. Jinhwan lo mira antes de responder; tiene los ojos cerrados y la boca entreabierta dejando que el aire perdure entre sus dientes, posee un aura de tranquilidad.

‘‘He estado pensando ’‘dice, toca la hierba y niega otra vez, dándose por vencido ’‘Pero no encuentro nada. No sé qué me gusta, Junhoe. Tengo la mente en blanco cuando me pregunto a mí mismo por mí’’

‘‘¿No que siempre fue tu sueño en convertirte en cantante?’’

‘‘Los sueños son una cosa pasajera para mí, cambio de sentido con el pasar de los días’’

Junhoe frunce el ceño, no abre los ojos. Internamente está enfadado, es una razón injustificada y poca aplicada para ser una excusa. No es sutil que un muchacho de dieciocho años pierda el sentido de la humanidad tan temprano.

‘‘Todavía queda tiempo para ver que te gusta. Te puede gustar cantar pero en los próximos veinte años puede gustarte actuar, cosas sencillas requieren grandes sacrificios. Solo estaremos los dos atrapados en una burbuja’’

‘‘¿Qué pasara cuando la burbuja se rompa? ‘‘pregunta pesimista Jinhwan, tiene las manos entre el césped. Las saca y se tira hacia atrás, no quiere perderse el atardecer. Ha guardado una pequeña ciencia, es un arte que pueden hacerlo solos los que saben que existe. O los que han permanecido mucho tiempo, como él. Y quiere enseñárselo a Junhoe.

‘‘Cuando la burbuja se rompa, volveremos a armarla’’

‘‘Lo haces sonar muy fácil’’

‘‘Eres tú el que cree que todo va a salir mal, date un poco de confianza’’

‘‘Carezco de eso ’‘se defiende Jinhwan ’‘Bien. He dejado que me digan que hacer toda mi vida, y ahora no tengo voluntad propia. Soy como un militar, no tengo derecho a nada. Viví mi vida completa creyendo que hacer siempre lo correcto estaba bien. Pero el canto me parece tan inútil que no compadezco ninguna señal de admiración por ello’’

‘‘Te estoy dando un poco de estima, merezco algo de crédito. Hay muchas cosas que te pueden gustar; el cine, la playa, los libros, el ermitañismo, los bares, puede que la cerveza también. Salir, te pueden gustar muchas cosas, hay que probar’’

Jinhwan asiente. Le gusta viajar por las nubes y danzar con el aire. Eso es algo. Le gustaba mirar las caras de felicidad de los mundanos cuando les entregaba las cartas y después los rechazaba, también le gusta escuchar música tranquila y conocer lugares nuevos. Jinhwan se dice que le gustan las primeras veces, como cuando fue la primera vez que se besaron.

Lo bueno del  instituto era que no tenían ninguna responsabilidad. Como su nombre lo dicta, solo vives ahí disfrutando lo que tiene.

‘‘Junhoe ’‘él mueve el hombro de su hermano intentando despertarlo. Lo hace repetida veces hasta que logra conseguir un bostezo ’‘Parece que hoy no saldrán las estrellas’’

Junhoe abre los ojos rápidamente y se incorpora con velocidad observando el cielo ya oscuro. No hay ninguna estrella decorándolo, no hay nada. Solo las nubes cargadas con lluvia.

‘‘De verdad quería ver las estrellas, oí decir a un jugador que cuando salen realizan una hermosa danza entre ellas, dijo que era lo mejor. Joder que las estrellas no quieren mostrarse. Me sorprende mi mala suerte’’

Junhoe vuelve a tirarse al pasto. Jinhwan frunce el ceño y le sonríe. Al ver a su hermano entristecido, le da un dolor en el pecho gigante. Se le ha ocurrido una idea, no está seguro si funcionara pero al menos debe intentarlo. Abre la bolsa con malvaviscos y espera unos minutos.

‘‘¿Cuándo tiempo piensas quedarte así? Toda la tarde haz estado tirado medio dormido, vinimos a conocer. Libra tu aire aventurero ’‘dice Jinhwan citando una propaganda imitando a un actor famoso. Junhoe ríe, su actuación es increíblemente mala. Se incorpora de nuevo, mira la carpa ubicada al lado de unos árboles, la playa a unos metros y sonríe.

‘‘Vayamos a bañarnos, me hará bien para despertar’’

Toma la mano de Jinhwan y lo arrastra hacía la orilla, ambos que quitan las prendas hasta quedar solo con la ropa interior. Es una noche cálida de verano por lo que no sienten ningún escozor, la playa está vacía y las olas rebotan con suavidad por el borde de los mares. Jinhwan está tarareando una olvidada canción y contempla la marea al lado de Junhoe, sigue tomando su mano.

‘‘Podrías sacar una foto del recuerdo con tus clases’’

‘‘Necesito una nueva cámara, pero guardaremos muchas memorias más para una pared especial’’

Se miran. Atrapan en sus miradas un amor misericordioso y se les escapa una risa, aprietan sus manos como si el mundo se fuera a acabar. Ya no tienen que ocultar que se aman, no es necesario hacerlo, él varón más pequeño avanza con miedo dentro del mar atrayendo consigo al mayor. Sus pies chocan contra la oleada fría de las aguas y sonríe tímido. El muchacho mayor se impulsa tomando al menor entre sus brazos, corriendo hacia el mar adentro con Jinhwan mecido entre sus brazos, empujando ambos cuerpos siendo sumergidos.

Jinhwan se suelta de Junhoe, le indica con el dedo índice que se sumerja y cuando lo hace, él toma una respiración larga y también se sumerge. Abre los ojos debajo del agua y busca a Junhoe, lo pilla mirándolo con duda y rápidamente lo abraza. Deja escapar al aire y le da un beso. Junhoe piensa que no puede haber nada más cursi que un beso debajo del agua, al igual le devuelve el beso.

Tiene una toalla enrollada alrededor de la cabeza, ha salido en busca de leña seca y con esfuerzo ha hecho una fogata. Le ha costado varios intentos, e igual el fuego salto. Con el calor que atrae él asegura que se secara rápido, tiene la piel un poco roja producto del sol y los ojos cansados por la caminata y ordenar las cosas. Además de hacer la comida en medio de la nada y armar la carpa, y el baño le hizo cansarse más.

‘‘Jinhwan…Jinhwan…’‘murmura Junhoe. Tiene la cabeza apoyada en su pierna, tiene la boca llena masticando algunos malvaviscos. Jinhwan pasa su mano por el cabello de su hermano revoloteando los mechones mojados.

‘‘¿Uhm?

‘‘Eres la única persona especial para mí, la única que me importa ‘ésta serio. Lo está diciendo con seriedad, eso incluye que está hablando enserio. No hay ni una pisca de diversión en su rostro y lo mira esperando una respuesta. Sorprendido Jinhwan mira la fogata, abre los ojos como platos cuando vuelve a acordarse de su plan. Coge los malvaviscos y los lanza a la arena ’‘¡Eran los últimos!

‘‘Espera un momento…’‘ Jinhwan dice. Quizás no funcione, no está comprobado cien por ciento que las mosquitos lleguen con el olor a comida. Es solo una sospecha, nada declarado. Sin embargo, de a poco llegan las luciérnagas a la siga de la luz, Jinhwan mira a Junhoe con una enorme sonrisa que desfigura su rostro. ‘‘Cuando te cuente tres, te quedaras callado. No digas nada…totalmente nada, tampoco te muevas. ¿Está bien? ‘‘Junhoe asiente ‘’Uno-dos-…tres’’

Las luciérnagas llegan de montón, Junhoe esta callado ni tampoco se mueve. Jinhwan se levanta con cuidado, sin hacer ruido. Cuando las luciérnagas ya se han familiarizado con él, empieza a moverlas como un remolino, toma algunos malvaviscos y los da vueltas con él. Está haciendo un espectáculo con el brillo de los mosquitos, ellos lo siguen a donde sea. Junhoe solo lo mira, absorbido en lo increíble de todo el show.

Jinhwan corre de lado en lado, a veces da vueltas y vueltas. Las luciérnagas lo siguen a donde vaya. Junhoe no puede despegar la mirada, es como si los bichitos estuvieran bailando con Jinhwan, como si de alguna manera estuvieran haciendo eso para él.

‘‘¡También eres importante para mí! ‘‘exclama el mayor con una sonora risa. Él está haciendo lo que Junhoe quería, solo que más hermoso. Y tiene un mayor significado ya que él mayor pensó en él y su deseo. Junhoe no puede ocultar su felicidad. Está decidido. Quiere permanecer todo el tiempo que tiene junto con Jinhwan, lo quiere a su lado siempre, quiere verlo en las mañanas despertarse. Lo quiere junto a él. Lo ama con todo su ser y le es trivial si comparte su sangre.
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